A comienzos de la cumbre UE-China los negociadores europeos amenazaron con abandonar la discusión de la agenda si China no especifica cuando aplicará las reformas necesarias en su mercado y fija el cronograma para su implementación.
Esta conducta señala que existen círculos políticos en Europa que "tienen sed de sangre china", opina el periodista ruso Dmitri Kósirev.
En sus negociaciones con China los representantes de la UE mostraron señales de estar envalentonados por la conducta del presidente estadounidense Donald Trump y su equipo que previamente habían presionado a China para lograr las mejores condiciones comerciales [en el futuro acuerdo entre los dos países], informa el periódico chino South China Morning Post.
Una alianza dividida
A su vez el periodista ruso Dmitri Kósirev destaca en su artículo para la versión rusa Sputnik que la cumbre UE-China celebrada en Bruselas demostró que Occidente no tiene una postura común a la hora de definir a China como un país amigo o enemigo. El autor recuerda que a pesar de las diferencias políticas, los ciudadanos europeos tratan con respeto a los turistas chinos llamándolos con cariño "pandas".
"Parece que el dragón como símbolo del Imperio chino cedió su liderazgo al panda. (…) Está claro que dentro de la UE existe un grupo báltico que trata al 'panda chino' como al 'oso ruso', simplemente no la quiere y ya", recalca Kósirev.
No obstante, el periodista recuerda que hay otro grupo de Estados de Europa Central y del Este que tratan bien al 'panda chino'. Son 16 países, cuyo comercio con China no solo superó los 82.000 millones de dólares, sino que también creció un 21% en el 2018.
"Ahora, Italia y Grecia pasaron a formar parte de este bando de los así llamados amigos del 'panda chino' ", menciona el periodista, refiriéndose a la reciente visita de Xi Jinping a Italia donde el presidente chino firmó 29 acuerdos, incluida la adhesión del país alpino a la Iniciativa de la Franja y la Ruta que promueve China.
Además, el periodista considera que es importante tomar en cuenta que EEUU y China son los socios más importantes para la UE y desde hace 15 años la UE es el socio más importante para China.
Hay círculos europeos que tienen sed de sangre
Kósirev recuerda que hace un tiempo se consideraba que las cumbres UE-China buscaban que China se familiarizara con el sistema europeo de normas y valores.
"Es decir, en estas cumbres los europeos leían sermones acerca de los derechos humanos y el buen orden político, mientras que sus interlocutores con avidez se arrimaban a las avanzadas tecnologías occidentales a cambio de su correcta conducta", evoca.
Según el autor, la principal pelea en la reciente cumbre se llevó a cabo alrededor preguntas como: cuándo Pekín aplicará las reformas que promete aplicar desde hace un tiempo y dejará de subsidiar a varias industrias de su economía, creando, de acuerdo con Occidente, premisas para una competición poco honesta.
La dureza que la UE mostró en la cumbre con China puede ser explicada por el ataque de Washington contra Pekín. Kósirev recuerda que las negociaciones entre China y EEUU acerca de la guerra comercial han entrado en la etapa final ya que las partes supuestamente están a punto de firmar "un duro acuerdo para el gigante asiático".
"Y ahora, al sentir el olor a sangre china, los europeos empezaron a presionar a su socio asiático ‘intransigente’", escribe.
¿Es una simple hipocresía?
El periodista ruso opina que la ideología de aquellos círculos políticos que consideran que Pekín no solo se convierte en su principal socio económico sino que también empieza a dominar sobre ellos en la esfera política, divide a la alianza europea en partes. Esta es la razón por la que en marzo los jefes de Estados de la UE discutieron el nuevo documento estratégico preparado por la Comisión Europea que describe a China como "un rival sistemático que promueve modelos de gobierno alternativo".
Los líderes del Viejo Continente están de acuerdo en que su actual competición con China requiere que se realice una revisión de sus instrumentos políticos y ellos finalmente pasen a entender que el periodo de la llamada "apertura asimétrica" con China ha acabado, escribe el periodista Andrew Small en su artículo para la revista Foreign Affairs.
"El presidente Emmanuel Macron que encabezó la reciente cumbre europea caracterizó el actual momento [en las relaciones con China] como el del despertar europeo", recalca Small.
A su vez Kósirev opina que el documento de la Comisión Europea, así como las declaraciones del mandatario galo fueron presentados con un solo objetivo: para alegrar a EEUU.
"¿Entonces por qué en vísperas de la cumbre Macron firmó con China acuerdos económicos por un monto de 20.000 millones de dólares? Como resultado podemos apreciar una típica hipocresía de los europeos. En realidad, su sobrevivencia y salvación de los desastres depende de China, país con el que los países europeos van a trabajar juntos y por separado", concluye el periodista ruso.
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