En un nuevo vídeo publicado el viernes se muestra cómo aviones no tripulados rusos guían bombas inteligentes Krasnopol hasta que impactan con precisión sobre blancos terroristas en Idlib, último baluarte de los grupos rebeldes y armados en Siria.
El sistema de guía es un componente electrónico que proporciona datos al sistema de control del misil, para que éste a su vez lo maniobre para interceptar al objetivo.
Rusia ha usado en una nueva operación antiterrorista, las bombas inteligentes Krasnopol, que se disparan por obuses de 152 mm o 155 mm, con sistema de guiado semiautomático láser, estabilizadas por alerones y cargadas con ojiva explosiva, según ha recogido este sábado el diario digital sirio Al-Masdar News.
Las aludidas bombas inteligentes se han diseñado para acertar contra objetivos que cuenten con extrema dureza en su blindaje o blancos tácticos de alto valor para su usuario emplazados a campo abierto, tales como los tanques enemigos, obuses autopropulsados, obuses emplazados u otro tipo de blancos.
Los nuevos ataques se producen mientras Rusia ha dado un ultimátum a los terroristas para que abandonen hasta finales de este marzo la autopista M4 en Idlib—que se extiende desde la ciudad costera de Latakia hasta Alepo—.
Casi todos creían que el alto el fuego alcanzado el 5 de marzo por Rusia y Turquía, contribuiría al cese de conflictos armados; sin embargo, las bandas terroristas aún siguen violando el pacto, atacando zonas civiles y las posiciones del Ejército sirio y ruso; por tal razón, Damasco, apoyado por las fuerzas rusas, está acumulando tropas para lanzar otra ofensiva y acabar de una vez por todas con la presencia de los terroristas en esta gobernación.
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