Fuente: Roscosmos
A finales de diciembre de 2014 se puso en órbita el satélite ruso Resurs-P nº2. En este satélite se encuentra el instrumental científico Nuklón, que sirve para buscar la misteriosa y extraña materia oscura mediante el registro y el estudio de los rayos cósmicos.
Nuklón ha sido desarrollado en el Instituto de Investigación de Física Nuclear de la Universidad Estatal de Moscú, MGU. Para instalar el instrumental en el satélite, los científicos tuvieron que resolver un complicado problema: conseguir que su masa no excediera los 300 kg.
Además, lograron mantener su sensibilidad a las partículas de altas energías. Los científicos han utilizado los más recientes avances en microtecnología: el Nuklón cuenta con 12.000 sensores independientes. Se espera que el proyecto sea capaz de doblar la cantidad de datos estadísticos mundiales del registro de rayos cósmicos, que se lleva recopilando a lo largo de los últimos 50 años de investigación. El experimento durará como mínimo cinco años.
Ver la materia del Universo
El instrumental científico Nuklón está acoplado al satélite Resurs-P nº 2 mediante una barra de conexión. “Hemos creado, por así decirlo, un pequeño contrapeso para este gran aparato espacial. Debido a las restricciones en la financiación de los programas científicos fundamentales, este método es altamente moderno, aunque en nuestro caso era la única vía posible. Nuestra idea nos ha permitido evitar la creación de satélite especializado para este experimento, que habría resultado mucho más caro. Un kilogramo de carga útil en órbita cuesta dos veces más que un kilogramo de oro puro”, comenta a RBTH el responsable del proyecto, Dmitri Podorozhni, director del laboratorio de rayos cósmicos del Instituto de Investigación de Física Nuclear de la MGU.
Los rayos cósmicos son el componente más importante de la parte visible de la materia del Universo, por lo que su estudio en todos sus aspectos es una de las tareas fundamentales de las ciencias naturales. Los principales parámetros de los rayos cósmicos son el tipo de partículas y la magnitud de su energía cinética. A partir de estos parámetros se construyen los modelos de la galaxia y el Universo en general y se lleva a cabo la búsqueda de fenómenos exóticos que puedan dar pruebas experimentales de las características de las partículas de la materia oscura.
El misterio del origen del Universo
Según los científicos, la proporción de materia oscura en la masa del Universo asciende a un 26,8%. Si se resuelve el misterio de su origen, podríamos acercarnos a desvelar el origen del propio Universo.
“El hecho de la existencia de la materia oscura se demuestra por sus efectos gravitacionales, pero existen muchas y muy distintas hipótesis acerca de su naturaleza. El proyecto Nuklón permitirá realizar la búsqueda de información para verificar la hipótesis de la existencia de los strangelets, componentes de la materia oscura. Los strangelets nacieron supuestamente en distintos estadios de la evolución del Universo y podrían haberse conservado como relictos. Además, según los modelos modernos, los strangelets también pueden generarse en la actualidad debido a colisiones de estrellas de neutrones o de quarks”, explica Podorozhni.
El lanzamiento de Nuklón hacia la órbita terrestre no es casual. Únicamente pueden obtenerse datos precisos sobre los rayos cósmicos por encima de la atmósfera de la Tierra, ya que a la superficie no llegan los propios rayos, sino únicamente partículas secundarias que se generan debido a la interacción de los rayos cósmicos con la materia de la atmósfera.
A finales de diciembre de 2014 se puso en órbita el satélite ruso Resurs-P nº2. En este satélite se encuentra el instrumental científico Nuklón, que sirve para buscar la misteriosa y extraña materia oscura mediante el registro y el estudio de los rayos cósmicos.
Nuklón ha sido desarrollado en el Instituto de Investigación de Física Nuclear de la Universidad Estatal de Moscú, MGU. Para instalar el instrumental en el satélite, los científicos tuvieron que resolver un complicado problema: conseguir que su masa no excediera los 300 kg.
Además, lograron mantener su sensibilidad a las partículas de altas energías. Los científicos han utilizado los más recientes avances en microtecnología: el Nuklón cuenta con 12.000 sensores independientes. Se espera que el proyecto sea capaz de doblar la cantidad de datos estadísticos mundiales del registro de rayos cósmicos, que se lleva recopilando a lo largo de los últimos 50 años de investigación. El experimento durará como mínimo cinco años.
Ver la materia del Universo
El instrumental científico Nuklón está acoplado al satélite Resurs-P nº 2 mediante una barra de conexión. “Hemos creado, por así decirlo, un pequeño contrapeso para este gran aparato espacial. Debido a las restricciones en la financiación de los programas científicos fundamentales, este método es altamente moderno, aunque en nuestro caso era la única vía posible. Nuestra idea nos ha permitido evitar la creación de satélite especializado para este experimento, que habría resultado mucho más caro. Un kilogramo de carga útil en órbita cuesta dos veces más que un kilogramo de oro puro”, comenta a RBTH el responsable del proyecto, Dmitri Podorozhni, director del laboratorio de rayos cósmicos del Instituto de Investigación de Física Nuclear de la MGU.
Los rayos cósmicos son el componente más importante de la parte visible de la materia del Universo, por lo que su estudio en todos sus aspectos es una de las tareas fundamentales de las ciencias naturales. Los principales parámetros de los rayos cósmicos son el tipo de partículas y la magnitud de su energía cinética. A partir de estos parámetros se construyen los modelos de la galaxia y el Universo en general y se lleva a cabo la búsqueda de fenómenos exóticos que puedan dar pruebas experimentales de las características de las partículas de la materia oscura.
El misterio del origen del Universo
Según los científicos, la proporción de materia oscura en la masa del Universo asciende a un 26,8%. Si se resuelve el misterio de su origen, podríamos acercarnos a desvelar el origen del propio Universo.
“El hecho de la existencia de la materia oscura se demuestra por sus efectos gravitacionales, pero existen muchas y muy distintas hipótesis acerca de su naturaleza. El proyecto Nuklón permitirá realizar la búsqueda de información para verificar la hipótesis de la existencia de los strangelets, componentes de la materia oscura. Los strangelets nacieron supuestamente en distintos estadios de la evolución del Universo y podrían haberse conservado como relictos. Además, según los modelos modernos, los strangelets también pueden generarse en la actualidad debido a colisiones de estrellas de neutrones o de quarks”, explica Podorozhni.
El lanzamiento de Nuklón hacia la órbita terrestre no es casual. Únicamente pueden obtenerse datos precisos sobre los rayos cósmicos por encima de la atmósfera de la Tierra, ya que a la superficie no llegan los propios rayos, sino únicamente partículas secundarias que se generan debido a la interacción de los rayos cósmicos con la materia de la atmósfera.
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