Irán monitorea los movimientos de los bombarderos estadounidenses B-52H en sus vuelos por el Golfo Pérsico a una distancia de más de 150 km de sus fronteras.
“Todos los movimientos de las fuerzas regionales y extrarregionales en el Golfo Pérsico, incluido el vuelo de los bombarderos B-52H (de EEUU), se controlan a una distancia de más de 150 km de las fronteras iraníes, y la Base integrada de Defensa Aérea del país monitorea sus movimientos en todo momento”, explica este sábado el subjefe de la Base de Defensa Aérea Jatam Al-Anbia del Ejército iraní, el general de brigada Qader Rahimzade
Con estas palabras hacía referencia a la misión de dos B-52H estadounidenses en Asia Occidental, que en 36 horas de vuelo los llevó el jueves desde Louisiana (EE.UU.) al Golfo Pérsico, cerca de las aguas territoriales de Irán, un despliegue que responde a las últimas tensiones entre Irán y EE.UU.
El alto mando castrense iraní ha aclarado que el espacio aéreo es una de las principales líneas rojas del país, y por ello advierte a los enemigos que la República Islámica dará una respuesta contundente a “la más mínima violación de su cielo”.
También ha afirmado que todas las aeronaves enemigas, tanto tripuladas como no tripuladas, están bajo la mira de Irán en el Golfo Pérsico, y la Fuerza de Defensa Aérea iraní, tras analizar los movimientos del adversario, planifica posibles respuestas de producirse una violación.
Los B-52H estadounidenses llegaron al Golfo Pérsico en medio de la escalada de tensiones entre Irán y Estados Unidos después del asesinato, el 27 de noviembre, del prominente científico nuclear iraní Mohsen Fajrizadeh, en el que, según los indicios, están implicación Washington y el régimen de Israel.
Asimismo, el próximo 3 de enero se cumplirá el primer aniversario del asesinato (ordenado por Washington) del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, en Bagdad, capital iraquí.
Según anunció el Comando Central de Estados Unidos (Centcom) en un comunicado, el vuelo de los B-52H por el Golfo Pérsico era parte de un esfuerzo para disuadir a Irán de cualquier acto de represalia contra las bases o tropas estadounidenses.
Irán respondió en enero al asesinato de Soleimani bombardeando dos bases estadounidenses en Irak, pero las autoridades persas prometieron vengarse de verdad de Washington cuando fuera el momento.
En el caso de Fajrizade, Irán también ha prometido un duro castigo a los asesinos del físico a su debido tiempo y lugar.
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