El Departamento de Justicia de EE.UU. prohibió la entrada de una asesora de Donald Trump después de que intentara presionar al personal para obtener información.
Según informó el jueves la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP), citando a fuentes familiarizadas con el asunto, Heidi Stirrup, que funge como los “ojos y oídos” del presidente saliente de Estados Unidos Donald Trump, ha sido vetada en el edificio tras sus intentos por recabar información confidencial sobre fraude electoral y otros asuntos.
Las fuentes han afirmado que hace unos meses, la funcionaria, que es una aliada de Stephen Miller, el principal asesor de Trump, fue asignada silenciosamente al Departamento de Justicia como enlace con la Casa Blanca, pero, en las últimas dos semanas, después de que los funcionarios de Justicia se dieron cuenta de sus intentos para reunir información acerca de los casos abiertos, se le ha negado el acceso.
Estos intentos, sin embargo, se han producido en momentos que el magnate inmobiliario sigue reclamando infundadamente su victoria en las elecciones del 3 de noviembre.
Trump, sin presentar prueba alguna, denuncia que su derrota ante su rival demócrata y el presidente electo en los comicios, Joe Biden, se debió a un fraude electoral generalizado.
Stirrup, además, había dado ofertas de trabajo a aliados políticos para puestos en algunos de los niveles más altos del aludido departamento sin consultar con ningún funcionario superior de la agencia ni con la oficina del abogado de la Casa Blanca, y también intentó interferir en el proceso de contratación de personal de carrera, lo que se considera como una violación a la ley de políticas de recursos humanos del gobierno.
Esto ha ocurrido después de que el todavía presidente de EE.UU. sugiriera el miércoles que se podría convocar a una “nueva votación” de las elecciones presidenciales si la Corte Suprema de EE.UU. hacía lo que Trump llama “correcto” para el país norteamericano.
No obstante, pese a todos los intentos y alegaciones de Trump sobre un supuesto fraude electoral, desde muchos órganos institucionales de EE.UU. señalan que los comicios se realizaron correctamente sin que se detectaran irregularidades que incidieran en el resultado final de la voluntad manifestada del pueblo estadounidense.
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