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jueves, 12 de marzo de 2020

Otro día de terror para las bolsas mundiales

Otro día de terror para las bolsas mundiales

Así es, las bolsas mundiales volvieron a tener otro día para olvidar; en promedio cayeron un 3% a nivel global, empezando por Wall Street.


De esta manera tenemos que la bolsa de Nueva York cayó más del 3% en la apertura de Wall Street por mayor temor al virus.

Las acciones en Estados Unidos operaban con fuertes declives este viernes luego de que el conteo global de personas contagiadas por el nuevo virus superó los 100000 casos, lo que llevó a los inversores a refugiarse en activos considerados seguros, como los bonos y el oro.

El Promedio Industrial Dow Jones caía 664 puntos, o un 2,54%, para colocar su nivel en las 25457 unidades. El S&P 500 bajaba 69,74 puntos, o un 2,31%, hasta los 2954,20 enteros y el Nasdaq Composite perdía 269,58 puntos, o un 3,08%, para ubicarse en los 8469 puntos.

Tras su peor desempeño semanal desde la crisis financiera de 2008, las acciones mundiales medidas por el índice M-S-C-I han subido un 1,7% en la semana (aunque con estas dos caídas consecutivas, la de ayer y la de hoy, prácticamente las ligeras ganancias que tuvieron los días anteriores se han esfumado y ahora las pérdidas son mayores que las ganancias en la presente semana), mientras las autoridades monetarias introducen estímulos para combatir los perjuicios económicos causados por el virus.


El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos tocaba récords mínimos, mientras los inversores aumentaban sus apuestas de que la Reserva Federal aprobará nuevas rebajas de tasas de interés tras el inesperado recorte del martes.

El retorno de las notas referenciales a 10 años se desplomaba el viernes hasta su cota más reducida, al 0,695%, mientras que su equivalente a dos años bajaba al 0,451 por ciento.

Más temprano en Asia, el índice más amplio M-S-C-I de acciones de Asia-Pacífico excluyendo Japón perdió un 2,05%, mientras que el Nikkei nipón se hundió un 2,94% y los papeles australianos cayeron 2,44 por ciento.

Los títulos chinos bajaron un 1,22%, mientras que los de Hong Kong cedieron un 2,12 por ciento.

En las monedas, el rápido declive de los rendimientos golpeaba al dólar. El índice que compara la fortaleza del billete verde con una cesta de seis destacados rivales perdía un 0,7 por ciento.

La divisa estadounidense tocaba mínimos de seis meses frente al yen, a 105,29 unidades, mientras que se hundía a cotas no vistas en dos años ante el franco suizo, a 0,934 unidades.

Los precios del petróleo caían más de un 4%, hasta su nivel más bajo desde julio del año 2017, después del reporte de que Rusia no aceptará recortes más profundos en la producción para respaldar los precios.

Bolsas de Asia y Europa caen hasta 3% por ventas masivas y por expansión del virus

Los principales índices de ambos continentes 'resbalan' durante la última sesión de la semana.

Bolsas en rojo

Los principales índices de Asia y Europa caen este viernes, debido a las ventas masivas en los mercados de Estados Unidos y Europa ante los temores sobre las consecuencias económicas por la propagación global del virus.

El índice de referencia Nikkei de 225, de la Bolsa de Valores de Tokio, tuvo una caída de 2,72 por ciento, al ubicarse en 20 mil 749 unidades, su nivel más bajo desde el 4 de septiembre del año pasado.

En tanto, el segundo indicador más importante de Japón, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, perdió 2,92 por ciento, para ubicarse en mil 471 puntos. El M-S-C-I Asia-Pacífico bajó 1,8 por ciento.

En el caso de Europa, el Índice Stoxx 600 resbala 3,77 por ciento, a 36640 unidades.

Con ello, todos los sectores de la industria cayeron más de 2,5 por ciento.

Como podemos ver, la epidemia es generalizada, y no estoy ablando de epidemia biológica; no, estoy hablando de la epidemia del miedo.

Si, así es, esta campaña para generar miedo por el brote de este nuevo virus a nivel global está logrando que la actividad económica mundial se desplome, de tal manera que si sumamos lo que pasó la semana pasada, y lo que se vio en esta, tenemos que las bolsas mundiales tienen unas pérdidas acumuladas de cerca del 20%.

Esto, por supuesto, es muy grave, pues resulta un desplome de las bolsas muy pocas veces visto, porque en las anteriores crisis, a excepción de la gran depresión del año de 1929, después de una semana de constantes pérdidas, usualmente a la siguiente semana se presentaba un equilibrio del mercado e, inclusive, se veían ligeras ganancias, pero en esta oportunidad no es así, y resulta que ya van dos semanas consecutivas en que los mercados bursátiles sufren fuertes pérdidas, acumulando hasta el momento una pérdida total del cerca del 20%.

Desde el año pasado les vengo advirtiendo que se nos venía un colapso financiero y económico brutal para este año (claro que este es un colapso provocado deliberadamente, como casi todos), tal como en días anteriores afirmaran los banqueros y grandes fondos de inversión, como el Black Rock, cuando decian que el mundo se enfrentaba a un inminente reajuste de grandes dimensiones en los mercados bursátiles.

De esta manera el nuevo virus solo fue el pretexto para crear esta campaña de miedo y así provocar este gran colapso, colapso que por supuesto está siendo coordinado desde las más altas esferas del poder político y económico.

Y es que por supuesto que las acciones están sumamente sobrevaloradas, y están sobrevaloradas gracias a todo el dinero gratis que están inyectando los bancos centrales del mundo al sistema financiero de sus respectivos países (por supuesto, dinero gratis solo para los banqueros y empresarios). En el caso de EEUU, este país ha inyectado cerca de tres millones de millones de dólares al mercado de los REPOS.

Este dinero es gratis por que es otorgado a un interés cero, e inclusive negativo, y recordemos que el presidente norteamericano está presionando para que la Reserva Federal lleve los tipos de interés a terreno negativo. Por otro lado, los tipos de interés que aplica el banco central europeo (B-C-E) ya son negativos, pero como pretexto de este nuevo virus ahora los planean llevar a un interés negativo aún mayor, llegando hasta el 1,5 por ciento negativo según previsiones declaradas el día de hoy por el presidente del banco central europeo, Christine Lagarde.

Recordemos que el mercado de los REPOS es el mercado de recompra de deuda estadounidense; es decir, es el mercado financiero donde se negocian los bonos a corto plazo del tesoro norteamericano.  O sea, es el mercado de deuda al que acuden los grandes bancos y grandes empresas norteamericanas para acceder a préstamos a corto plazo (prestamos que utilizan para maquillar sus hojas de balance, hojas de balance que por supuesto están en números rojos pero que gracias a estos préstamos de corto plazo logran “transformar” en números negros), prestamos que son acordados tomando como garantía precisamente a los bonos del tesoro estadounidense, así como acciones de empresas que se consideran financieramente solidas.

De esta manera tenemos que el mes de septiembre del año pasado este mercado de bonos mejor conocido como REPOS, colapsó de manera dramática, razón por la cual la Reserva Federal tuvo que ingresar como prestamista de última instancia, de tal manera que inyectó desde entonces miles de millones de dólares diariamente al mercado de los REPOS; y esto lo hizo porque de otra forma todo el sistema bancario y financiero estadounidense hubiera reventado en ese momento.

Pero, ¿qué significa que el mercado de los REPOS haya colapsado? pues simple y llanamente eso quiere decir que todo el sistema bancario estadounidense está en banca rota literalmente. Y que el mercado de los REPOS haya colapsado desde el año pasado quiere decir que los inversores no están prestando dinero y, por lo tanto, hay una escasez de liquidez en el sistema financiero norteamericano.

Además, el que los que tienen el dinero no lo quieran prestar quiere decir que la confianza se ha terminado; si, eso significa que los grandes inversores ya no confían en la capacidad del gobierno estadounidense de afrontar sus compromisos financieros; es decir, ya no confían en su capacidad de poder pagar sus deudas, y es por eso que los bonos del tesoro estadounidense colapsaron el mes de septiembre pasado, llegando a ofrecer un interés superior al 10% precisamente porque ya no hay confianza en ellos; o, en otras palabras, ya no hay confianza en que el gobierno de los EEUU (y sus empresas) puedan pagar sus deudas. En otras palabras, se terminó la confianza en el dólar.

Además, la semana pasada este mercado de los REPOS volvió a colapsar luego que la FED anunciara que dejaba de inyectar liquidez al dicho mercado de los REPOS, de tal manera que después de este anuncio inmediatamente el mercado colapsó y los bonos a corto plazo volvieron a superar la barrera del 10% de interés.

Es decir, la Reserva Federal tiene que estar comprando los bonos del gobierno estadounidense para que estos no colapsen y con ello la deuda de los EEUU se dispare y se vuelva impagable, de tal manera que esto significaría la misma quiebra de los EEUU y la subsiguiente balcanización del país norteamericano. Esto va a ser como lo que le sucedió a la Extinta URSS.

Si los bonos soberanos tienen que pagar un mayor interés se entiende entonces que el precio de la deuda soberana aumenta en la misma proporción. Es decir, para que EEUU consiga financiación para la misma operación del gobierno, o para realizar obras de infraestructura, o para el presupuesto militar, o lo que sea que necesite el país, este, es decir, el gobierno, tiene que pagar un mayor interés para acceder al crédito pues estamos hablando de los bonos del tesoro norteamericano. Así, el que los bonos paguen un mayor interés por supuesto no son buenas noticias para el gobierno norteamericano, y para sus ciudadanos, pues el monto de la deuda aumenta en la medida en que suban los intereses de los bonos.

O sea, si los bonos tienen que ofrecer un mayor interés para conseguir que alguien los compre, eso significa que hay una mayor desconfianza acerca de la capacidad del gobierno estadounidense para pagar sus deudas, y es por eso que los inversionistas exigen un mayor interés pues el riesgo aumenta.

De esta manera tenemos que el sistema del dólar esta prácticamente condenado y solo es cuestión de meses, o quizás de algunos años, para que el sistema del dólar fracase completamente y sea sustituido por una nueva moneda de reserva mundial, y esa moneda no es otra que el CriptoYuan Chino, o quizá, el CriptoYuan en conjunto con una divisa internacional creada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), algo así como los DSG de la institución financiera internacional.

Esto del DSG no son otra cosa que los derechos especiales de giro, y estos basan su valor en el valor de la cesta de divisas de la institución, cesta que está compuesta por el Dólar norteamericano, el Yen japonés, el Euro, la Libra esterlina y el Yuan chino.

De esta manera estamos ante las puertas de un nuevo sistema financiero global liderado por China y su CriptoYuan y, quizá, por el Fondo Monetario Internacional; pero sin duda que la moneda del nuevo siglo va a ser precisamente la moneda china, es decir, el CriptoYuan.

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