EEUU desafía a Rusia enviando destructor al mar negro, pero es humillado por caza ruso Su-24
Hace unos años atrás EEUU enviaba un destructor armado con el sistema antiaéreo AEGIS a aguas del Mar negro en un claro desafío a Rusia; hoy, lo vuelve a hacer, y casualmente utilizando el mismo navío, es decir, al USS Donald Cook; pero tal como sucedió entonces, hoy volverá a suceder. De esta manera, este buque estadounidense vuelve a ser visitado por su viejo verdugo, es decir, por el cazabombardero ruso Su-24; y así como pasó en aquella ocasión, hoy volvió a pasar y esa embarcación militar estadounidense sufrió las consecuencias de su atrevimiento, es decir, experimentó su completa humillación.
Así es, la primera vez que se ven cara a cara el destructor estadounidense y un caza ruso Su-24 fue el 12 de abril del año 2016, precisamente en las aguas del mar negro. En aquella oportunidad los pilotos rusos realizaron varios pases rasantes sobre el buque norteamericano, y pese a que el avión ruso no estaba armado con misil o bomba alguna, aun así fue capaz de dejar fuera de combate de manera total al destructor norteamericano; y la razón de este devastador golpe ruso contra los estadounidenses fue porque el caza ruso Su-24 pese a no ir armado, si llevaba un novedosos sistema de guerra electrónica a bordo llamado Jibiny: Este sistema de lucha radioelectrónica fue capaz de fundir los sistemas de control de tiro del buque estadounidense, así como sus computadoras y radares de a bordo, de tal manera que el navío norteamericano quedó completamente indefenso y a merced de cualquier eventual enemigo; es decir, si los rusos lo hubieran querido, hubieran hundido a la nave gringa en ese momento con tan solo disparar una bomba o un misil, pues todas las armas ofensivas y defensivas de los norteamericanos quedaron inutilizadas en ese instante. Esto, por supuesto, causó gran impresión dentro de los marines gringos a tal grado que nada más tocar tierra muchos de ellos desertaron de la marina estadounidense víctimas del terror que les causó el Su-24 ruso.
Después de este incidente los estadounidenses reclamaron airadamente a los rusos por su “falta de profesionalismo” durante la interceptación de los barcos norteamericanos, pues, según ellos, esos pases rasantes del avión ruso pusieron en peligro a la tripulación gringa porque supuestamente se pudo haber producido una colisión entre ambos aparatos, es decir, entre buque y avión. Pero la realidad es que se enojaron debido a la humillación de que fueron objeto, pero claro, eso jamás lo van a reconocer.
Pero al parecer a los estadounidenses les gusta la mala vida y esta misma maniobra la volvieron a repetir en el mes de abril del año 2018; en esas fechas el mismo buque, el Donald Cook, volvió a ingresar en aguas del mar negro en claro desafío a las fuerzas armadas de Rusia; y como pasó en el año 2016 (y también en el año 2014 durante la crisis en Ucrania), nuevamente fueron enviados dos cazabombarderos rusos Su-24 al encuentro del destructor estadounidense, de tal manera que los pilotos rusos volvieron a inutilizar las armas del destructor norteamericano haciendo uso de su sistema de lucha radioelectrónica Jibiny; de esta manera los gringos se volvieron por donde vinieron con el rabo entre las patas.
Pero como lo vuelvo a repetir, a estos gringos les gusta la mala vida y el 31 de enero del presente año el destructor de misiles guiados AEGIS Donald Cook regresó a aguas del mar negro a tratar de espantar a las fuerzas armadas rusas durante unos ejercicios navales conjuntos con otros miembros de la OTAN; en esta ocasión el destructor estadounidense iba acompañado del destructor Porter de la U-S Navy; pero como pasó en el 2016 y en el 2018, estos dos buques recibieron la visita de cazas rusos Su-24M con un resultado ya esperado, es decir, con la inutilización de las armas y computadoras de ambos destructores.
Tal parece que los norteamericanos están tratando de comprobar si ya lograron hacer inmunes a sus sistemas de armas ante la ofensiva de las armas de lucha radioelectrónica rusas, pero ya comprobaron una vez más que no es así y que están a años luz de la tecnología rusa en lo que se refiere a la guerra electrónica. De esta manera los estadounidenses vuelven a ser derrotados y humillados comprobando una vez más que son presa fácil para los pilotos rusos y sus armas electrónicas de última generación, armas que no tienen parangón en el mundo entero. Esto, por supuesto, les crea un gran pavor y una envidia inmensa a los estadounidenses.
El Su-24 ruso ha vuelto a inutilizar al destructor estadounidense "Donald Cook"
El último incidente para la tripulación del destructor estadounidense Donald Cook no pasó desapercibido.
Unas semanas antes la agencia de noticias e información rusa Avia.pro ya nos había informado que Al entrar en el mar Mediterráneo el destructor militar estadounidense "Donald Cook" se encontró con dos aviones de Rusia, en particular, estamos hablando de cazabombarderos Su-24. Según las primeras informaciones, el avión sólo se acercó al buque de guerra estadounidense, sin embargo, de acuerdo con información publicada en la red, la tripulación del avión ruso Su-24 tuvo un fuerte choque con los sistemas de control electrónico del destructor que, como consecuencia, fue desactivado el sistema de control de tiro, las comunicaciones y los radares del buque estadounidense.
Como puede verse a partir de la información proporcionada, el destructor militar de Estados Unidos una vez más no pasó la prueba de fuego ante las Fuerzas Aeroespaciales Rusas; de hecho, perdió su potencial militar sin disparar un tiro, y este no es el primer caso cuando el avión Su-24 pasa a asustar a la tripulación de un barco de guerra estadounidense que, independientemente, los analistas ya han llamado "el hábito de los rusos".
Ni el mando de la Armada de Estados Unidos, ni el Pentágono (Departamento de Defensa de Estados Unidos), comentaron los datos que aparecieron aparentemente por temor a posibles burlas, ya que incluso días antes en The National Interest uno de los almirantes hizo una declaración de que los aviones Su-24 rusos no eran para la armada estadounidense una amenaza.
Cabe aclarar que los bombarderos rusos Su-24 poseen potente sistema de guerra electrónica, que, como la experiencia del destructor estadounidense "Donald Cook" dicta, es muy eficaz.
Es necesario aclarar que la primera vez que bombarderos rusos Su-24 llevaron a cabo un ataque cibernético contra el destructor militar estadounidense "Donald Cook", la mayor parte de la tripulación del barco decidió abandonar el servicio por que experimentaron un shock psicológico grave.
¿Qué asustó tanto al USS Donald Cook en el Mar Negro?
En Washington, el Departamento de Estado ha reconocido que la tripulación del destructor U-S-S Donald Cook quedó seriamente desmoralizada tras su encuentro en el Mar Negro con un avión de combate ruso Su-24, que no transportaba bombas ni misiles, sino únicamente un contenedor con un sistema de guerra electrónica (el Pentágono también ha presentado una protesta).
¿Qué otros dispositivos de guerra electrónica poseen las fuerzas armadas rusas?
El pasado 10 de abril, el destructor U-S-S Donald Cook entraba en el Mar Negro. El 12 de abril, un bombardero táctico ruso Su-24 sobrevolaba el buque. Más tarde se comentó que la tripulación del destructor estadounidense había quedado desmoralizada tras su encuentro con el avión de guerra ruso. Varios medios incluso aseguran que 27 marineros estadounidenses solicitaron la baja del servicio. ¿Qué fue lo que tanto asustó a la tripulación del destructor?
El U-S-S Donald Cook es un destructor lanzamisiles de cuarta generación. Su principal arma son los misiles de crucero tomahawk, que tienen un alcance máximo de 2500 kilómetros y pueden llevar cabezas nucleares. En una misión normal, el buque está equipado con 56 misiles y en misión de ataque cuenta con 96 misiles.
El destructor está equipado con el sistema de combate de última generación Aegis, un sistema integrado que conecta entre sí los medios de defensa antimisiles de todos los barcos en los que está instalado creando una red general que permite controlar y atacar cientos de objetivos al mismo tiempo. El destructor estadounidense dispone igualmente de 4 enormes radares universales de antena de una potencia similar a la de varias estaciones de radar. Además de los misiles tomahawk, en sus lanzaderas de proa y popa figura medio centenar de misiles antiaéreos guiados de distintas clases.
El bombardero táctico ruso Su-24 que sobrevoló el U-S-S Donald Cook no llevaba bombas ni misiles. Bajo su fuselaje había únicamente un contenedor con un sistema de guerra electrónica llamado Jibiny.
Al aproximarse al destructor, el sistema Jibiny del Su-24 puso fuera de servicio los radares, circuitos de control, sistemas de transmisión de información, etc. En otras palabras, todo el sistema Aegis quedó inutilizado, como cuando se apaga un televisor con un mando a distancia. Después de esto, el Su-24 simuló un ataque con misiles contra el U-S-S Donald Cook, que había quedado totalmente ciego y sordo. Y repitió esa acción un total de 12 veces.
Cuando el Su-24 se alejó, el U-S-S Donald Cook se dirigió rápidamente a un puerto rumano y no volvió a acercarse a aguas rusas.
Los guerreros del frente invisible
«Cuanto más complejo es un sistema radioelectrónico, más sencillo resulta interrumpir su funcionamiento con medios de guerra electrónica», comenta el director del centro de investigación científica sobre guerra electrónica y valoración de la eficacia en medios de reducción de visibilidad de la Academia Aérea Militar, Vladímir Balybin. «Para poder ganar una guerra moderna no basta con dominar el espacio aéreo. Es necesario hacerse con la superioridad tecnológica», agrega el especialista ruso.
Además del sistema Jibiny, el complejo industrial militar ruso trabaja en el desarrollo de distintos dispositivos capaces de descorazonar tanto a las unidades del enemigo como a agrupaciones extremistas. Las unidades de las Tropas Aerotransportadas rusas han comenzado a ser equipadas con el sistema Infauna. Instalado en un tanque o en cualquier otro vehículo militar, este sistema encuentra y aísla la comunicación por radio enemiga en bandas HF y VHF del espectro electromagnético, «adormeciendo» sus armas de control remoto. Estas armas llegan a disparar, pero sólo después de que las columnas de tanques rusos hayan pasado sobre ellas y se hayan alejado a una distancia segura.
Infauna tiene otra función: los sensores ópticos instalados en sus laterales detectan los fogonazos de los disparos y dan la orden de crear una cortina de humo que cubre la columna de tanques del fuego enemigo.
El dispositivo Lesochek desempeña las mismas funciones que Infauna, pero es mucho más compacto: se puede llevar en una mochila o en un pequeño maletín. Con este sistema resulta muy cómodo acudir a importantes reuniones, evitando con este equipo que los más avanzados servicios de inteligencia logren espiar ni una palabra de lo que se discute en esos encuentros.
La base de la protección electrónica de las comunicaciones del ejército de Rusia es el sistema Borisoglebsk-2. Este sistema cuenta con un punto automático de control y 4 tipos de estaciones de interferencias de radio que rastrean las fuentes activas de comunicaciones enemigas y las inutilizan.
El dispositivo Zhítel localiza y bloquea teléfonos satelitales y celulares, así como sistemas de navegación GPS. Su eficacia quedó demostrada durante el conflicto en Osetia del Sur, donde consiguió desorientar a los vehículos georgianos no tripulados.
El reequipamiento de las fuerzas estratégicas de Rusia con nuevos medios de guerra electrónica avanza a ritmos vertiginosos, según anunciaba hace poco el vicepresidente del gobierno ruso Dimitri Rogozin.
Si, en 2021 el ejército y la flota rusas estarán reequipados en un 80%, todos los dispositivos de potencial estratégico para la guerra electrónica estarán renovados en un 100%.
«Los medios de guerra electrónica permiten que nuestras armas inteligentes actúen y que las de nuestro enemigo queden inutilizadas. Esto es algo extremadamente útil», señala el vicepresidente.
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