La unión americana insiste en sancionar y castigar a todo aquel que se atreva a comprar armamento ruso de alta tecnología; de esta manera, ha sancionado a Turquía, China y la India por comprar sofisticados sistemas antiaéreos rusos s-400, así como cazas Su-35.
Estas armas constituyen un claro desafío a la supremacía aérea estadounidense en los cielos alrededor del mundo, pues tanto los S-400, como los S-300, pueden detectar, seguir y derribar aviones furtivos, trátese estos de F-22, F-35 o bombarderos pesados B-2, a todos ellos los pueden detectar y derribar.
Otro tanto puede hacer el Su-35, como ya lo ha demostrado una y otra vez en siria; la última vez detectó y persiguió a un F-35 estadounidense que penetró espacio aéreo sirio creyendo que pasaba inadvertido, pero tanto los sistemas de alerta temprana rusos (ubicados dentro del territorio ruso), como los S-300 y S-400 desplegados en la base aérea rusa de Hmeimim (en Siria), como en los barcos rusos estacionados en el mediterráneo, detectaron al caza estadounidense incluso antes de despegar, por eso es que se envió un caza Su-35 a interceptarlo, con la consiguiente huida del avión estadounidense.
Esta es una de las dos razones principales de por que EEUU se pone furioso cada vez que algún país intenta comprar sistemas s-300 o s-400, así como cazas su-35, o su más reciente sustituto, el Su-57.
La otra razón, y quizá la principal, es que estas compras de armas sofisticadas rusas están minando la supremacía financiera estadounidense, así como la fortaleza del dólar, pues cada vez que un país se hace con ese tipo de armas, en esa medida se sacude el yugo estadounidense y la soga de Dólar, pues ahora cuenta con medios eficaces para repeler una posible agresión militar estadounidense en represalia por tomar la decisión de abandonar el uso del DÓLAR. No por nada son precisamente esos países, los que abandonan el sistema del Dólar, los que están comprando armas sofisticadas rusas para defenderse de los EEUU.
Esas son las dos principales razones de porque la compra de S-300, S-400, SU-35 y SU-57 pone como locos a los buitres de Washington, pues en la medida que esas armas se distribuyan por el mundo, en esa medida la influencia norteamericana disminuirá y la supremacía del dólar desaparecerá.
Además, la aptitud que está tomando Washington con respecto a la compra de armas rusas por parte de terceros países demuestra la ineficacia de sus armas a la hora de enfrentar al armamento ruso, lo que confirma una vez más la supremacía de las armas rusas sobre las estadounidenses.
Por otro lado, la venta de armas rusas amenaza seriamente el dominio estadounidense del mercado mundial armamentístico de alta tecnología, complejos que, por otro lado, son los de mayor valor agregado; así que, el desplazamiento de los sistemas estadounidenses por sistemas rusos también está ocasionando un severo daño a las arcas del tesoro estadounidense, así como a las de las empresas occidentales armamentísticas, empresas tales como Raytheon, BAE Systems, Lockheed Martin, Boeing, Sikorsky, etcétera. Razón mas que suficiente para que el establishment norteamericano exija represalias comerciales contra Rusia y contra sus aliados, así como contra todos aquellos que compren armamento sofisticado ruso, pues esa situación pone en serio riesgo la continuidad de su industria armamentística.
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