En una entrevista concedida al diario israelí Maariv, Gadi Eizenkot, exjefe del estado mayor de Israel, abordó las dificultades que enfrenta este régimen para atacar a Irán, y afirmó que las instalaciones nucleares iraníes están ubicadas en varias partes del país persa y colocadas en lo profundo del suelo, lo que dificulta mucho lanzar un ataque contra los centro nucleares de Irán.
Por otro lado, el militar israelí alabó la capacidad de la República Islámica de construir aviones no tripulados (dron), destacando que Irán “es un país muy desarrollado”.
“Hace unos años, uno de los drones estadounidenses más avanzados volaba en el cielo iraní cuando su motor falló y de alguna manera se estrelló por completo. Un año después, vimos el mismo modelo de drones en Irán; ¡Totalmente similar y hecho en Irán! Tienen una gran capacidad”, hizo hincapié Eizenkot.
Aunque el militar israelí no señaló el nombre del avión no tripulado, se refirió al dron espía RQ-170 de Estados Unidos que en 2011 el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán lo hizo bajar con daños mínimos mientras sobrevolaba ilegalmente el espacio aéreo del país persa en la ciudad nororiental de Kashmar.
Los expertos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán lograron descodificar completamente la memoria del aparato que fue exitosamente sometido a la ingeniería inversa.
Los expertos y técnicos militares iraníes han logrado en los últimos años grandes avances en la fabricación de una amplia gama de equipos autóctonos. De hecho, Irán se ha convertido en una “superpotencia” en cuanto a la tecnología de drones, según varios estrategas militares, lo que ha suscitado temores entre las autoridades estadounidenses e israelíes.
Con todo, Teherán asegura que su capacidad militar es su línea roja y su doctrina de defensa se basa completamente en la disuasión.
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