Rusia está aumentando su cuota en el mercado mexicano de trigo. En 2016 Moscú superó a Washington como el principal exportador de este cereal, informó el pasado mes de julio la agencia Reuters. Especialistas rusos y mexicanos explicaron a Sputnik el porqué del éxito del trigo ruso en este país latinoamericano.
México compra el trigo ruso porque tiene un precio más atractivo, explicó a Sputnik el presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de la Industria Molinera de Trigo (Canimolt), José Luis Fuente.
"Lo que hacemos es buscar opciones de mercado, las que tienen la misma calidad y el mejor precio posible. Si lo encontramos, lo compramos. Esa es la razón por la que estamos optando cada vez más por el trigo ruso", declaró.
México importa trigos de varios orígenes, agregó el experto. En particular, usa los trigos de Rusia y de Argentina para hacer una mezcla. De esta manera elaboran las harinas de fuerza que requiere el mercado mexicano, subrayó.
"Para nosotros, en el caso del trigo siempre es un aliciente tener opciones de mercado. Cada día estamos aumentando las importaciones [de Rusia] porque nos da calidad y precio", reiteró Fuente.
Según el entrevistado, los trigos de Rusia y Argentina tienen algunas diferencias en su calidad.
El trigo argentino es un poco más suave y con una buena calidad de proteína. El trigo ruso es un poco más duro. Ambos nos permiten hacer las mezclas para las harinas", señaló.
La decisión de adquirir el trigo de países específicos tiene que ver con un asunto de logística, prosiguió.
El trigo argentino tarda entre 23 y 24 días en llegar a México, mientras que el ruso tarda unos 20 días.
"Es un tema de costo básicamente, pero también tiene que ver con las calidades que nos ofrecen ambos mercados. Nos los veo como una competencia, sino como un complemento", enfatizó el especialista mexicano.
Socio de importancia primordial
Al optar por el trigo ruso, nuestros socios mexicanos se guían, sobre todo, por la correlación entre la calidad y el precio, confirmó a Sputnik una fuente en el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia que prefirió permanecer en anonimato. También destacó que la situación es la misma en lo que se refiere a los suministros de trigo ruso a Nicaragua.
"La razón principal por la que las importaciones de trigo ruso parecen más beneficiosas en comparación con las de EEUU es precisamente dicha correlación entre calidad y precio junto con un apoyo logístico bien establecido", señaló.
La formación de precios de los suministros de trigo rusos es absolutamente natural y de ninguna manera está vinculada con el 'dumping' —la venta a precios inferiores al costo para obtener más cuota en el mercado—, aseguró.
El costo atractivo de importar trigo ruso se debe completamente a las cantidades de cosecha de este cereal en Rusia. Los gastos de la producción compensan los del transporte. De ahí que el precio resulte más ventajoso para los importadores mexicanos, expuso el funcionario.
Rusia compite por el mercado mexicano con países como Ucrania en condiciones casi iguales, puesto que las exportaciones de estos dos países son comparables, tanto en términos de distancia como en logística. La presencia de cualquiera de los dos en el mercado mexicano es una mera cuestión de negociaciones comerciales y coyuntura específica, agregó la fuente.
Asimismo, en la situación actual se plantea la competencia entre Rusia y Argentina por el mercado de México.
A pesar de que el trigo de estos dos países se produce en temporadas diferentes, dicho cereal puede ser almacenado durante largos períodos, lo que endurece la competencia, agregó.
"En el futuro tampoco se excluye el aumento de las exportaciones de Rusia a México, aunque en dicho caso dependerá mucho de la situación en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que no está pasando por su mejor momento", puso de relieve el experto.
En particular, depende mucho de la posible introducción de barreras adicionales entre los países miembros de la organización o, al revés, de la creación de un entorno sin obstáculos comerciales dentro de ella, añadió.
México, por su parte, trata activamente de explorar nuevos nichos en el mercado ruso. Este país es el segundo socio económico más grande de Rusia en América Latina, después de Brasil. Este es el indicio más importante de las relaciones económicas entre los dos países, puntualizó.
"México es un socio económico de importancia primordial para el Estado ruso. La escala de la economía de este país latinoamericano es enorme, mientras que las economías de Rusia y México son complementarias. Las posibilidades aquí tienen aspecto positivo. Los dos países trabajan en el mejoramiento de las relaciones bilaterales", manifestó la fuente.
A su juicio, si las relaciones entre Washington y México en el marco del TLCAN siguen deteriorándose, las condiciones en el mercado de este país latinoamericano mejorarán para Rusia.
Batir nuevos récords
El aumento de las importaciones del trigo ruso a México tiene que ver con una excelente relación comercial que viene creciendo entre los dos países, dijo a Sputnik el presidente del Consejo Nacional para el Abasto de Granos y Oleaginosas (Conago), Felipe de Javier Peña.
"En el año siguiente —la temporada 2018/2019— México va a ver un incremento importante del trigo ruso porque las empresas mexicanas ya han adquirido una cantidad significativa. Este año va a ser un record absoluto. Esto tiene que ver con la calidad del trigo ruso", indicó el dirigente mexicano.
Según relató, la parte mexicana ya ha tenido encuentros organizados por la Embajada rusa y coordinados por ProMéxico, el organismo que se ocupa de la promoción de productos mexicanos en el exterior.
En estas reuniones se han planteado propuestas de armar negocios entre las partes, en particular, la venta de helicópteros, aviones, vehículos de carga y tractores rusos para el mercado de México.
Los productos mexicanos, a su vez, buscan incrementar sus ventas en el mercado ruso, especialmente, en el sector agropecuario. Se trata, por ejemplo, de la exportación de ajonjolí —semillas de sésamo—, maíz, aceite de ajonjolí, tequila y carne, enumeró el experto.
En 2016 fueron suministradas casi 500.000 toneladas de trigo ruso a México por un valor de 82,6 millones de euros y a finales de 2017 ambos países acordaron ampliar sus intercambios agroalimentarios. El comercio entre el país latinoamericano y Rusia creció en 2016 un 7,55%, y durante los primeros seis meses de 2017 registró un aumento del 38% respecto al mismo período del año anterior, según anunció el presidente Vladímir Putin durante la reunión de los BRICS celebrada en China a finales del año pasado.
Rusia compite por el mercado mexicano con países como Ucrania en condiciones casi iguales, puesto que las exportaciones de estos dos países son comparables, tanto en términos de distancia como en logística. La presencia de cualquiera de los dos en el mercado mexicano es una mera cuestión de negociaciones comerciales y coyuntura específica, agregó la fuente.
Asimismo, en la situación actual se plantea la competencia entre Rusia y Argentina por el mercado de México.
A pesar de que el trigo de estos dos países se produce en temporadas diferentes, dicho cereal puede ser almacenado durante largos períodos, lo que endurece la competencia, agregó.
"En el futuro tampoco se excluye el aumento de las exportaciones de Rusia a México, aunque en dicho caso dependerá mucho de la situación en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que no está pasando por su mejor momento", puso de relieve el experto.
En particular, depende mucho de la posible introducción de barreras adicionales entre los países miembros de la organización o, al revés, de la creación de un entorno sin obstáculos comerciales dentro de ella, añadió.
México, por su parte, trata activamente de explorar nuevos nichos en el mercado ruso. Este país es el segundo socio económico más grande de Rusia en América Latina, después de Brasil. Este es el indicio más importante de las relaciones económicas entre los dos países, puntualizó.
"México es un socio económico de importancia primordial para el Estado ruso. La escala de la economía de este país latinoamericano es enorme, mientras que las economías de Rusia y México son complementarias. Las posibilidades aquí tienen aspecto positivo. Los dos países trabajan en el mejoramiento de las relaciones bilaterales", manifestó la fuente.
A su juicio, si las relaciones entre Washington y México en el marco del TLCAN siguen deteriorándose, las condiciones en el mercado de este país latinoamericano mejorarán para Rusia.
Batir nuevos récords
El aumento de las importaciones del trigo ruso a México tiene que ver con una excelente relación comercial que viene creciendo entre los dos países, dijo a Sputnik el presidente del Consejo Nacional para el Abasto de Granos y Oleaginosas (Conago), Felipe de Javier Peña.
"En el año siguiente —la temporada 2018/2019— México va a ver un incremento importante del trigo ruso porque las empresas mexicanas ya han adquirido una cantidad significativa. Este año va a ser un record absoluto. Esto tiene que ver con la calidad del trigo ruso", indicó el dirigente mexicano.
Según relató, la parte mexicana ya ha tenido encuentros organizados por la Embajada rusa y coordinados por ProMéxico, el organismo que se ocupa de la promoción de productos mexicanos en el exterior.
En estas reuniones se han planteado propuestas de armar negocios entre las partes, en particular, la venta de helicópteros, aviones, vehículos de carga y tractores rusos para el mercado de México.
Los productos mexicanos, a su vez, buscan incrementar sus ventas en el mercado ruso, especialmente, en el sector agropecuario. Se trata, por ejemplo, de la exportación de ajonjolí —semillas de sésamo—, maíz, aceite de ajonjolí, tequila y carne, enumeró el experto.
En 2016 fueron suministradas casi 500.000 toneladas de trigo ruso a México por un valor de 82,6 millones de euros y a finales de 2017 ambos países acordaron ampliar sus intercambios agroalimentarios. El comercio entre el país latinoamericano y Rusia creció en 2016 un 7,55%, y durante los primeros seis meses de 2017 registró un aumento del 38% respecto al mismo período del año anterior, según anunció el presidente Vladímir Putin durante la reunión de los BRICS celebrada en China a finales del año pasado.
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