Rusia y China le han plantado cara a Estados Unidos en Latinoamérica. Al apoyar de manera irrestricta a Venezuela, han detenido de momento el plan estadounidense de imponer por la fuerza un Gobierno afín a sus intereses en el país suramericano.
¿Lo próximo en acontecer? Washington sacrificará su desgastado peón de turno, mantendrá una guerra de baja intensidad (operaciones subversivas contra servicios básicos, operaciones de información para mantener el asedio psicológico y el cerco financiero), y dará un cínico 'paso atrás' mientras se reorganiza para una próxima avanzada.
Ya de momento han sacado el máximo provecho sin disparar una bala. Más de 30.000 millones secuestrados al Estado venezolano —y que serán muy difíciles de recuperar— conforman el botín de esta novedosa modalidad de guerra que podríamos bautizar, pensando en Bush, como de 'saqueo preventivo'.
No obstante, la paz representa un espejismo. Mientras continúe el modelo capitalista de depredación de recursos energéticos, Venezuela seguirá siendo el objetivo lógico y altamente codiciado por el aparato financiero-militar instalado en Washington. Por tanto, vale la pena dar un vistazo al futuro y pensar qué nueva cosa estarán tramando los tanques de pensamiento al servicio de la OTAN-EEUU.
Señales inquietantes
Señal 1
El 23 de marzo, el ministro de Comunicación e Información del Gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, ofrece detalles sobre la captura de Roberto Marrero, hombre de confianza de Juan Guaidó, y su vinculación con un plan terrorista en Venezuela. Existe un detalle de dicha entrevista que llama la atención. Dice Rodríguez: "Proponen [Marrero y Guaidó, entre otros] dividir a Venezuela en dos Repúblicas, la República Venezuela del Este y la República Venezuela del Oeste…ellos pretenden quedarse con la del Este".
Señal 2
Moisés Naím, uno de los escritores más influyentes dentro del campo de la oposición política venezolana, declara en una entrevista concedida a un medio español el 27 de marzo, que en Venezuela puede darse el siguiente escenario: "Una situación como la que hay en Libia, por ejemplo, que hay dos Gobiernos que controlan diferentes áreas geográficas del país que controlan distintas instituciones. En este caso, Maduro tendría el apoyo de Rusia, China, Cuba, Irán, Turquía y Bolivia, Nicaragua, etcétera; y Juan Guaidó tendría el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y las democracias de América Latina y eso podría perpetuarse".
Señal 3
Recientemente la presidenta de la ONG RFK Human Rights, la estadounidense Kerry Kennedy, se encuentra de visita en la frontera de Brasil y Venezuela "visitando comunidades indígenas de la etnia pemón que han huido de Venezuela por persecución política". La información la ha hecho pública Alfredo Romero, presidente de la ONG Foro Penal, organización muy activa en el 'lobby' mediático y la defensa jurídica de los políticos venezolanos que durante más de veinte años se han implicado en el objetivo de derrocar a los Gobiernos de Hugo Chávez, y luego de Nicolás Maduro.
Señal 4
Durante los apagones que viviera Venezuela en el mes de marzo, el país se mantuvo en relativa calma. Las situaciones de mayor tensión ocurrieron en el estado Zulia, fronterizo con Colombia. Allí se registraron violentos saqueos, especialmente en la ciudad de Maracaibo. El diputado opositor Juan Guaidó justificó y aupó tales acciones a través de su cuenta Twitter.
De la balcanización…
En 2017 Venezuela sufrió los episodios de violencia más atroces en su historia reciente. La oposición política al Gobierno venezolano mantuvo durante más de cuatro meses focos de disturbios en distintos puntos de este país suramericano.
No obstante, la paz representa un espejismo. Mientras continúe el modelo capitalista de depredación de recursos energéticos, Venezuela seguirá siendo el objetivo lógico y altamente codiciado por el aparato financiero-militar instalado en Washington. Por tanto, vale la pena dar un vistazo al futuro y pensar qué nueva cosa estarán tramando los tanques de pensamiento al servicio de la OTAN-EEUU.
Señales inquietantes
Señal 1
El 23 de marzo, el ministro de Comunicación e Información del Gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, ofrece detalles sobre la captura de Roberto Marrero, hombre de confianza de Juan Guaidó, y su vinculación con un plan terrorista en Venezuela. Existe un detalle de dicha entrevista que llama la atención. Dice Rodríguez: "Proponen [Marrero y Guaidó, entre otros] dividir a Venezuela en dos Repúblicas, la República Venezuela del Este y la República Venezuela del Oeste…ellos pretenden quedarse con la del Este".
Señal 2
Moisés Naím, uno de los escritores más influyentes dentro del campo de la oposición política venezolana, declara en una entrevista concedida a un medio español el 27 de marzo, que en Venezuela puede darse el siguiente escenario: "Una situación como la que hay en Libia, por ejemplo, que hay dos Gobiernos que controlan diferentes áreas geográficas del país que controlan distintas instituciones. En este caso, Maduro tendría el apoyo de Rusia, China, Cuba, Irán, Turquía y Bolivia, Nicaragua, etcétera; y Juan Guaidó tendría el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y las democracias de América Latina y eso podría perpetuarse".
Señal 3
Recientemente la presidenta de la ONG RFK Human Rights, la estadounidense Kerry Kennedy, se encuentra de visita en la frontera de Brasil y Venezuela "visitando comunidades indígenas de la etnia pemón que han huido de Venezuela por persecución política". La información la ha hecho pública Alfredo Romero, presidente de la ONG Foro Penal, organización muy activa en el 'lobby' mediático y la defensa jurídica de los políticos venezolanos que durante más de veinte años se han implicado en el objetivo de derrocar a los Gobiernos de Hugo Chávez, y luego de Nicolás Maduro.
Señal 4
Durante los apagones que viviera Venezuela en el mes de marzo, el país se mantuvo en relativa calma. Las situaciones de mayor tensión ocurrieron en el estado Zulia, fronterizo con Colombia. Allí se registraron violentos saqueos, especialmente en la ciudad de Maracaibo. El diputado opositor Juan Guaidó justificó y aupó tales acciones a través de su cuenta Twitter.
De la balcanización…
En 2017 Venezuela sufrió los episodios de violencia más atroces en su historia reciente. La oposición política al Gobierno venezolano mantuvo durante más de cuatro meses focos de disturbios en distintos puntos de este país suramericano.
A simple vista las protestas callejeras parecían una estrategia de presión para producir un cambio de Gobierno. Sin embargo, un estudio minucioso sobre la naturaleza de los crímenes y la elección de los lugares convertidos en campos de guerra reveló que el caos obedecía a una agenda oculta.
Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos estaba detrás de las protestas usando el mismo esquema de las primaveras árabes y las revoluciones de colores. El objetivo final, su derrocamiento.
Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos estaba detrás de las protestas usando el mismo esquema de las primaveras árabes y las revoluciones de colores. El objetivo final, su derrocamiento.
Sin embargo, para Thierry Meyssan, periodista francés, el objetivo no era tan evidente y el plan ocultaba lo que parece el verdadero interés de la élite global en Venezuela.
"Al principio, parece una revolución de color, pero el objetivo no es el mismo porque no se trata de derrocar un Gobierno y de reemplazarlo por la oposición. Se trata de utilizar al Gobierno de la oposición para que se enfrenten y destruir el país. A Estados Unidos no le interesa quien está en el poder. Su cuestión, su problema es destruir el país y el Estado, es decir, la capacidad de resistencia de ese pueblo", afirma Meyssan.
Meyssan explica que este nuevo enfoque de promoción de conflictos nació en el Pentágono a comienzos del siglo XXI. Tanques de pensamiento como El Nuevo Siglo Americano y el consultor militar, Thomas Barnett, desarrollaron las líneas maestras.
La intención es dividir al mundo en dos grandes bloques. Una zona de orden, compuesta por naciones integradas (EEUU, la OTAN y sus aliados) conocida como el Núcleo, y otro territorio anarquizado, lleno de naciones no integradas donde los conflictos y el caos serían la norma. Evitar que surjan países que puedan amenazar la hegemonía de Estados Unidos sería el fin último de este rediseño global.
Para el consultor y experto en inteligencia estratégica, Igor Collazos, el nuevo mapa estratégico del Pentágono solo puede concretarse a través de lo que se conoce como la 'balcanización de los Estados nación'.
Collazos considera dicho fenómeno como "el proceso de fractura de un territorio en Estados mutuamente hostiles. Hay situaciones en las que los países, producto de diferentes conflictos, étnicos, políticos o económicos, terminan escindiéndose en fracciones". A juicio del analista "la balcanización se produce como resultado de agentes externos que les interesa controlar partes del territorio", considera en este sentido que "no hay guerras que surjan naturalmente, sino que siempre hay un entramado o un contexto geopolítico que determina esos cambios", concluye.
Para el consultor, existen ocho tipos de mecanismos de balcanización:
Enclave: ocupación y consolidación de puntos estratégicos, relativamente pequeños pero muy bien posicionados para el control, sobre todo de redes de comunicación y transporte.
Intervención: actuación armada contra Estados nación.
Secesión: separación de porciones del territorio de un Estado nación.
Regionalismo: forjar identidades artificiales que enfatizan la diferencia sobre la unidad con miras a posicionar la idea de secesión por motivos pretendidamente culturales.
Metástasis: crecimiento descontrolado de enclaves al interior de un Estado nación.
Anexión: apoderamiento de una fracción del territorio de un Estado nación por parte de una potencia extranjera.
Especialización: fomento del desarrollo excesivo de una actividad económica particular de una región con el propósito de debilitar su capacidad de negociación, lo cual queda plenamente descrito por la teoría de la dependencia y de los sistemas mundo.
Conflictos: fomento de guerras entre pueblos hermanos para terminar de consolidar su separación.
Collazos identifica, en el caso venezolano, algunos territorios que son susceptibles de ser balcanizados.
La balcanizacion en el mapaEl primero de ellos sería la península de Paraguaná, allí se encuentra uno de los complejos refinadores de hidrocarburos más grandes del mundo. El segundo, ya había sido denunciado por el propio presidente Hugo Chávez, y se corresponde con la 'media luna occidental' y se compone de los estados, Zulia, Táchira y Mérida.
El tercero, es lo que Collazos llama 'el triángulo del occidente del país', formado por las ciudades de Barquisimeto, Acarigua y Valencia. 'Controlar estas ciudades es controlar las principales rutas de tránsito de alimentos y bienes esenciales. De facto, se dividiría el país. No en vano, durante las guarimbas del 2017 fueron escogidos como centros de acción de las bandas criminales', afirma. El último de los territorios se encuentra al sur del río Orinoco, allí se identifican tres franjas para las potencias occidentales.
La zona occidental, con el estado Amazonas, rica en biodiversidad y de interés para las corporaciones farmacéuticas. La franja central, donde predomina el hierro, el coltán y las tierras raras. Y, una franja oriental, rica en oro y de gran importancia geoestratégica porque controlaría el flujo del transporte marítimo desde el Atlántico hacia el interior del continente suramericano.
No era la primera vez que escuchaba la posibilidad de que el sur de Venezuela fuese balcanizado. Hace unos meses, el general Roberto González Cárdenas, especialista en geopolítica, denunciaba que el Gobierno de Washington a través de organizaciones religiosas estaría usando a los indígenas pemones con el fin de lograr acceso privilegiado a los recursos minerales que contienen los estados del Sur de Venezuela.
"En mi análisis, creo que ellos andan buscando balcanizar Venezuela porque andan detrás de lo que se llama 'el botín' que sería el estado Bolívar y el estado de Amazonas. Hoy, con la tecnología disponible y con lo que se sabe que tenemos exactamente en esos territorios, nos encontramos que de los 38 minerales estratégicos que establece Estados Unidos para ellos poder sostener una confrontación mundial, 30 existen en el Estado venezolano. Además somos la primera reserva de oro del mundo. Tenemos tanto oro que podemos pagar toda la deuda latinoamericana y aún nos quedaría oro", enfatiza González Cárdenas.
La fragmentación de Venezuela, el peligro latente
En una coyuntura como la que atraviesa Venezuela, donde se sigue hablando abiertamente de intervenir por la fuerza el país suramericano, las palabras del general González cobran mayor relevancia, así como las señales que hemos considerado al inicio del artículo.
Sin embargo, a pesar de los avances o retrocesos, y los periodos de marea alta y baja, al respecto del caso venezolano, Washington parece tener una estrategia bien definida e inmodificable: la balcanización como proyecto de largo aliento que responde a un plan de reordenamiento geopolítico del mundo, tal y como lo ha denunciado Thierry Meyssan.
Avanzar en este objetivo necesita, no obstante, lo que el escritor Luis Britto García llama 'la balcanización política', esto es: la fragmentación social al interior del país, la polarización, la ruptura emocional, incluso identitaria entre su población. Para ello, se ha recurrido a terribles campañas de promoción de odio y discriminación contra el chavismo, que no por casualidad resultan invisibles tanto para Twitter como para personajes públicos como Michelle Bachelet, alta comisionada para los derechos humanos de las Naciones Unidas.
Una prospectiva responsable y omniabarcadora por parte del Gobierno venezolano debe tomar muy en cuenta esta amenaza que se cierne sobre el país.
Preservar la cohesión social y evitar así la guerra civil, como preámbulo de la división territorial, tiene que convertirse en una tarea de primer orden.
Si se tiene éxito, evitaremos tropezar con el cruel balance hecho por el agente Alex Coronel, personaje del libro 'Reyes y dinosaurios', cuando sintetiza las consecuencias terribles del quiebre social:
"¿Hasta dónde es posible tensar la cuerda, mover las estructuras de una sociedad y que la misma pueda seguir funcionando sin traumas? ¡Vaya dilema! ¿Han intentado reparar un angelito de porcelana luego de que se ha hecho añicos en el piso? Por sus caras creo que no. Pues bien, hagan la prueba, tírenlo, patéenlo, y luego traten de unir las piezas. Por más ahínco y tesón con que lo intenten, jamás será el mismo angelito. Solo será una figura más que se ha roto y que algún inocente cree que con un poco de astucia y pegamento puede volver a reparar. Cuando pongan el angelito de nuevo en la repisa y lo vean desde lejos, ¿saben lo que verán? Cicatrices. No un angelito que tiene cicatrices, no, es al contrario; serán cicatrices que antes fueron un angelito
Avanzar en este objetivo necesita, no obstante, lo que el escritor Luis Britto García llama 'la balcanización política', esto es: la fragmentación social al interior del país, la polarización, la ruptura emocional, incluso identitaria entre su población. Para ello, se ha recurrido a terribles campañas de promoción de odio y discriminación contra el chavismo, que no por casualidad resultan invisibles tanto para Twitter como para personajes públicos como Michelle Bachelet, alta comisionada para los derechos humanos de las Naciones Unidas.
Una prospectiva responsable y omniabarcadora por parte del Gobierno venezolano debe tomar muy en cuenta esta amenaza que se cierne sobre el país.
Preservar la cohesión social y evitar así la guerra civil, como preámbulo de la división territorial, tiene que convertirse en una tarea de primer orden.
Si se tiene éxito, evitaremos tropezar con el cruel balance hecho por el agente Alex Coronel, personaje del libro 'Reyes y dinosaurios', cuando sintetiza las consecuencias terribles del quiebre social:
"¿Hasta dónde es posible tensar la cuerda, mover las estructuras de una sociedad y que la misma pueda seguir funcionando sin traumas? ¡Vaya dilema! ¿Han intentado reparar un angelito de porcelana luego de que se ha hecho añicos en el piso? Por sus caras creo que no. Pues bien, hagan la prueba, tírenlo, patéenlo, y luego traten de unir las piezas. Por más ahínco y tesón con que lo intenten, jamás será el mismo angelito. Solo será una figura más que se ha roto y que algún inocente cree que con un poco de astucia y pegamento puede volver a reparar. Cuando pongan el angelito de nuevo en la repisa y lo vean desde lejos, ¿saben lo que verán? Cicatrices. No un angelito que tiene cicatrices, no, es al contrario; serán cicatrices que antes fueron un angelito
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