Todos estos datos resultan realmente curiosos; por un lado tenemos que este año 2018 tendrá tres súper lunas, pero dos coincidirán en el mes de enero: una el día primero y la otra el día ultimo del mismo mes. Pero además, la segunda súper luna, y la más grande, también tendrá un eclipse total de luna, fenómeno que coloquialmente se conoce como luna roja, o luna de sangre, por que la luna durante el eclipse toma un color rojizo. De tal manera que a esta súper luna del 31 de enero también se le llama súper luna azul de sangre. Ese día coinciden en la misma jornada tres fenómenos relacionados con el satélite natural de la tierra.
Se le llama súper luna por ser el momento en que el cuerpo celeste está más próximo a la tierra durante el recorrido que hace por su órbita alrededor del planeta, situación que hace ver a la luna un 14% más grande de lo normal si es observada desde la superficie terrestre; por eso se le llama súper luna, por ser aparentemente más grande y más brillante de lo normal en un 14% más.
Se le llama luna azul porque en el mismo mes coinciden dos lunas llenas; esto es, el primero de enero y el ultimo día del mes.
Se le llama luna roja por que durante el eclipse total de luna el astro adquiere un tono rojizo y disminuye su resplandor.
¿Pero qué significado podría tener para el hombre este fenómeno bastante inusual?
En primer lugar, la luna tiene un efecto físico y medible sobre los ciclos naturales de la tierra; esto es, el astro determina frecuentemente el periodo de gestación en muchas especies animales y vegetales; así mismo, se podría suponer que también regula los periodos de menstruación en muchas especies animales, incluido el ser humano; también influye sobre las mareas de los océanos que se suceden cada día durante la noche y, muy probablemente, también influye en el estado de ánimo de las personas y animales de manera inconsciente.
Pero hay otro efecto sobre la tierra del cual no se habla mucho pero sin embargo es muy importante, esto es: influye en el movimiento de las placas tectónicas y en el mar de magma que hay en el centro del planeta, pues así como tiene un efecto visible sobre los océanos de la tierra, así mismo lo tiene sobre el mar de magma que hay en el subsuelo terrestre y, por lo tanto, tiene una repercusión directa en el movimiento de las placas tectónicas. Dicho de otra manera; tiene una influencia directa sobre los sismos que se suceden en la tierra.
De tal forma, si consideramos que habrá dos súper lunas este mes de enero, la probabilidad de que se sucedan sismos es más alta de lo habitual, como ya estamos siendo testigos en varias partes del mundo.
Por otro lado, al considerar que la segunda súper luna coincidirá con un eclipse total lunar, se entiende que la luna, el sol y la tierra coincidirán en una línea recta, lo que aumenta de forma importante las fuerzas gravitacionales que actúan sobre el planeta; esto es, la fuerza gravitacional conjunta del sol y la luna actuando sobre la tierra. Esto representa una mayor presión sobre las placas tectónicas y mares de la tierra, lo que a su vez podría generar más sismos y de más intensidad.
Eso se debe entender bien, pues si la fuerza gravitacional de la luna tiene el suficiente poder para elevar el nivel de los mares unas decenas de centímetro durante las mareas, esta vez esá fuerza será un 14% mayor, pero además, se combinará con la atracción gravitacional del sol que estará en línea directa con la de la luna pero en el polo opuesto de la tierra, lo que sería como si a la tierra la jalaran de ambos lados a la vez pero con una fuerza 14% mayor a la normal.
También debemos considerar la fuerza que ejerce sobre el lecho marino las aguas de los océanos, aguas que se verán sometidas a fuerzas inusuales este 31 de enero. Para que me entiendan mejor; el peso de las aguas del mar ejercen una presión descomunal sobre el lecho marino, lo que genera una deformación y aplastamiento del mismo, lo que a su vez tiene un efecto directo sobre el movimiento de las placas tectónicas continentales y en la actividad volcánica de la tierra.
Considerando estas cosas se entiende que la posibilidad de que ocurran sismos en la tierra es como mínimo 14% superior a cualquier otro día del año. Pero los efectos de esas fuerzas pueden no ser inmediatos, sino que las consecuencias ocurran días, e inclusive meses después.
Así que podemos esperar que este año bata records en cuanto a sismos y actividad volcánica.
Pero aparte de los efectos físicos que tendrán estas súper lunas azules de sangre sobre la tierra hay otros efectos que son menos perceptibles, pero no por ello menos importantes; y estos efectos vienen en el plano espiritual.
Así es, la luna es una lupa que amplifica las energías astrales que provienen del espacio exterior. Me explico:
Como ya he comentado en alguna ocasión, los astros son creaciones del Creador, pero asimismo los astros tienen un alma, como es el caso de la tierra; no por nada el Creador le habla a la tierra como si de un ser vivo se tratase; y si, efectivamente, es un ser vivo que tiene un alma, una consciencia. Y así como la tierra tiene un alma, también los demás astros tienen alma. Esa es la base de la así llamada astrología.
Pero cabe aclarar que los que creemos en el Creador no estamos sujetos a los designios de los astros, pues nuestras vidas dependen solo del creador y no de lo que dicten los astros; eso es para los idolatras, porque nosotros solo creemos y adoramos al Creador y no a las criaturas. Por eso Dios prohíbe la práctica de la astrología y las “artes adivinatorias”. Pero al ser creaciones de Dios, también sirven de señales para el hombre, pues Dios así lo dispuso desde el principio.
Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para días y para años.
Y como señales que son, tendrán también su significado.
La luna es símbolo de Israel y el sol es símbolo de los pueblos idólatras, es decir, de los pueblos que adoran a los astros y a las criaturas y a cosas inanimadas como imágenes de personas u objetos.
Así que esta triple conjunción de tres fenómenos distintos que involucran a la luna puede tener un significado para Israel pero también para los demás pueblos del mundo.
Para Israel podría estar anunciando el tiempo del Mesías, y para los demás pueblos cambios en sus sociedades, pues así como estos hechos tienen que ver con la Luna, también involucran al Sol.
Como sabrán ustedes, el calendario gregoriano, y algunos otros, son calendarios que basan sus meses en los ciclos del sol, pero el calendario hebreo basa sus meses en los ciclos de la Luna; por eso es que la luna es un símbolo que identifica a la cultura hebrea, mientras que el sol identifica a la así llamada cultura occidental.
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jahve"
Esta es una cita de la biblia y claramente hace referencia a un eclipse total de sol y aun eclipse total de luna. El eclipse total de sol ya lo tuvimos el pasado 21 de agosto, y el eclipse total de luna lo tendremos este 31 de enero.
Esto no quiere decir que forzosamente tenga que suceder algo alrededor de esas fechas, pero la posibilidad existe, más si consideramos que el día 29 de noviembre del año pasado se cumplieron 70 años desde la creación del moderno estado de Israel; y como sabrán ustedes, Israel es el reloj dentro de la profecía bíblica, por eso Jesús hablando de los tiempos finales aclaró a sus discípulos que no pasaría una generación sin que todo esto se cumpliera, es decir, la segunda venida del Mesías.
¿Y a que generación se refería Jesús? Pues a la generación que viera el renacimiento de Israel, por eso les aclaró que aprendieran de la parábola de la higuera, pues cuando sus ramas ya brotan sabéis que el verano está cerca.
¿Y quién es la higuera? Pues tradicionalmente a Israel se le identifica con la higuera; así que lo que estaba diciendo Jesús es que cuando vieran que Israel florece ese sería el momento de su segunda venida, entonces estaría a las puertas. También a la higuera se le identifica con el conocimiento, esto es, el conocimiento del Dios verdadero; ¿y quién traerá el conocimiento? Pues el Mesías, ósea, Jesucristo.
Generalmente a una generación se le considera un ciclo de setenta años, así que la generación que vio el renacimiento de Israel está por terminar, o ya termino, lo que indicaría que el tiempo del Mesías está cerca.
Pero hablando en el mismo contexto, también Jesús hizo referencia al eclipse total de sol y de luna.
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
¿Acaso Jesucristo se refería al eclipse del pasado 21 de agosto y al presente eclipse lunar del 31 de enero? Pues no lo podemos afirmar, pero la posibilidad ahí está.
Asimismo, Jesucristo habló de terremotos, guerras y calamidades sin precedente para esos días:
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
La amenaza de la guerra global es constante en estos días.
Asimismo, se comienza hablar de una mini era glacial, situación que sin duda desencadenaría esas guerras pues la lucha por la posesión de las tierras fértiles que no hayan sufrido los efectos de la congelación sería constante. Así también, las guerras por la posesión de las fuentes de agua potable y de los cultivos se acentuarían por que el frío acabaría con muchos sembradíos lo que generaría a su vez mucha hambre.
Lo de los terremotos creo ha quedado más que claro.
Finalizando; aunque no se puede asegurar que estos sean los últimos días, la posibilidad es muy real y quizá estas súper lunas azules de sangre marquen el inicio de estos hechos.
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