Si el jueves los británicos optan por el "no" al 'Brexit', Europa respirará muy aliviada. El momento es crítico en las instituciones y las capitales. Con una crisis sin resolver, hay que lidiar dentro y fuera con el auge de movimientos euroescépticos y sus amenazas.
¿Qué pasa si sale el "no" al 'Brexit' en el referéndum?
Legalmente, para la Unión Europea, absolutamente nada. Al igual que si saliera el "sí", la que tiene que dar el primer paso es Londres. El acuerdo formalizado hace tres meses entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en una larga y polémica cumbre en Bruselas están pendientes del resultado. Si los ciudadanos se pronuncian a favor de la permanencia, el primer ministro, David Cameron, debe informar a la Comisión y al Consejo Europeo del resultado. Y pedir el inicio de los trámites. El 28 y el 29 hay una cumbre europea con todos los presidentes y primeros ministros.
¿Qué trámites se activarían?
Reino Unido y sus socios negociar durante meses un nuevo marco para el país dentro de la UE. Por un lado, con cambios en la gobernanza económica y mayor búsqueda de competitividad. Por otro, con la promesa de Bruselas de que no habrá penalización ni se ignorará a los países que no forman parte del euro. Y la garantía de que Londres no deberá, forzosamente, aceptar una "unión cada vez más estrecha". Pero sin duda la parte más polémica es la de la posibilidad de suspender determinadas prestaciones sociales para trabajadores de la UE en Reino Unido y para sus familias.
¿Ya está en vigor esa parte?
No. Está el acuerdo político pero ahora es necesario trabajar para modificar la legislación secundaria. Bruselas no quería hacer nada hasta saber el resultado del referéndum .Y de hecho consta por escrito que si sale el "sí" al 'Brexit' todo lo negociado será automáticamente papel mojado y no podrá ser usado ni por Reino Unido ni por ningún otro país en el futuro.
¿Qué hay que cambiar entonces?
Si hay permanencia, centenares de aspectos de esa llamada legislación secundaria para plasmar, negro sobre blanco, la discriminación que Londres quiere y que sus socios han autorizado contra sus propios nacionales. Igualmente, en el acuerdo se contempla la activación de un "freno de emergencia", de un mecanismo que Londres puede activar si considera que la sostenibilidad de sus cuentas está en peligro y que permitiría limitar determinadas prestaciones.
¿Será un trámite sencillo?
Está por ver. La Comisión Europea y el Consejo trabajaron durante meses con los servicios legales de ambas instituciones y los Estados Miembros para asegurarse de que todo lo que se apruebe sea legal y no pueda ser llevado a la Justicia Europea y perdido. Pero los cambios de la legislación requieren, además del trabajo de la Comisión, el visto bueno del Parlamento Europeo. Además, la activación del mecanismo de emergencia también requiere que Bruselas dé el visto bueno. Algo que se ha pactado políticamente, pero que siempre quedará abierto al análisis de las circunstancias concretas y con limitación temporal.
¿Qué opinan los Eurodiputados?
El Parlamento y el Consejo comparten responsabilidad legisladora. El Consejo está ya convencido pero en el Parlamento hay más discusión. Los principales partidos, con votos suficientes para dar el visto bueno en el plenario, parecen estar de acuerdo con las líneas generales del acuerdo con Reino Unido, así que no debería ser un problema. Pero hay elementos concretos que no gustan a varios grupos y que podrían generar discusión y retrasos.
¿Qué plazo hay para que todo esté en vigor?
Una incógnita. Desde el grupo de negociadores de la Comisión admiten que los plazos pueden ser largos, y que menos de seis meses para todo el proceso es prácticamente imposible, por mucha urgencia que haya.
¿Qué efecto tendrá todo en la Unión Europea?
Aunque salga el "no" a Brexit habrá daños. Ya los hay. Al proyecto de integración, a la confianza y al respaldo que ha supuesto todo este drama político para los movimiento euroescépticos. La idea de que la puerta está abierta o de que es posible negociar acuerdos ad hoc para cada estado o Gobierno, si se hace la presión suficiente, va a ser difícil de borrar.
¿Qué pasa si sale el "no" al 'Brexit' en el referéndum?
Legalmente, para la Unión Europea, absolutamente nada. Al igual que si saliera el "sí", la que tiene que dar el primer paso es Londres. El acuerdo formalizado hace tres meses entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en una larga y polémica cumbre en Bruselas están pendientes del resultado. Si los ciudadanos se pronuncian a favor de la permanencia, el primer ministro, David Cameron, debe informar a la Comisión y al Consejo Europeo del resultado. Y pedir el inicio de los trámites. El 28 y el 29 hay una cumbre europea con todos los presidentes y primeros ministros.
¿Qué trámites se activarían?
Reino Unido y sus socios negociar durante meses un nuevo marco para el país dentro de la UE. Por un lado, con cambios en la gobernanza económica y mayor búsqueda de competitividad. Por otro, con la promesa de Bruselas de que no habrá penalización ni se ignorará a los países que no forman parte del euro. Y la garantía de que Londres no deberá, forzosamente, aceptar una "unión cada vez más estrecha". Pero sin duda la parte más polémica es la de la posibilidad de suspender determinadas prestaciones sociales para trabajadores de la UE en Reino Unido y para sus familias.
¿Ya está en vigor esa parte?
No. Está el acuerdo político pero ahora es necesario trabajar para modificar la legislación secundaria. Bruselas no quería hacer nada hasta saber el resultado del referéndum .Y de hecho consta por escrito que si sale el "sí" al 'Brexit' todo lo negociado será automáticamente papel mojado y no podrá ser usado ni por Reino Unido ni por ningún otro país en el futuro.
¿Qué hay que cambiar entonces?
Si hay permanencia, centenares de aspectos de esa llamada legislación secundaria para plasmar, negro sobre blanco, la discriminación que Londres quiere y que sus socios han autorizado contra sus propios nacionales. Igualmente, en el acuerdo se contempla la activación de un "freno de emergencia", de un mecanismo que Londres puede activar si considera que la sostenibilidad de sus cuentas está en peligro y que permitiría limitar determinadas prestaciones.
¿Será un trámite sencillo?
Está por ver. La Comisión Europea y el Consejo trabajaron durante meses con los servicios legales de ambas instituciones y los Estados Miembros para asegurarse de que todo lo que se apruebe sea legal y no pueda ser llevado a la Justicia Europea y perdido. Pero los cambios de la legislación requieren, además del trabajo de la Comisión, el visto bueno del Parlamento Europeo. Además, la activación del mecanismo de emergencia también requiere que Bruselas dé el visto bueno. Algo que se ha pactado políticamente, pero que siempre quedará abierto al análisis de las circunstancias concretas y con limitación temporal.
¿Qué opinan los Eurodiputados?
El Parlamento y el Consejo comparten responsabilidad legisladora. El Consejo está ya convencido pero en el Parlamento hay más discusión. Los principales partidos, con votos suficientes para dar el visto bueno en el plenario, parecen estar de acuerdo con las líneas generales del acuerdo con Reino Unido, así que no debería ser un problema. Pero hay elementos concretos que no gustan a varios grupos y que podrían generar discusión y retrasos.
¿Qué plazo hay para que todo esté en vigor?
Una incógnita. Desde el grupo de negociadores de la Comisión admiten que los plazos pueden ser largos, y que menos de seis meses para todo el proceso es prácticamente imposible, por mucha urgencia que haya.
¿Qué efecto tendrá todo en la Unión Europea?
Aunque salga el "no" a Brexit habrá daños. Ya los hay. Al proyecto de integración, a la confianza y al respaldo que ha supuesto todo este drama político para los movimiento euroescépticos. La idea de que la puerta está abierta o de que es posible negociar acuerdos ad hoc para cada estado o Gobierno, si se hace la presión suficiente, va a ser difícil de borrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario