A continuación traducimos un esclarecedor artículo de Tony Cartalucci, publicado originalmente en “New Eastern Outlook”, en el que se analizan los hechos que rodean el asesinato del político ruso Boris Nemtsov, opositor a Vladimir Putin…
Los grupos de la oposición a Putin apoyados por Estados Unidos en Rusia, hasta ahora han fracasado por completo en sus resultados. Su servilismo a Washington junto con su mala actividad política ha dejado un sabor desagradable en la boca de la mayoría de rusos.
Todos los intentos de extender el “virus de la revolución de color” a Rusia, tal y como lo llamó el senador estadounidense John McCain, han fracasado.
El presidente ruso, Vladimir Putin nunca había sido tan popular entre la población rusa como lo es actualmente.
Su capacidad para sobrevivir a toda la colección de provocaciones realizadas contra él por parte de la OTAN, lo han convertido en un “campeón contra la injusticia”, o al menos así lo perciben muchos de aquellos que ya lo consideran un representante del mundo en vías de desarrollo enfrentado a ese Mundo Occidental cada vez más militarista y explotador.
Por eso, cuando los grupos de oposición apoyados por Estados Unidos en Rusia decidieron manifestarse de nuevo este domingo 1 de marzo, mucha gente se preguntó qué esperaban lograr con ello.
Bloomberg, el día 27 de febrero, un día antes del asesinato, ya informó sobre el asunto en un artículo titulado, “La oposición anti-Putin busca reavivar la posibilidad de una Primavera Rusa”:
Justo antes de ser encarcelado por repartir folletos en una estación de metro, el líder opositor ruso Alexey Navalny utilizó sus últimos momentos en un tribunal de Moscú, para grabar un video instando a sus partidarios a unirse a una manifestación el 1 de marzo, en protesta contra el presidente Vladimir Putin.
Alexey Navalny
La eliminación de Navalny de esta manifestación por una condena de 15 días, subraya el estado de asedio que sufre un movimiento de oposición que consiguió sacar a 100.000 personas a las calles de Moscú hace tres años, así como el malestar del Kremlin ante el potencial de disturbios que puede causar en Rusia.
Destruida por la persecución del gobierno y por el récord de popularidad de Putin, la oposición de Rusia está apostando por que la crisis económica actual provoque una revuelta a la misma escala que las protestas de invierno de 2011-2012, las mayores desde la caída del comunismo hace 20 años.
Se trata de convocar a unas 100.000 personas a la “marcha contra la crisis” en Moscú, con protestas también planeadas en otras 15 ciudades. Las manifestaciones se centrarán en la disminución de los niveles de vida y el conflicto en el este de Ucrania que desencadenaron las sanciones de los Estados Unidos y de la Unión Europea contra Rusia.
El artículo, sin embargo, también declara que:
La oposición “no había estado tan débil durante muchos años”, afirma Stefan Meister, analista del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores en Berlín. “A pesar de que se vive una creciente crisis económica en Rusia, todavía hay un gran apoyo hacia Putin”
Es evidente que para que estas manifestaciones provoquen una “primavera rusa” similar a las “primaveras árabes”, que acabe infundiendo el “virus de la revolución” entre la población rusa del que hablaba el senador McCain, era necesario realizar alguna maniobra drástica que cambiara las condiciones actuales, nada favorables a los opositores.
La perspectiva de provocar protestas sostenibles dirigidas contra el Kremlin estaba más allá de lo imposible, al menos hasta que el líder de la protesta planeada fue asesinado a tiros, prácticamente en las escalinatas del mismísimo Kremlin, en el corazón de Moscú.
Información Adicional: CRECEN LAS SOSPECHAS: PRIMEROS ANÁLISIS DEL VIDEO DEL ASESINATO DEL OPOSITOR RUSO BORIS NEMTSOV
Boris Nemtsov, recibió cuatro disparos (o seis u ocho, dependiendo del medio) por la espalda y su cuerpo quedó tendido en el suelo de forma muy conveniente, para que los fotógrafos de todos los medios pudieran capturar el Kremlin de fondo sobre su cadáver.
Putin inmediatamente condenó el asesinato, señalando que era un acto de “pura provocación”, una opinión compartido por otros personajes de relieve, como Mijail Gorbachov.
GORBACHOV: “EL ASESINATO DE MENTSOV ES UN INTENTO DE DESESTABILIZAR A RUSIA”
LOS LAZOS CUESTIONABLES ENTRE NEMTSOV Y LOS AGITADORES DE EEUU
Nemtsov había liderado las protestas de la oposición apoyadas por Estados Unidos desde hace años.
En 2012, fue pillado literalmente entrando en la embajada estadounidense en Moscú para reunirse con el embajador de Estados Unidos, entonces recientemente nombrado, Michael McFaul, que había servido en el consejo de administración de Freedom House y de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, National Endowment for Democracy ).
Michael McFaul
La importancia de estos detalles no puede ser ignorada.
En 2004, Michael McFaul escribió un artículo de opinión en el Washington Post, titulado: “La intromisión en la democracia de Ucrania no es un complot estadounidense”, en el que decía que:
¿Se han entrometido los estadounidenses en los asuntos internos de Ucrania?
La respuesta es Sí.
Los agentes estadounidenses dedicados a influenciar preferirían llamar de otra manera a sus actividades (asistencia democrática, promoción de la democracia, apoyo a la sociedad civil, etc…) pero con independencia de la etiqueta que se le ponga, su trabajo y su misión es tratar de influir para provocar un cambio político en Ucrania.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (U.S. Agency for International Development), la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy) y algunas otras fundaciones han patrocinado a ciertas organizaciones de Estados Unidos, incluyendo la Freedom House, el International Republican Institute, el National Democratic Institute, el Solidarity Center, la Eurasia Foundation, Internews y otras organizaciones con el fin de proporcionar pequeñas donaciones y asistencia técnica a la sociedad civil ucraniana.
George Soros
La Unión Europea, varios países europeos a nivel individual y la International Renaissance Foundation de George Soros hicieron lo mismo.
A esta confesión explícita de McFaul, podemos añadir informes similares, tales como los ofrecidos en el artículo de The Guardian de 2004, titulado, “campaña de Estados Unidos detrás de los disturbios en Kiev”, en el que se informa que:
La “revolución naranja” es una creación norteamericana, un ejercicio sofisticado y brillantemente concebido de marketing de masas que, en cuatro países y en solo cuatro años, se ha utilizado para tratar de salvaguardar elecciones manipuladas y derrocar regímenes indeseables.
Financiado y organizado por el gobierno de Estados Unidos, ha desplegado consultorías, encuestadores, diplomáticos, a los dos grandes partidos estadounidenses y a ONG’s de EEUU; la campaña se utilizó por primera vez en Europa en Belgrado en el año 2000, para derrotar a Slobodan Milosevic en las urnas.
Richard Miles
Richard Miles, el embajador de Estados Unidos en Belgrado, jugó un papel clave. Y el año pasado, siendo embajador de Estados Unidos en Tbilisi, repitió el mismo truco en Georgia, ayudando a Mikhail Saakashvili a derrocar a Eduard Shevardnadze.
Michael Kozak
Diez meses después del éxito en Belgrado, el embajador de Estados Unidos en Minsk, Michael Kozak, un veterano en operaciones similares en Centroamérica, especialmente en Nicaragua, organizó una campaña casi idéntica para tratar de derrotar al hombre duro de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.
En este caso, fallaron. “No habrá un Kostunica en Bielorrusia”, declaró el presidente de Bielorrusia, en referencia a la victoria en Belgrado.
Pero la experiencia adquirida en Serbia, Georgia y Bielorrusia ha resultado muy valiosa para superar al régimen de Leonid Kuchma en Kiev.
Las operaciones de ingeniería democrática aplicada a través de las urnas y de la desobediencia civil, han madurado hasta convertirse en una plantilla utilizable para ganar las elecciones en otros lugares.
Es importante comprender lo que los EE.UU. hicieron en Ucrania, Serbia, Georgia, Bielorrusia y Nicaragua, y quién participó en esas operaciones, porque eso es precisamente lo que los EEUU repitieron en 2011 con la llamada “primavera árabe”, y de nuevo repitieron en 2013-2014 durante la llamada “Euromaidán” en Kiev.
Y eso mismo es precisamente lo que están tratando de repetir en Rusia ahora mismo.
Además del contacto directo de Nemtsov con representantes de Estados Unidos, el asesor de Nemtsov, Vladimir Kara-Murza, también ha asistido a foros de la NED (Fundación Nacional para la Democracia o National Endowment for Democracy).
Vladimir Kara-Murza
Eso incluye un foro de 2011 titulado: “Elecciones en Rusia: votación y Perspectivas”, y un foro NED en 2013 titulado, “Rusia: ¿Una Dictadura posmoderna?”, que fue presentado conjuntamente por el “Instituto de la Rusia Moderna” de Kara-Murza, una entidad de propaganda opositora respaldada por los neoconservadores de EEUU.
Un artículo de The Atlantic, titulado “La primavera árabe: ‘Un virus que atacará a Moscú y a Pekín” nos habla claramente de la magnitud de las operaciones en ciernes:
El senador estadounidense John McCain dijo:
“Desde hace un año, Ben-Ali y Gadafi ya no están en el poder. Assad no estará en el poder el año que viene. Esta primavera árabe es un virus que atacará a Moscú y a Pekín”
La comparación de la primavera árabe con un virus no es algo nuevo para el senador McCain, pero sí lo es incluir la posibilidad de que el virus acabe extendiéndose a Rusia y China.
El senador McCain reflejó un triunfalismo exaltado a lo largo de esta conferencia, donde se habló de la Primavera Árabe como un producto de diseño occidental, potencialmente diseñado como una herramienta para derrocar a otros gobiernos no democráticos.
En una sesión anterior, el Senador Udall dijo que los que creían que la primavera árabe fue una revolución nacida en el interior de estos países, estaban muy equivocados y que Occidente y la OTAN, en particular, habían sido los principales impulsores de estas revueltas en Libia y en Egipto.
Udall, de forma provocativa, incluyó también a Siria en esa lista.
Lo cierto es que este “virus” abrumó a varios gobiernos de todo el mundo al principio, pero desde hace un tiempo, su éxito se ha visto claramente limitado, con importantes fracasos en lugares como Tailandia, Malasia, e incluso Egipto.
El “Euromaidán” de Ucrania, a pesar de haber tenido éxito en Kiev, ha acabado provocando el retorno de Crimea a manos rusas y una cruenta guerra civil en la mayoría de provincias del este del país, que han arruinado a este recién adquirido estado vasallo de Washington.
Está claro que la “plantilla para provocar revoluciones” de Washington necesitaba una actualización urgente, vistos los últimos resultados.
¿Qué podía hacerse en el caso de Moscú?
¿Qué podía resultar más útil para esta maniobra orquestada por Occidente en Rusia?
La respuesta es obvia: crear un mártir.
Boris Nemtsov
NEMTSOV: UN MARTIR CONVENIENTE…DEMASIADO CONVENIENTE
El provocador asesinato en el centro de Moscú, en las proximidades del mismísimo Kremlin, lleva de forma inconsciente al público a imaginarse al propio Putin, disparando con un rifle desde su ventana en el despacho del Kremlin y matando a tiros a su rival, tal y como lo haría un súper villano.
Ya antes de llevar a cabo ninguna investigación, las fuentes de noticias occidentales ya están tratando de dar a entender que el Kremlin está detrás de su asesinato, esperando que el público en general se trague que el líder ruso es tan irreflexivo como para cometer un acto tan provocativo sólo dos días antes de las protestas.
La BBC en un reportaje sobre el asesinato, ha llegado a decir:
Murió horas después de solicitar apoyo para una marcha el domingo en Moscú contra la guerra en Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha condenado el asesinato, según el Kremlin.
En una reciente entrevista, Nemtsov había dicho que temía que el Putin le matara por su oposición a la guerra en Ucrania.
Cualquier persona con dos dedos de frente verá que es altamente improbable que Putin haya cometido la torpeza de matar a un oponente en la misma puerta del Kremlin, en la víspera de una gran manifestación.
Sin embargo, no resulta tan ilógico sospechar que haya sido asesinado por cualquiera de los miembros de su propio movimiento de oposición, o por sus propios patrocinadores estadounidenses.
La combinación de la presión económica provocada por las sanciones estadounidenses, las turbas apoyadas por Estados Unidos planeando salir a las calles para protestar, y la fabricación de un mártir tan sólo 2 días antes de que se inicien las protestas, ofrecen un cúmulo de ventajas para la campaña Occidental en sus intentos de provocar un caos y un malestar sostenibles que acaben derrocando al régimen de Putin.
UN MENSAJE PARA LOS ALIADOS DE EEUU: SED ÚTILES VIVOS O SEREIS ÚTILES MUERTOS
Lo que ahora debería pasar por la mente de los colegas de Nemtsov es que, sin duda, cualquiera de ellos puede ser el próximo en caer.
Si acaban resultando más útiles para sus patrocinadores extranjeros estando muertos, en cualquier momento pueden acabar saliendo ellos también en los titulares, como le ha sucedido al propio Nemtsov.
Estos opositores deben ser conscientes de que sus opciones son limitadas y que continúan siendo simples peones en esta lucha cada vez cada vez más violenta, peligrosa e inestable a nivel internacional.
Los otros aliados de Estados Unidos más allá de las fronteras de Rusia, también deben comprender que los días de las “revoluciones de color” destinadas a derrocar gobiernos ya son historia y que sus vidas igualmente pueden estar en peligro si su “martirio” resulta más útil a Occidente que sus movimientos de oposición política actual.
En cuanto a la muerte de Nemtsov, cualquier buen investigador iniciaría sus investigaciones con la pregunta clave: “¿A QUIÉN BENEFICIA SU MUERTE?”
Sin duda al Kremlin le resulta beneficioso librarse de cualquier oponente, pero no de esta manera y menos en estos momentos.
De hecho, el único bando que se beneficia de una ejecución de alto perfil en las calles de Moscú son sus propios compañeros y sus aliados extranjeros, que se enfrentaban a la perspectiva de una nueva manifestación fallida y al espectro de un nuevo fracaso político.
La oposición, si no estuviera detrás del asesinato de uno de sus propios líderes, no se atrevería a llevar a cabo una manifestación, ya que podría ser vista como la explotación descarada de esta tragedia. Sin embargo, puesto que ellos y sus amos extranjeros están sin duda detrás del asesinato, llevan a cabo las protestas, aprovechando descaradamente la muerte de Nemtsov tanto como pueden.
Cuando el senador estadounidense John McCain pidió la intromisión de Estados Unidos en el extranjero actuando como un “virus”, lo decía muy en serio.
Realmente son una enfermedad.
Y si los rusos no actúan con inteligencia, esa enfermedad los corromperá y consumirá toda su nación, al igual que ha corrompido y consumido a la propia oposición a Putin.
TONY CARTALUCCI, investigador geopolítico y escritor establecido en Bangkok
Nota del Robot: Cada uno podrá pensar lo que quiera sobre la muerte de Nemtsov y sobre la figura política de Vladimir Putin.
Obviamente, Putin no es precisamente un santo ni un defensor de la democracia y la libertad, como algunos quieren hacérnos ver.
Su propia llegada al poder, tras una serie de atentados de falsa bandera que condujeron a la brutal guerra de Chechenia, representa uno de los episodios más oscuros de las últimas décadas.
Pero parece más que obvio quién está detrás del asesinato de Nemtsov y qué se pretende con él.
Es un acto de pura manipulación occidental, cuyo objetivo es derrocar a Putin para establecer en Rusia un gobierno títere controlado por Occidente.
El problema de estas asquerosas y sucias guerras por el poder, es que siempre será el pueblo, los pueblos de todos los países, los que sufran las consecuencias.
La muerte de Nemtsov puede significar el inicio de algo muy grave y todos nosotros debemos tener la responsabilidad de no dejarnos manipular ni por un bando ni por el otro, y no caer en el odio hacia un supuesto enemigo que nos conduzca a matarnos entre nosotros por el interés de cuatro gobernantes malnacidos.
Ahora, más que nunca, debemos independizarnos de todas sus mentiras y manipulaciones, provengan del bando que provengan.
Nos va la vida en ello…
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