Para Rusia los sistemas de defensa aérea S-400 se han convertido en un superventas, pero para la OTAN es una auténtica "pesadilla", opina el periodista Gernot Kramper en su artículo para la revista alemana Stern.
Según Kramper, el S-400 ruso es uno de los sistemas de defensa aérea más potentes en el mundo.
"Durante mucho tiempo EEUU dominó el espacio aéreo, sin embargo, el S-400 es peligroso para sus aviones invisibles", destaca el autor del artículo al agregar que "Occidente desconoce el rendimiento exacto de esta arma" y "hasta ahora ha sido escéptico" acerca de su capacidad de detectar y luchar contra aviones invisibles.
Sin embargo, la compra por parte de Turquía y otros Estados es una clara evidencia de que Rusia pudo convencer a sus compradores, opina el periodista.
"Estas habilidades realmente existen. (…) La presencia de un solo grupo de S-400 en Siria condujo a que los aviones occidentales fueran incapaces de controlar el espacio aéreo, o que cada misión se volviera incalculable", recalca.
Kramper considera que la compra de los S-400 beneficia al país otomano más que la posible adquisición de los sistemas Patriot.
"Con cuatro baterías del S-400, la influencia de Turquía en el Mediterráneo oriental aumentaría enormemente. (…) El S-400 es mucho más avanzado que el sistema Patriot y cuesta aproximadamente la mitad de su precio", aseveró.
A finales de 2017, Turquía y Rusia firmaron un acuerdo de compra por parte de Ankara de los sistemas S-400 por valor de 2.500 millones de dólares.
En abril de 2019 el Pentágono frenó la entrega de aviones de combate F-35 de quinta generación a Turquía debido a los planes del país otomano de comprar los S-400.
Según el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, esta adquisición provoca una gran preocupación en Estados Unidos y representa una amenaza para la unidad de la OTAN.
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