“Si hiciera falta, Bielorrusia se convertirá en una base común de Bielorrusia y Rusia, para hacer frente a una agresión de su país o de cualquier otro”, subrayó Lukashenko en una entrevista concedida el viernes a la cadena televisiva estadounidense CNN.
El mandatario bielorruso enfatizó que las fuerzas militares de otros países deben entender claramente su advertencia.
Ya en octubre de 2020, Lukashenko dijo en una conversación telefónica con el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que como miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), Minsk y Moscú están obligados a responder a la agresión extranjera; Pompeo dijo que no existe tal amenaza de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El pasado lunes, en una reunión con altos funcionarios de las agencias de seguridad y defensa bielorrusos, Lukashenko aseveró que Estados Unidos está creando bases de la OTAN en Ucrania bajo el disfraz de centros de entrenamiento, con miras a apuntar contra Bielorrusia.
Moscú y Minsk denuncian constantemente la creciente presencia militar de Estados Unidos y la OTAN en países de Europa del Este, cerca de las fronteras rusas, lo que ha agravado las tensiones que mantienen Rusia y Occidente por temas como la crisis de Ucrania y, en el caso de Bielorrusia, la negativa de los países occidentales a reconocer la reelección de Lukashenko como presidente.
Es más, ambos Estados consideran la expansión militar de EE.UU. cerca de sus fronteras como una amenaza directa contra su seguridad nacional y, por tanto, enfatizan que se reservan el derecho a dar una respuesta contundente a cualquier agresión o violación de su soberanía.
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