En 1971, el presidente de EEUU Richard Nixon suspendió temporalmente la convertibilidad del dólar en oro, lo que condujo a la libre flotación de las divisas. El economista Marc Friedrich explicó a Sputnik por qué algunos países buscan ahora volver al sistema monetario en el que este metal precioso desempeñaba un papel muy importante.
El interlocutor de Sputnik opina que los sistemas monetarios basados en el uso del dinero fiduciario o dinero que no se basa en el valor de metales preciosos "tienen tendencia a fallar".
"Podemos ver que desde 1971 el dólar ha perdido el 80% de su poder adquisitivo. Otras monedas hicieron lo mismo, el euro ha perdido un tercio de su poder adquisitivo desde su introducción", aseveró.
Friedrich opina que los bancos centrales de China, Rusia e Irán, así como los de varios países europeos, pasaron a comprar oro masivamente porque no confían en el sistema basado en el dólar.
"Limitado por la naturaleza, el oro siempre ha sido dinero, siempre seguirá siéndolo en el futuro y también será una garantía para estabilizar el balance a través de Basilea III", aseveró Friedrich, refiriéndose a los Acuerdos de Basilea III.
Estos acuerdos fueron alcanzados por los miembros del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS por sus siglas del inglés) en noviembre del 2010. Sus propuestas, ideadas para responder a las deficiencias en la regulación financiera reveladas por la crisis del 2008, tendrían que implementarse hasta el 31 de marzo del 2019. Sin embargo, posteriormente este plazo fue extendido hasta el 1 de enero del 2022.
En estos acuerdos el BCBS —el cuerpo que establece las normas para los bancos centrales y comerciales—reclasificó los lingotes de oro en la así llamada "lista uno", cuyo número tendría que aumentar un 6% en comparación con otros activos. Según la nueva norma, también habría que contar al 100% el valor de oro, cuando los activos de un banco sean sometidos a la auditoría. Previamente los Acuerdos de Basilea I (1988) y los Acuerdos de Basilea II (2004) habían clasificado el oro en la lista número tres de activos, cuyo valor en la libreta de bancos tendría que contarse al 50% de su valor de mercado.
"Esto muestra claramente que uno se está preparando para las nuevas crisis", aseveró Friedrich aunque agregó que duda que en el mundo se reintroduzca el patrón oro hasta el 1 de enero del 2022.
Friedrich está convencido de que el sistema monetario actual (no respaldado por el oro) fracasará en el futuro.
"Mi favorito es un sistema monetario basado en productos básicos. El próximo sistema monetario ya no se basará en el uso de efectivo, sino que será completamente digital" concluyó.
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