El grupo Talibán declara nuevos ataques contra lo que llamó “la ocupación” e “invasión” de EE.UU. a Afganistán, mientras Kabul lo califica de “mera propaganda”.
El anuncio del comienzo de “la anual ofensiva de primavera” de los talibanes —con la que se lanza ataques contra las fuerzas extranjeras y las autoridades en Afganistán— se ha producido en medio de los esfuerzos para entablar diálogos de paz entre los insurgentes y Kabul, previstos para el próximo 19 de abril.
En un comunicado emitido este viernes, la banda armada ha prometido lanzar la llamada operación Fath” (victoria, en árabe) en todo el territorio de Afganistán en busca de “erradicar la ocupación” y “limpiar” el país de “la invasión y ocupación”.
El grupo ha reconocido en la nota que “grandes partes” del territorio afgano han sido “liberadas del enemigo”, sin embargo, ha insistido en que sigue la lucha hasta la expulsión total de las fuerzas extranjeras.
Aunque grandes partes de la patria han sido liberadas del enemigo, las fuerzas extranjeras de la ocupación siguen ejerciendo su influencia militar y política en nuestro país islámico (…)”, insiste en un comunicado el grupo armado Talibán en Afganistán, para luego agregar que su deber “no se ha terminado”.
Qais Mangal, un portavoz del Ministerio afgano de Defensa, no obstante, ha considerado la llamada “ofensiva de primavera” del Talibán como “una mera propaganda”, y ha asegurado que el grupo armado “no alcanzará sus metas maliciosas” y que sus operaciones serán neutralizadas tal y como ocurrió en los años anteriores, ha prometido el portavoz.
Por su parte, Atta-u-Rahman Saleim, un diputado afgano, ha indicado al medio estadounidense The Associated Press (AP) que semejantes anuncios “socavan la credibilidad” de los propios talibanes. “Ellos están insistiendo en guerra (…) Lo podemos observar cada día”, ha denunciado.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., invadió Afganistán en 2001, so pretexto de derrocar a Talibán e intensificar la lucha antidroga. La intervención militar, no obstante, sólo agravó la situación y allanó el camino para el surgimiento del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en este país asiático, luego de perder los territorios que controlaba en Irak y Siria.
El presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, también afirmó en noviembre pasado que la banda armada “no está perdiendo” en Afganistán y al mismo tiempo descartó una solución militar al conflicto.
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