Arranca la cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghái (O-C-S) en Samarcanda (Uzbekistán) con el anuncio oficial del ingreso de Irán en el bloque.
La 22.ª cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la OCS se ha iniciado este viernes con el discurso de apertura del presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyóyev.El mandatario uzbeko ha puesto de relieve la voluntad de este mecanismo por convertirse en un breve período de tiempo en un actor clave en los acontecimientos regionales y globales.
En su alocución, Mirziyóyev ha anunciado de manera oficial la plena membresía de la República Islámica de Irán en el bloque, un proceso que se completará en 2023. El anuncio ha recibido el aplauso de los participantes en la cita.
El presidente chino, Xi Jinping, cuyo país lidera junto con Rusia la Organización para la Cooperación de Shanghái, ha asegurado en su intervención que la organización puede contribuir al fortalecimiento de los países en desarrollo.
Xi ha denunciado la injerencia extranjera en los asuntos internos de los países soberanos, al tiempo que ha instado a los Estados miembros de la Organización para la Cooperación de Shanghái a trabajar para evitar que las fuerzas extranjeras instiguen “revoluciones de color” en sus territorios.
China: Basta con los “juegos de suma cero”
El jefe de Estado chino ha repetido un llamado a todos los países para que detengan los “juegos de suma cero y la política de bloques”, en una referencia velada al unilateralismo estadounidense.
El mandatario persa, Seyed Ebrahim Raisi, a su vez, representa a Irán en la cumbre, y se ha entrevistado con los presidentes de algunos de los Estados miembros de la Organización para la Cooperación de Shanghái al margen de la cita.
Irán firmó el jueves el memorando para el ingreso en la Organización para la Cooperación de Shanghái, un nuevo paso para la adhesión definitiva a ese organismo regional, integrado también por Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, La India, Pakistán, China y Rusia.
La República Islámica tenía el estatus de país observador desde 2005 en la Organización para la Cooperación de Shanghái, que se estableció en 2001 en China, originalmente para luchar contra el terrorismo y el extremismo y que se expandió después para incluir cuestiones económicas.
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