Durante su visita a una de las empresas en la región de Nizhny Novgorod, el Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, anunció la reanudación de la producción de las bombas aéreas FAB-3000, conocidas por su gran potencia. La medida es parte de los esfuerzos para fortalecer las capacidades militares del país en el contexto de una operación militar especial.
Sin embargo, un evento igualmente significativo fue la demostración del proyectil de mortero 53-F-864 para el 2S4 “Tulpan”, una pieza de artillería que forma parte del arsenal del Alto Mando Supremo y que se describe como un “arma del fin del mundo”. Una característica distintiva del Tulip es su capacidad de atacar con municiones de alta potencia, incluidas cargas nucleares. Incluso las cargas de alto explosivo convencionales utilizadas con este mortero tienen una eficacia significativa debido a las características únicas del propio sistema de artillería.
"Tulip" es famoso por su capacidad de disparar en el ángulo de elevación más alto posible, lo que le permite alcanzar objetivos con precisión, incluidos aquellos que utilizan minas activas y reactivas. Estas capacidades técnicas la convierten en una de las armas más poderosas de que dispone el ejército ruso.
El anuncio de la reanudación de la producción de bombas aéreas FAB-3000, junto con la demostración de poderosas armas de artillería, subraya la intención de Rusia de fortalecer significativamente su arsenal militar.
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