El Ejército de Irán condena el sangriento atentado terrorista en Shiraz y promete tomar represalia contra los enemigos del país, con EE.UU. e Israel a la cabeza.
“Los valientes hijos de la nación iraní en el Ejército están más que dispuestos para tomar venganza contra los enemigos del Islam e Irán por la sangre derramada de los mártires”, reza un comunicado del Ejército emitido este jueves un día después de la matanza de peregrinos ocurrida en el mausoleo de Shah Cheraq en Shiraz (suroeste), reivindicada por el grupo terrorista Daesh.El atentado tuvo lugar en la tarde del miércoles cuando un hombre armado abrió fuego con un rifle de asalto Kalashnikov contra los fieles que estaban dentro del santuario, y dejó como saldo 15 muertos y otras decenas de heridos.
El Ejército ha expresado sus condolencias a la nación iraní, y en particular a los allegados de los mártires, y subrayado que “bajo el mando del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas [el ayatolá Seyed Ali Jamenei], está listo para golpear con un puño de hierro a los enemigos en cualquier momento”.
La nota considera el atentado otro complot de enemigos para crear una brecha entre la nación y la Revolución Islámica. El trágico incidente, sin embargo, según el Ejército, mostró la imagen inhumana de los adversarios.
“Sin duda alguna, los esfuerzos inútiles de enemigos no solo no socavarán la determinación del pueblo iraní [de defender su Revolución], sino que reforzará la unidad y voluntad de la noble nación persa para continuar el camino de la Revolución y preservar los ideales del Imam [Jomeini, que en paz descanse]”, subraya el texto.
El Ejército ha avisado además que el atentado terrorista de Shah Cheraq fue parte de un plan diseñado por los enemigos que buscan incitar a disturbios en el país con el objetivo ulterior de perturbar la paz y la seguridad en Irán. Ante tal circunstancia, el Ejército pide a la nación iraní que esté atenta ante “las tramas de los grupos terroristas y los que amenazan la seguridad del país, todos afiliados a la arrogancia mundial y el régimen sionista”.
Y al final, la nota condena el silencio de las potencias occidentales que se autoproclaman defensor de los derechos humanos del pueblo iraní y sus mercenarios ante la tragedia de Shiraz y los acusa de “hipocresía”.
Las autoridades del país, incluido el presidente, Seyed Ebrahim Raisi, avisan que los disturbios acaecidos en el país tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini —en un hospital en Teherán días después de su detención por la Policía— allanan el camino para actos de terror como lo ocurrido en Shiraz.
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