El diseñador jefe del Instituto de Diseño Aeronáutico de Shengyang, Wang Yongqing, compartió su opinión sobre el caza ruso de quinta generación y explicó por qué no necesita ser invisible para salir victorioso de un hipotético combate aéreo.
Wang, uno de los ingenieros tras el desarrollo del caza chino de la quinta generación J-31, dijo que las capacidades generales del avión de fabricación rusa "no están mal",informa el medio chino Global Times.
Según él, la furtividad no es una prioridad para los diseñadores rusos, que se enfocaron más en su diseño aerodinámico innovador, en la supermaniobrabilidad con la ayuda del empuje vectorial y en el vuelo de crucero supersónico.
Al fin y al cabo, señala el experto, el concepto estadounidense de lanzar misiles a una gran distancia ignora un aspecto importante del combate aéreo: estos misiles tardarían mucho en alcanzar a sus objetivos, dando así tiempo al Su-57 de evadirlos con 'supermaniobras'.
Además, Yongqing destacó que los cazas rusos están dotados con radares especiales para detectar la posición exacta de los misiles lanzados contra ellos.
Por lo cual, al sacar del juego a los misiles de largo alcance todo se decidiría a una distancia más corta, donde la furtividad pierde importancia y se impone la supermaniobrabilidad, explicó.
El experto también añadió que aparte del radar frontal de toda la vida, el Su-57 tiene radares laterales. Junto con los sensores infrarrojos, se espera que el caza ruso pueda detectar las aeronaves furtivas más rápidamente. De tal modo, el experto concluyó que el concepto del Su-57 es "muy único"
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