Últimamente Venezuela la ha estado pasando muy mal a raíz de los constantes apagones eléctricos que han afectado a prácticamente la totalidad del país; esto, sin duda, es consecuencia de un acto mal intencionado, es decir, es el resultado de un sabotaje a las instalaciones eléctricas estratégicas venezolanas, y sin duda se ha estado realizando desde adentro de la compañía eléctrica del país latinoamericano.
Estos actos de sabotaje son realizados por personal comprado por los mismos opositores al gobierno de Maduro, así como por poderes extranjeros que desean ver a Venezuela de rodillas.
También los sistemas eléctricos de Venezuela han sufrido actos de vandalismo y terrorismo al ser objeto de ataques con explosivos y con medios para provocar su incendio.
Un método que sin duda se ha utilizado para sabotear las instalaciones eléctricas del país han sido los virus informáticos, virus que han sido infiltrados a través del mismo personal que labora en esos lugares, así como, y este es el principal medio de su ejecución, a través de la red mundial, es decir, del Internet, pero también se pueden infiltrar a través de medios tan simples, como el sonido y la misma red eléctrica.
Así es, a través de un simple radio, un televisor, o cualquier otra cosa que produzca un sonido artificial, se pueden enviar virus a los sistemas informáticos. Y en el caso de la utilización de la red eléctrica, o telefónica, es más que obvio que se puede hacer también a través de ellos. ¿Recuerdan cuando teníamos que conectarnos a la red global a través de un modem telefónico?
Pero no solo a través de virus informáticos, como ya ha comprobado Irán cuando un virus casi destruyó su reactor nuclear de Bushehr, se puede hacer daño a la red eléctrica, también se pueden usar medios tan sofisticados como un potente pulso electromagnético, pulso que puede ser generado por una aeronave o un misil volando a gran altura, en la estratosfera. Esto es lo que se conoce como una bomba de pulso electromagnético.
Rusia probó una versión de este dispositivo hace casi dos años cuando un bombardero estratégico lanzó un potente pulso electromagnético contra el NORAD (Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial) en Alaska, deshabilitando completamente el complejo. También utilizó una versión más pequeña del mismo dispositivo cuando un cazabombardero SU-24 dejó fuera de combate al destructor norteamericano Donald Cook en aguas del Mar negro.
Pero no solo Rusia dispone de este tipo de tecnología, también EEUU la posee, entre otros países, aunque claro, Rusia es sin duda el líder en este tipo de tecnología y las versiones estadounidenses están muy detrás de sus análogas rusas. Pero, aun así, los norteamericanos pueden utilizar este tipo de armas contra objetivos poco protegidos, como podría ser una planta de energía eléctrica. Y esto es exactamente lo que ha pasado en Venezuela: que ha sido victima de un ataque de pulso electromagnético por parte de EEUU; ataque que ha provocado en varias ocasiones apagones generalizados en todo el país.
¿Y por qué EEUU hace esto? Pues para destruir a un aliado estratégico de Rusia y China, así como para apoderarse de los recursos naturales de Venezuela, que no son pocos; recordemos que el país latinoamericano tiene las mayores reservas de petróleo comprobadas en el mundo, asimismo, es el tercer productor de oro a nivel global, y no olvidemos que pronto el oro va a recuperar su estatus de divisa de reserva mundial, es decir, pronto se regresará al patrón-oro y el metal precioso entonces subirá su valor hasta las nubes una ves sea declarado como activo de valor completo (activo ter 3) por el Banco de pagos internacionales; de esta manera desplazará al Dólar como divisa de reserva mundial y su valor se disparará y el del dólar se derrumbará, es por esto que EEUU intenta hacerse con la propiedad del oro venezolano por que su moneda pronto no valdrá nada.
Pero también recordemos que Venezuela ha concedido importantes concesiones para la extracción del oro a empresas rusas, y, asimismo, ha concedido importantes contratos a empresas rusas y chinas para la exploración y explotación de los hidrocarburos del país, así como para su refinación, no por nada la empresa petrolera rusa Rosneft se ha hecho con el control de la principal empresa de refinación venezolana, es decir, con Citgo; empresa ésta que es muy importante en EEUU, pues tiene una multitud de centros de servicio en ese país, así como una importante cantidad de refinerías en suelo norteamericano, es por eso que Trump trata de destruir al gobierno de Maduro para de esa manera destruir la alianza estratégica que ha establecido con Rusia y con China.
Por esto es por lo que ha lanzado estos ataques masivos contra las instalaciones eléctricas de Venezuela: para provocar un descontento generalizado entre la población y, de esa manera, lograr se exija la salida de Maduro del poder y, asimismo, se logre crear una oposición armada contra las autoridades legítimas del país.
Pero también estos ataques contra la red eléctrica de Venezuela tienen como objetivo inhabilitar los complejos antiaéreos S-300, S-200 y Pantsir-s, así como los sistemas BUK M-2. Esto es con el objetivo de preparar un ataque aéreo contra el país, pues de estar activos estos sistemas sin duda lograr un daño significativo contra las fuerzas armadas venezolanas será un poco menos que imposible.
Pero es aquí donde interviene Rusia, enviando una gran cantidad de armamento al país bolivariano, así como un centenar de especialistas a estudiar la situación y ofrecer soluciones, esto en previsión de un posible intento de intervención militar por parte de EEUU.
Entre los suministros podemos contar con sistemas de lucha radioelectrónica, así como con una buena cantidad de misiles antibuque para los cazas SU-30MKS venezolanos, así como muchos misiles para los sistemas antiaéreos antes mencionados.
Esto sin duda hará pensar mas de una vez a Trump en la conveniencia de lanzar un ataque armado contra Venezuela, pues pondría en serio riesgo a sus portaviones, así como a sus aeronaves, y sus misiles prácticamente serían derribados en su totalidad, como pasó en Siria.
Algunos dirán que para realizar un ataque de pulso electromagnético (PEM) es necesario detonar un dispositivo nuclear en el espacio, justo encima del punto o zona que se desea atacar; esta explosión generaría una fuerte onda electromagnética que sería suficiente para freír todos los sistemas eléctricos y electrónicos que estén en un área de cientos de kilómetros alrededor del punto de la detonación, pero la realidad es que no es necesario detonar algún dispositivo nuclear para generar un potente pulso electromagnético; eso mismo se puede lograr, en menor escala por supuesto, con un generador de pulso electromagnético instalado en un avión o en un misil o, en todo caso, dentro de una bomba convencional. Pero lo que se utilizó en Colombia fue un generador móvil de pulsos PEM instalado en un bombardero estratégico o en un misil que sobrevoló el país.
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