Buscar en este blog

domingo, 10 de mayo de 2015

¿Se están dando las condiciones previas para una hiperinflación en EE.UU?




En los casos históricos de hiperinflación, surgidos en Alemania y Zimbabwe, se dieron tres causas comunes: una enorme deuda en divisa extranjera, la pérdida de la capacidad productiva del país y una política fiscal irregular.

¿Hiperinflación en la Alemania de Weimar?

Después de la Primera Guerra Mundial, todas las naciones intervinientes se encontraban en la ruina debido al costo de la guerra. Ningún país tenía suficientes activos en oro para pagar los miles de millones de dólares que adeudaban. Y esto era un problema multilateral. Por ejemplo, Gran Bretaña no podía pagar sus deudas a los EE.UU. hasta que los otros aliados reembolsaran sus deudas a Gran Bretaña.

Y los EE.UU no podían cobrar los 25.5 mil millones que habían prestado a otras naciones durante la guerra. Así que los vencedores de la guerra impusieron unos términos draconianos a los alemanes en el Tratado de Versalles de 1919. Las reparaciones de guerra constituían un tercio del gasto de Alemania. Así que el déficit presupuestario germano llegó a superar en un 50% el PIB. Y para empeorar las cosas, las reparaciones estaban establecidas en una moneda extranjera. Las ocupaciones militares, por parte de franceses y belgas, de las zonas industriales alemanas acabaron por colapsar las capacidades productivas del país.

El gobierno, de la República de Weimar, vio en la impresión de monedas una oportunidad para, por lo menos, cumplir con sus obligaciones domésticas. El aumento de la oferta monetaria y la falta de recursos productivos llevaron a la hiperinflación y el colapso. La clave de la hiperinflación de Weimar fue doble. Por un lado, la extraordinaria deuda, en moneda extranjera, de Alemania a causa de la guerra y la enorme pérdida de capacidad productiva -en manos de franceses y belgas tras la ocupación del Ruhr-. Un situación que provocó un aumento brutal de precios porque la demanda existente superaba la oferta.

La hiperinflación de Zimbabwe

Si bien los hechos en Zimbabwe son diferentes, las causas subyacentes de la hiperinflación fueron las mismas: obligaciones en moneda extranjera y una pérdida de la capacidad productiva. Recordemos. Zimbabwe se independizó de Gran Bretaña en 1980. Sin embargo, a finales de 1990 el 70% de la tierra cultivable productiva todavía estaba en manos de una pequeña minoría, en torno al 1% de los granjeros blancos del país. Después de años de hablar de la redistribución de la tierra, en 2000, el presidente Robert Mugabe la llevó a la práctica. El proceso de redistribución fue un desastre, tanto legal como económicamente. Muchos blancos huyeron por la escalada de violencia que tuvo lugar. El resultado fue una enorme disminución de la producción agrícola de Zimbabwe. Con la caída de la producción agrícola, Zimbabwe tuvo que pagar con divisas extranjeras las importaciones de alimentos. Y, como sucedió en Alemania, el gobierno recurrió a las imprentas para cumplir con sus obligaciones domésticas. Esta mezcla tóxica terminó en hiperinflación.

¿Está EE.UU. siguiendo el mismo patrón hacia la hiperinflación como Alemania y Zimbabwe?

Estas condiciones previas, sin embargo, no son tan evidentes en los EE.UU por tres motivos. En primer lugar, el dólar estadounidense es la moneda de reserva del mundo por lo que los EE.UU. pueden pagar por bienes comerciales en dólares estadounidenses. Los EE.UU. no tienen deudas en divisa extranjera ni el dólar mantiene una paridad con el oro. Toda la deuda se emite en moneda nacional.

En segundo lugar, la subida de precios de las materias primas afecta a todas las divisas mundiales por igual, no sólo al dólar estadounidense. Un ascenso brusco y prolongado dará lugar a la destrucción de la demanda, antes de que pudiera ocurrir cualquier hiperinflación. Y esto sucede porque el nivel de desempleo es alto y la falta de consumo no ejerce presiones inflacionarias en los precios.

Por último, EE.UU mantiene una política fiscal efectiva, a diferencia de los dos ejemplos anteriores. Las leyes del gobierno confieren al dólar la particularidad de ser de curso legal. Y este monopolio gubernamental elimina cualquier competencia en el medio de intercambio. El gobierno es la única entidad, en la sociedad, que pueden obligar a todos y cada uno de sus ciudadanos a aceptar esta situación porque los impuestos son coercitivos. Y de no pagarlos habrá consecuencias. Esto significa que la gente necesita el dinero del gobierno para saldar las deudas tributarias. Y el dólar sigue siendo la moneda de reserva mundial. No hay evidencia de que los inversores hayan dejado de confiar en el dólar ni de que existan ventas masivas de la divisa estadounidense.

Así que no parece que habrá hiperinflación en los EE.UU. a corto plazo.    FUENTE

Fuente: Nakedcapitalism

No hay comentarios:

Publicar un comentario