El 5 de junio de 2016, un grupo de terroristas ocuparon el almacén de armas en la ciudad kazaja de Aktobe. Los extremistas armados después ocuparon un autobús de pasajeros e intentaron asaltar una unidad militar. Como resultado de los combates en la ciudad, 17 personas fueron asesinadas. Es el la mayor y más repentina actividad terrorista en el país en los últimos años. Según funcionarios kazajos, los atacantes pertenecían a “grupos religiosos sectarios”.
El nuevo ataque terrorista en Kazajistán coincidió con las protestas contra el actual gobierno. La razón por las protestas fue un proyecto de ley sobre la transferencia de tierra para alquiler a largo plazo a extranjeros. Los opositores al régimen alimentan la chino-fobia usando esta iniciativa para empezar a reunir a gente insatisfecha que teman la perspectiva de la posibilidad de que las tierras de Kazajistán sean tomadas en propiedad por chinos. Entonces, los organizadores de las protestas en el patrón de las revoluciones de colores cambiaron la atención de los manifestantes para criticar al régimen de Nazarbayev. El principal lema era: “¡anciano márchate!” (lo de anciano es en referencia al presidente Nazarbayev). Las principales manifestaciones tuvieron lugar en Aktobe, Atyrau, Semipalatinsk, y Alma-Ata. Debido a la acción oportuna de las fuerzas del orden, lograron suprimir la revolución de color desde el mismo inicio. Islamistas y nacionalistas se han convertido en una de las fuerzas conductoras tras las protestas. Se supone que son usados como la fuerza de combate de choque en la revolución. Los medios de comunicación occidentales cubrieron las manifestaciones anti-gubernamentales con simpatía. El punto de vista de los extremistas fue expresado por “Radio Liberty”, financiada por los Estados Unidos.
Atyrau, donde sucedió el acto terrorista, no solo fue uno de los epicentros de la inestabilidad de las protestas, sino también es el semillero desde hace mucho de la actividad terrorista. En 2011-2012, el territorio de la ciudad y la región fue uno de los principales puntos de ataques terroristas lanzados contra Kazajistán. El 17 de mayo de 2011, un terrorista suicida se estalló en el edificio del Comité de Seguridad Nacional (el servicio secreto kazajo) en la ciudad de Aktobe. En julio de 2011 en el distrito Temir de la región de Aktobe, fue realizada una operación especial contra un grupo armado, que mató a dos policías e hirió a varios más. El 8 de julio de 2011, nueve terroristas fueron eliminados.
Otro centro de actividad terrorista es Atyrau. El 31 de octubre, la ciudad de Atyrau fue testigo de dos explosiones. La primera fue en patio de un apartamento, y justo después de algunos en el barrio de Sary-Arka, un hombre no identificado se inmoló en el lugar. La oficina del fiscal general de Kazajistán archivó los dos casos criminales bajo el artículo de “terrorismo”. La responsabilidad de los atentados en Atyrau fue tomada por el grupo “soldados del califato”. Varios ataques terroristas y operaciones anti-terroristas tuvieron lugar en la región de Atyray en 2012.
En 2012, terroristas islámicos cometieron un asesinato masivo en el parque nacional Ile-Alatau, no lejos de Alma-Ata. Entonces, 12 personas fueron asesinadas. En 2011, en el sur del país en la ciudad de Taraz, los terroristas asesinaron a 7 personas, 5 de las cuales eran oficiales de policía y 2 civiles. En mayo de 2011, los terroristas intentaron poner una bomba bajo un coche en la capital, Astana.
Según el censo de 2009, el 70% de la población el país es musulmana. Tradicionalmente, el extremismo y radicalismo religioso son características nada peculiares del islam euroasiático kazajo, que está interconectado muy de cerca con las tradiciones locales y creencias pre-islámicas. El crecimiento del extremismo en el país es el síntoma de la pasada década. Las características de la propaganda wahabí que va junto con los flujos de dinero desde los países del golfo, y la influencia de vecinos de Asia central, donde los islamistas tradicionalmente tienen fuerte posición, jugaron un papel importante. Muchos terroristas generalmente son gente joven, kazajos étnicos. Los problemas relacionados con la autoridad, educación y popularidad de los líderes de las comunidades islámicas tradicionales son usados activamente por los wahabíes para promover su propaganda y atacar al islam tradicional. Según el ICSR, en las tropas del ISIS en Siria e Irak había unos 400 ciudadanos de Kazajistán. Más terroristas habrán llegado solamente desde Rusia entre los países de la CEI.
Kazajistán y los países vecinos
Desde la perspectiva de las relaciones internacionales, en relación a los terroristas kazajos, se pueden distinguir dos zonas:
1. Kazajistán occidental y central, que tiene lazos cercanos con el Cáucaso norte ruso. Ahí se encuentra la diáspora Vainaj y otros pueblos del Cáucaso norte. Los extremistas en la región tienen fuertes lazos con terroristas clandestinos del Cáucaso norte, la región Volga-Urales y Rusia en general.
2. Sur de Kazajistán, Astana y Almaty: Más comunicación con Asia central, particularmente Uzbekistán. Aquí, los extremistas vienen desde Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán. A través de estos países se abre un corredor terrorista a Afganistán. La actividad terrorista sostenida en estas regiones sugiere que en el territorio de Eurasia, están formadas dos importantes áreas terroristas transfronterizas: Volga-Urales-Cáucaso Norte-Kazajistán Occidental y Kazajistán Sur-Asia central-Afganistán. Kazajistán juega un papel pivotal para el extremismo islámico. Es el país en el norte de Eurasia, donde convergen las redes extremistas del Cáucaso norte con las de Asia central. Así, si se desestabiliza, crea una cadena desatada de radicalismo islámico en el vientre sur de Rusia.
De hecho, los terroristas han realizado su propia “integración euroasiática”. La solución solo puede ser mediante acciones conjuntas de las fuerzas del orden de Rusia, Kazajistán y estados de Asia central y el fortalecimiento de los procesos de integración euroasiática en el campo de la seguridad.
Los estallidos de actividad terrorista normalmente coinciden con estallidos de actividades de protesta, organizadas por occidente. Desde la oleada de ataques terroristas en 2011-2012, coincidieron con las protestas en la industria petrolífera de Zhanaozen. Ahora un ataque ocurrió en el contexto de las declaraciones de tierra. Esto sugiere que el extremismo islámico está usado por agencias de inteligencia occidentales como un medio para tambalear la situación en el país.
A pesar de la política multi-vectorial del liderazgo kazajo, que prefiere no pelearse con occidente, los EEUU y sus aliados pueden trabajar hacia la desestabilización de la situación en el país, especialmente en el contexto de la confrontación con Rusia. Kazajistán es uno de los actores clave en los procesos de integración euroasiática, que conduce al fortalecimiento de Rusia como poder euroasiático. Además, el terror y la inestabilidad en Kazajistán, que tiene gran cantidad de población rusa, creará otro semillero de desestabilización en la frontera de Rusia con la perspectiva de extender tendencias negativas en la misma Federación de Rusia.
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