Según confirmó el domingo el diario italiano La Repubblica, la inteligencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en una nota remitida a sus miembros, expresa preocupación ante la posibilidad de que el submarino ruso K-329 Belgorod realice su primera prueba con el supertorpedo nuclear que tiene la capacidad de desplazarse hasta 10 000 kilómetros bajo el agua y luego hacer explosión cerca de la costa para causar un tsunami radiactivo.
“La ola contaminada puede arrasar metrópolis [estadounidenses] como Nueva York o Los Ángeles. Los expertos explican que el mismo efecto se puede lograr con los misiles balísticos intercontinentales, que existen desde la década de 1960”, agregó la fuente.
K-329 Belgorod fue presentado en 2018 por Rusia. Tiene 184 metros de eslora y 15 de manga. Puede viajar a unos 60 kilómetros por hora bajo el agua. Estiman que puede pasar hasta 120 días sin regresar a la superficie, por lo que no sería detectado por el sistema de alarmas que ha diseñado EE.UU. para alertar sobre el lanzamiento de misiles desde submarinos rusos.
Entre su arsenal cuenta con el supertorpedo Poseidón, cuyo nombre en clave es Status-6, un proyectil de 24 metros con capacidad para portar una cabeza nuclear de unos dos megatones y con la capacidad de destruir puertos y ciudades costeras.
“Es una categoría de arma completamente nueva que obligará a cambiar la planificación de las Armadas occidentales, llevando a definir nuevos requisitos y nuevos medios para contrarrestarla”, aseguró el analista militar, Hi Sutton, al diario italiano.
La incorporación de Bélgorod se produce en momentos de alta tensión entre Rusia y Ucrania, mientras avanza sin pausa la operación militar rusa para desmilitarizar y desnazificar el país eslavo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario