Muchos analistas aseveran que el planeado retiro de EE.UU. del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) podría aumentar los riesgos de enfrentamiento nuclear entre Rusia y EE.UU. El experto militar Mijaíl Jodariónok analiza, en un artículo para RT, los posibles escenarios de una guerra termonuclear entre las dos potencias y sus consecuencias.
De entrada, el autor del artículo califica de "enfoque muy superficial" las advertencias de que una seria crisis en alguna de las zonas en conflicto podría desencadenar un intercambio nuclear entre EE.UU. y Rusia. Por ejemplo, incluso en caso del "deterioro más agudo" en el conflicto sirio, es altamente improbable que provoque un ataque nuclear masivo contra Moscú o Washington.
Aunque las relaciones entre EE.UU. y Rusia se han deteriorado últimamente, "no hay contradicciones territoriales, financieras o ideológicas" entre ambos países que pudieran llevarlos a una guerra nuclear, por lo que ese escenario solo puede ser discutido "desde un punto de vista técnico", indica el experto.
Quién da luz verde
Jodariónok tacha de "tontería" la opinión generalizada de que el presidente tiene acceso a una especie de 'botón rojo' y, al pulsarlo, podría desplegar simultáneamente misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos.
En realidad, el experto explica que el presidente da permiso para iniciar el procedimiento de desbloqueo y lanzamiento a través de un mensaje codificado. El lanzamiento real es manejado por diferentes unidades militares, pero para que suceda, las ojivas tienen que ser desbloqueadas con códigos de autorización especiales.
Básicamente, los comandantes reciben una orden codificada del mandatario, toman los sobres con cinco sellos de cera de su caja fuerte y los abren. Después de ello, comparan la información que recibieron del jefe de Estado con el contenido del sobre y decodifican el mensaje para obtener el código de desbloqueo, el cual se introduce en el sistema de control de ojiva.
El presidente tiene en su poder el 'maletín nuclear' que usaría para iniciar la secuencia (en ruso su nombre en clave es 'Cheguet' y forma parte del sistema automático de comando y control de las Fuerzas Nucleares Estratégicas, cuyo nombre código es 'Kazbek'). Otros dos maletines son llevados por el ministro de Defensa ruso y el jefe del Estado Mayor.
Algunas fuentes dicen que se necesita la confirmación de dos maletines para obtener los códigos de autorización, y otros sugieren que tienen que ser los tres, pero en todo caso "nadie en Rusia tiene el poder exclusivo para lanzar armas nucleares", resume el analista, quien apunta que EE.UU. utiliza un sistema similar.
Cuatro escenarios
El experto detalla también diferentes escenarios de ataques nucleares que podrían ser lanzados contra o por parte de Rusia.
Lanzamiento tras el alerta
En caso del llamado 'lanzamiento tras el alerta', el Sistema Espacial Integrado y el Sistema de Alerta Temprana de Rusia detectan un lanzamiento masivo de misiles intercontinentales desde territorios de EE.UU. y misiles balísticos lanzados desde submarinos, y calculan ubicaciones-objetivo dentro de Rusia y su tiempo de vuelo. El presidente ruso recibe la advertencia, y el liderazgo del país toma la decisión de un ataque. Los misiles se desbloquean con un código, y entre 7 y 9 minutos después se produce un lanzamiento masivo de armas nucleares estratégicas desde Rusia y los mares adyacentes.
Ataque de represalia
En caso de un ataque de represalia, el escenario es más o menos el mismo, con la diferencia de que las ojivas enemigas ya han golpeado el territorio ruso y los sistemas han registrado explosiones nucleares.
La Mano Muerta
El peor escenario de un ataque nuclear es uno que provocaría la destrucción de los líderes políticos y militares del país, resalta Jodariónok. Esto podría suceder, por ejemplo, en el caso de un Ataque Global Inmediato estadounidense contra Rusia, y conllevaría la incapacidad de emitir órdenes para lanzar un ataque nuclear.
Es allí donde intervendría el sistema Perímetr (Perímetro), también conocido como la Mano Muerta, que garantizaría que un ataque de represalia se produzca incluso en el peor de los casos. Solo hay datos provisionales sobre este sistema perimetral, pero se cree que se compone de puestos de mando, misiles, receptores y un sistema de control y mando autónomo, y puede activar automáticamente los misiles intercontinentales y los lanzados desde submarinos si un ataque nuclear es detectado por sensores sísmicos, radioactivos y de sobrepresión.
Ataque preventivo
Finalmente, la última opción contempla el lanzamiento de un ataque nuclear por parte de Moscú si la existencia del propio Estado se ve amenazada por un ataque convencional. Según la doctrina militar rusa, el país "se reserva el derecho de usar armas nucleares como respuesta en caso de que este y/o sus aliados se conviertan en el objetivo de un ataque con armas nucleares u otras armas de destrucción masiva, así como en el caso de agresión contra Rusia que involucre armas convencionales que pongan la existencia misma de Rusia bajo amenaza", recoge el analista.
Cualquiera de estas opciones "significaría un desastre tanto para las partes involucradas como para otras naciones alrededor del mundo", alerta el experto, quien recuerda que el 'invierno nuclear' que se establecería poco después del intercambio de ataques "pondría en peligro las vidas de aquellos pocos que sobrevivirían al Armagedón nuclear".
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