Una compañía china tiene la intención de construir una planta en el área sensible a la seguridad de Israel a pesar de advertencias de Estados Unidos.
La compañía china Hutchison, con sede en Hong Kong, llegó a la etapa final de una licitación para construir una nueva planta de desalinización de agua en los territorios ocupados palestinos a pesar de las advertencias lanzadas por Estados Unidos, según informó el sábado el diario israelí Haaretz.
Se espera que la planta denominada Soreq B. se construya en un área sensible a la seguridad adyacente a la base aérea de Palmachim y al centro nuclear Soreq, añade el rotativo.
Anteriormente, el director de seguridad del ministerio de asuntos militares de Israel, Nir Ben-Moshe, envió una carta a los ministerios de finanzas y energía de Israel, en la que advirtió específicamente contra hacer negocios con China que estipula la construcción de sitios de seguridad sensibles.
Los ministerios rechazaron las preocupaciones de Ben-Moshe, alegando en un comunicado que Hutchison es “una compañía israelí de propiedad indirecta de una compañía con sede en Hong Kong”.
Ellos recordaron que Hutchison ya está activo en los territorios ocupados por Israel y que la compañía está operando la instalación de desalinización Soreq A., que es similar a Soreq B. en términos de características y ubicación.
El pasado junio, el Senado de Estados Unidos advirtió a Israel, su firme aliado en Oriente Medio, contra la profundización de sus lazos con China, alegando “implicaciones de seguridad”.
En un proyecto de ley promovido el jueves, el Senado estadounidense expresó “serias preocupaciones de seguridad” sobre un contrato que le permite a una empresa china operar en el puerto de Haifa (en el noroeste de los territorios ocupados palestinos), lugar donde con mucha frecuencia se desembarca la Sexta Flota de EE.UU. y también se celebran los ejercicios conjuntos EE.UU.-Israel.
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