La realidad es que los ciclos naturales de la tierra no se miden en años, sino que en décadas, e inclusive milenios, así que decir que está sucediendo tal o cual fenómeno es muy aventurado afirmarlo, pues los registros científicos acerca de los cambios en el clima del planeta son muy recientes, demasiado recientes diría yo, como para afirmar con toda seguridad que estamos ante un cambio de era, ya sea para bien o para mal.
Los registros más antiguos que se tienen acerca de los parámetros en el clima no tienen más de trecientos años, pues antes de esa fecha la ciencia era prácticamente inexistente, la gente se basaba casi exclusivamente en el conocimiento empírico más que en el científico para calificar un fenómeno natural, así que cuando alguien decía que estamos a punto de ver un cambio de era lo decía desde su propia experiencia, que a lo sumo eran unos 80 años; cantidad de años insuficiente para determinar en qué momento se está a punto de ver un cambio radical en los patrones naturales del planeta.
Y esto es precisamente lo que está pasando a día de hoy: si por que el día de ayer se registró una ola de frio extremo en tal o cual lugar ya todos los así llamados “expertos” ocasionales, más específicamente, muchos de los así llamados youtubers, salen con la noticia de que estamos entrando en una era glacial que durará cientos de años, pronosticando desastres inimaginables, casi casi están diciendo que el mundo se va acabar mañana.
Pero la realidad, como ya dije, es que nadie puede saber con certeza si es que ésta reciente ola de frio invernal extremo que azotó parte del territorio estadounidense signifique un inminente cambio en los ciclos naturales del planeta, desencadenando, como ellos dicen, una larga era glacial catastrófica.
La verdad es que seguramente nada pasará, nada que signifique un cambio radical en los ciclos naturales de la tierra, pues un cambio así no se da de la noche a la mañana, en realidad es un proceso gradual, de años.
Lo único que podría ocasionar un cambio drástico repentino en la temperatura del planeta sería una amenaza externa al mismo; me explico.
Si por un decir, un asteroide gigante chocara con la tierra, pues entonces sí, muy probablemente las condiciones medio ambientales en el planeta sufrirían un cambio drástico y abrupto, que muy probablemente pondría en peligro la misma existencia de la vida en la tierra.
O si, por ejemplo, una súper nova cercana a la tierra explotara, pues también, muy probablemente, provocaría cambios drásticos en la temperatura de la tierra y en todo su ecosistema, pues un suceso así podría anular temporalmente el campo magnético de nuestro mundo exponiéndonos a todos a las radiaciones cósmicas, lo que nos provocaría quemaduras extremas y, así mismo, problemas de salud muy delicados, como cáncer en la piel, cataratas, paros cardíacos, etcétera.
Pero el peligro no solo procede del espacio exterior, pues quizá el mayor peligro este dentro de la misma tierra. ¿Y cuál es ese peligro? Pues nosotros mismos.
Así es, el hombre es el mayor depredador de la tierra. Somos la única especie que puede acabar con la misma vida en el planeta, y con la misma vida de la tierra.
El hombre acaba lentamente, en términos humanos, con la tierra. Estamos destruyendo los ríos, los bosques, el mismo mar a pesar de su enorme extensión, es decir, practicamente lo estamos destruyendo todo, en pocas palabras.
Pero también los animales sufren por nuestra actividad, pues destruimos su habitad, los cazamos, los asesinamos, los hacinamos en granjas en donde no tiene ninguna posibilidad de moverse fuera de un pequeño rectángulo. En fin, que somos la especie más depredadora que quizá jamás haya pisado la tierra.
Pero no solo atentamos contra la misma vida animal y vegetal, sino que también atentamos contra nuestra misma supervivencia, pues al destruir la naturaleza y acabar con la fauna animal, estamos empobreciendo de una manera dramática la riqueza biológica del planeta, lo que atenta directamente contra nuestro propio sustento.
Pero no solo acaba ahí nuestra actividad depredadora; también atentamos contra la misma vida del planeta al contaminar sus ríos, sus mares, desecar sus lagos, contaminar el subsuelo, etcétera.
Pero aún hay más; hemos creado armas que pueden acabar con toda forma de vida en enormes extensiones de territorio, y no solo amenazamos con acabar con la vida, también amenazamos con destruir la misma atmosfera de la tierra, con contaminar sus mares de forma permanente de tal manera que toda vida muera en ellos.
Que más apocalíptico puede ser que esto.
Olvídense de las mini eras glaciales, esos son ciclos naturales de la tierra que responden a una necesidad de la misma tierra; ciclos que en ningún caso ponen en peligro la vida sobre el planeta, sino todo lo contrario, son ciclos de auto corrección. Pero lo que hace el hombre éso si es apocalíptico, y representa un camino sin retorno.
Pero volviendo a la supuesta era glacial que amenaza al planeta; esta es una teoría que no es de ahorita, lleva años difundiéndose a través de los medios, principalmente a través de los así llamados medios conspiranoicos. Cada que hay una inusual ola de calor, de frio, de huracanes, de ciclones, de sismos, etcétera, sale un ejército de sujetos que anuncian el fin de los tiempos, pero la realidad es que son accidentes, por así decirlo, dentro de los ciclos normales del clima terrestre.
Y como vuelvo a repetir, una vida humana es insignificante, hablando en términos geológicos, como para determinar que estamos por presenciar un cambio de era en los ciclos naturales del planeta.
Hoy se los puedo afirmar con toda certeza: nada va cambiar dentro de los próximos dos años, ni en tres, ni en cinco, quizá ni en diez; si sucede un cambio significativo en el clima del planeta será debido a la actividad humana, no porque el planeta este cambiando sus ciclos naturales.
Lo que si habrá, y eso se los puedo predecir, es que sucederán pequeños cambios en el clima, pero serán cambios provocados por los ciclos naturales del planeta, como la así llamada corriente del niño y de la niña; fenómeno que implica un cambio en el flujo de las corrientes marinas, un cambio que es cíclico y se repite aproximadamente cada cinco años, pero no faltarán los conspiracionistas que anunciarán entonces el fin del mundo; pero el fin del mundo puede venir en el momento menos esperado, solo falta que alguien apriete el botón, y zas, todo termina.
Pero volviendo a las teorías filo científicas; desde hace décadas se especula con la probable llegada de una mini era glacial al estilo de la padecida por Europa DESDE EL SIGLO 16 HASTA FINALES DEL SIGLO 17. Aunque aún no hay una explicación científica concluyente acerca de las causas que provocaron dicho fenómeno, se especula que fue probablemente ocasionado por unas gigantescas erupciones volcánicas en el trópico que iniciaron una cadena de efectos sobre el clima de la tierra.
Según la nueva investigación, la Pequeña Edad de Hielo comenzó repentinamente entre los años 1275 y 1300 después de cristo tras sucederse cuatro erupciones volcánicas masivas en el trópico, unos episodios que duraron unos cincuenta años. La persistencia de veranos fríos tras las erupciones se explica por la posterior expansión del hielo marino y un debilitamiento de las corrientes del Atlántico relacionadas, según las simulaciones computacionales realizadas para el estudio, que también analizó patrones de vegetación muerta y datos tomados del hielo y sedimentos.
Los científicos han teorizado que la Pequeña Edad de Hielo fue causada por la disminución de la radiación solar de verano, por volcanes en erupción que enfriaron el planeta al emitir sulfatos y otras partículas en aerosol que reflejaban la luz solar hacia el espacio, o por una combinación de las dos cosas. «Esta es la primera vez que alguien ha identificado claramente el inicio específico de los tiempos de frío que marcaron la Pequeña Edad de Hielo», dice Gifford Miler, investigador de la Universidad de Colorado en Boulder y autor principal del estudio. «También hemos explicado cómo este período frío pudo mantenerse durante tanto tiempo. Si el sistema climático es golpeado una y otra vez por el frío durante un período relativamente corto -en este caso, por erupciones de origen volcánico- parece que hay un efecto de enfriamiento acumulativo»
Como podemos ver, aquella mini era de hielo fue provocada por cataclismos continuos dentro de un periodo de tiempo relativamente corto, cosa que hasta el día de hoy no ha sucedido, ni mucho menos. Pero aparte de esa mini era glacial relativamente reciente, no se tienen registros de ninguna otra; al menos no hay pruebas documentadas de algún fenómeno parecido, a no ser por el mismo registro en la corteza de la tierra y en la corteza de árboles enterrados en los hielos polares o arboles ya fosilizados.
Una cosa que podría desencadenar un fenómeno similar en un tiempo relativamente corto sería la erupción de un súper volcán como el que se encuentra en la reserva natural de Yelouston en EEUU, pero hasta que no haga erupción ese volcán no podemos hablar de una inminente mini era glacial, y aunque entrara en actividad, esta tendría que se extraordinariamente violenta para provocar un fenómeno así.
Lo que estamos viendo no son más que meros accidentes dentro de los ciclos naturales de la tierra, pero de ninguna manera podemos afirmar que estamos entrando en una mini era de hielo.
Aunque hay algunos científicos por ahí que desde hace unos años atrás están hablando de la inminente llegada de una mini era de hielo, entre ellos tenemos a la investigadora Valentina Zharkova, de la Universidad de Northumbria (Reino Unido), que predice una disminución del número de manchas solares a partir del 2030.
Esto significaría una reducción de la actividad solar, que traería como consecuencia la disminución de fenómenos explosivos en la atmósfera solar. Si las predicciones de Zharkova son correctas, el Sol entraría en un período muy similar al que se observó a mediados del siglo XVII.
Durante el llamado periodo del ‘Mínimo de Maunder’, desde 1645 y por espacio de 70 años, el Sol prácticamente no mostró manchas en su superficie. En ese momento no parecía algo extraño, pues solo en 1843 se descubrió el ciclo solar. Ahora se sigue investigando la razón por la que el Sol interrumpió su actividad ‘normal’ en ese entonces.
También se estudia este periodo porque coincide con la llamada Pequeña Edad de Hielo en la Tierra, en la que Europa se sumergió en un intenso frío. Algunos relacionan directamente la ausencia de manchas en el Sol con el efecto sobre el clima en la Tierra. Por eso atribuyen al ‘Mínimo de Maunder’ las bajas temperaturas de esa época.
La controversia se reavivó con el resultado de la investigación de Zharkova, más ahora cuando se discute sobre cambio climático y calentamiento global.
Desde que Zharkova y su equipo presentaron su trabajo en la Reunión Anual de Astronomía del Reino Unido, hace casi tres años, los anuncios que alertan sobre una ‘mini-Edad de Hielo’ dentro de 15 años se han hecho virales en redes. Pero detrás de esa alarmante advertencia hay aspectos que deben analizarse en detalle.
El nuevo modelo solar de Zharkova sugiere que hay dos mecanismos de generación del campo magnético en el interior solar. Un mecanismo que reproduciría el conocido periodo de actividad de 11 años sumado a un segundo mecanismo que explicaría el campo magnético global del Sol, conocido como ‘dínamo solar’.
Entre el 2020 y el 2030, dice Zharkova, ambos ciclos se cancelarían mutuamente en una especie de interferencia destructiva, con lo cual el campo magnético no emergería a la superficie solar y las manchas desaparecerían casi por completo. Las consecuencias de este proceso podrían llevar al Sol a las mismas propiedades que se vivieron durante el Mínimo de Maunder.
“Nuestras predicciones se ajustan con precisión del 97% a los datos de observaciones del ciclo solar actual”, añade la investigadora.
Pero las predicciones sobre el ciclo solar siempre han estado un tanto alejadas de las facetas que nos muestra el Sol en los periodos de 11 años. El anterior ciclo, por ejemplo, se extendió un par de años más de lo que se esperaba y se vieron muy pocas manchas en el Sol por un extenso periodo de tiempo. Eso hizo que en el 2009 se alertara también sobre otra ‘Pequeña Edad de Hielo, que nunca sucedió. Y el actual ciclo, que se pronosticaba muy fuerte, ha asombrado a los científicos porque resultó de los más débiles de los últimos siglos.
La atención captada por este tema ha despertado, en defensores y detractores del calentamiento global, interés en el nuevo modelo solar y eso ha hecho que lo relacionen con el clima de la Tierra. Pese a haber servido la polémica, Zharkova no hace referencia en ningún momento a una ‘Pequeña Edad de Hielo".
Estudios sobre los efectos de diversos factores sobre el clima, además de tener en cuenta las fluctuaciones en la radiación solar que impacta al planeta, deben tener en cuenta las erupciones volcánicas, que llenan de nubes de ceniza la atmósfera; los fenómenos del Niño y de la Niña; los océanos, y las emisiones de carbón. Una minoría se mantiene en que no hay evidencia suficiente para atribuir el calentamiento global a la actividad humana.
Investigaciones al respecto apuntan a que el efecto del Sol sobre el clima no explicaría el calentamiento global que experimenta el planeta en la actualidad, pero sigue siendo un tema abierto.
A raíz de este estudio de la presente investigadora, se han sucedido una infinidad de teorías seudo científicas que cada año afirman que estamos por entrar en una edad de hielo, pero como se explica en el presente estudio, no hay suficientes bases científicas para afirmar tal cosa, y si se llegara a dar el caso, la entrada en dicha mini era de hielo sería algo muy gradual, no repentino como dicen los así calificados cómo conspiranoicos.
Después del así llamado ciclón bomba que azotó parte del territorio estadounidense, la temperatura en Estados Unidos es récord: 28,8 grados bajo cero
La buena noticia es que para este martes se espera que la masa de aire helado salga de la región. En la Costa Este hubo mínimos históricos.
Una ola polar proveniente del Ártico azotó la costa este de Estados Unidos y contribuyó a que el frío alcanzara temperaturas mínimas históricas, pese a que el tiempo mejorará en los próximos días según los pronósticos.
En Burlington el termómetro indicó -28,8 grados y superó por medio grado el récord de 1923, en tanto que Portland tuvo -23,8 grados, también medio grado por debajo de la marca de 1941.
El Servicio Meteorológico afirmó que en Worcester, Massachusetts, la temperatura descendió a -22 grados y en Providence, Rhode Island, a -19 grados, ambos casos mínimos históricos.
La buena noticia es que la masa de aire helado está por salir de la región. Para este lunes, la temperatura en Boston regresará a -1,1 grados. El mercurio continuará ascendiendo y en Boston podría ubicarse por encima de los 4,4 grados centígrados el jueves y 10 grados el viernes.
Muchos habitantes del noreste soportaron el fin de semana temperaturas heladas con sensaciones térmicas fatales, mientras prosigue el retiro de nieve después de la tormenta del jueves que dejó una capa de 46 centímetros en algunos lugares.
A mí no me gusta alarmar a la gente innecesariamente, ese no es mi objetivo, nada me costaba decir un millón de muertos si los demás dicen mil, o decir cien millones de muertos si los demás dicen un millón. De eso no se trata el canal.
Yo trato de ser objetivo y denunciar cuando hay que denunciar, pero no sembrar el pánico cuando no hay motivo para ello.
Si los demás quieren decir misa, haya ellos, yo no lo hago.
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