Así es, bajo las sanciones occidentales rusia ha podido romper la unidad dentro de la unión europea; pues mientras algunos países rechazan categóricamente pagar el gas ruso en rublos, hay otros que ya han comenzado a pagarlo en la moneda rusa, pero hay otros más que también se preparan para igualmente hacerlo.
Y no estamos hablando de países pequeños (económicamente hablando), como es el caso de Bulgaria, sino que estamos hablando de las principales economías de Europa, tal como es el caso de Alemania, países bajos e Italia, tres de los pilares de la unión europea, así como de su fortaleza económica; y hablando especialmente de Alemania, este país es la principal economía de Europa, y no solo eso, sino que también es el país con el mayor peso político dentro de la unión, de tal manera que si ellos ceden, es muy posible que los demás países también lo hagan, sobre todo tratándose de los países de la Europa occidental, porque lo que son los países de la Europa oriental (las exrepúblicas soviéticas y países miembros del extinto pacto de Varsovia) son los más reacios a pagar en rublos, solo que también son los países menos desarrollados y los con economías más pequeñas.
Sin embargo, debido a los estatutos de la unión europea, es muy posible que estos países, los de Europa del este, exijan una compensación económica a las autoridades de la unión europea, o, en su defecto, exijan que se les provea de gas. Solo que no habrá gas con que proveerles, pues casi todos los países miembros de la unión europea tienen muy escasas reservas de gas, y las que tienen serán para su uso doméstico, no para andarle regalando a los tontos que se niegan a comprarle a rusia su gas en rublos.
Esto, por supuesto, puede, y lo hará, desencadenar grandes pugnas dentro de la unión, pues mientras unos exigirán se les compense económicamente, o se les cubran sus necesidades de energía, otros se rehusarán rotundamente a tales exigencias, lo que podría significar el comienzo del fin de la misma unión europea.
Por que no perdamos de vista que las principales potencias económicas de la unión europea son las que están dispuestas a comprar el gas ruso solo en rublos, mientras que los últimos en unirse a la unión, y los más pobres dentro del grupo, son los que están dispuestos a dejarle de comprar el gas a Rusia, y no solo el gas, sino también el petróleo y el carbón.
No hay consenso dentro de Europa, pero lo que sí está claro, es que no podrán sobrevivir sin rusia y sus recursos naturales; y no importa cuánto pataleen y chillen, no hay solución al problema: sí o sí tendrán que seguirle comprando el gas, petróleo y carbón a los rusos.
Ya las empresas gasísticas de estos tres gigantes europeos, Alemania, Italia y países bajos, han abierto cuentas en rublos en el banco ruso Gazprombank para comprar el gas ruso en rublos. Estas empresas son la italiana ENI, la alemana UNIPER, y la austriaca O-M-V. Estas tres empresas ya han abierto tanto cuentas en rublos, como en euros, en el banco de la empresa rusa gasística Gazprom, es decir, en el Gazprombank. En la cuenta en euros se haría el depósito en euros para que el banco ruso haga la transferencia al banco central de rusia, y desde ahí se haga la conversión de divisas; mientras que en la cuenta en rublos se recibirán esos rublos obtenidos del banco central de rusia, y es a través de esta cuenta en rublos que se harán los respectivos pagos por el gas ruso.
De esta manera, los clientes europeos pueden decir que en realidad pagaron el gas en euros, aunque en medio haya habido un intercambio de divisas, con lo que no se estarían saltando las sanciones antirrusas establecidas por la misma unión europea, y por Washington. claro, esto no es más que un juego de palabras, pero estrictamente estarían pagando el gas en euros, pero se sobre entiende que en realidad lo estarían pagando en rublos; pero al final de cuentas eso depende según el cristal con que se mire.
No obstante, desde hace unos días atrás ya Washington había autorizado a los países miembros de la unión europea a comprar el gas ruso según su criterio; es decir, según sus necesidades. Asimismo, las autoridades de la misma unión europea habían autorizado a su vez a sus diferentes miembros a adquirir el gas ruso a su entera discreción; con lo cual, no importaría si lo pagan en euros, o en rublos, por que con estas medidas las sanciones estarían anuladas, en lo que se refiere al gas, petróleo y carbón rusos.
Pero, aun así, hay países que definitivamente no quieren nada con rusia, tales como Polonia y Bulgaria, países que dejaron de recibir el gas ruso porque no quisieron pagarlo en rublos.
En todo caso, esto de la compra del gas ruso no es más que sólo una cuestión política, más que una cuestión económica, porque todos los países miembros de la unión europea ya están autorizados a seguirlo comprando, ya sea en rublos, o en euros, o en cualquier otro medio de pago que acuerden.
De esta manera queda en evidencia qué países son declaradamente hostiles a rusia, mientras que también demuestra que otros países mantienen una actitud más pragmática con respecto a Rusia, una aptitud menos agresiva.
Claro, en este asunto no solo se trata de sentimientos, sino, más bien, de necesidad y practicidad; pues, aunque no lo quieran, hay cosas que no se pueden negar ni de dejar de utilizar, tal como es el caso de la energía, pues sin energía, no hay nada; y eso es precisamente lo que representa el gas, petróleo y carbón rusos.
Así que, los que no quieran comprar el gas ruso en rublos solo por cuestiones sentimentales, por cuestiones de orgullo estúpido, no podrán hacer funcionar sus respectivas economías y pagarán muy cara esta decisión irracional; mientras que los que se traguen su orgullo, si podrán continuar con su vida normal.
Y eso es realmente lo que hay de fondo en todo este asunto referente a las sanciones antirrusas aplicadas por Europa: solo se trata de odio y orgullo.
Pero a los gringos no solo los mueve el orgullo y el odio, sino que los mueve, sobre todo, la economía.
Así es, lo que realmente busca EE.UU. es matar dos pájaros de un tiro, pues por un lado debilita a su principal rival militar, Rusia, y, por el otro, debilita a su principal rival económico, es decir, a la unión europea.
Claro, cuando digo que Europa es el principal rival económico de EEUU, me refiero a esta parte del mundo, porque en realidad su principal rival económico es china. Sin embargo, en realidad la unión europea si es el principal rival del dólar estadounidense, pues desde que se creó el euro, el dólar no deja de perder protagonismo; porque recordemos que cada vez más el euro desplaza al dólar como principal moneda de reserva internacional; pues mientras el dólar representa cerca del 60%, el euro lo hace con casi un 20%, y el restante 20% se divide entre la Libra esterlina, el yen japonés y el yuan chino.
No obstante, con los recientes acontecimientos, esas cifras se están moviendo rápidamente, y aunque el rublo ruso no figura dentro de la canasta de divisas internacionales del fondo monetario internacional (FMI), su presencia como moneda de reserva internacional se fortalece cada vez más, sobre todo después de exigir el pago de sus hidrocarburos solo en rublos, así como después de firmar acuerdos con La India, China e Irán para comerciar solo en monedas nacionales.
Así, tenemos que Según la encuesta sobre la composición de las reservas oficiales de divisas (COFER) del Fondo Monetario Internacional, el dólar estadounidense representaba alrededor del 59% de los aproximadamente 12 billones de dólares de reservas mundiales de divisas asignadas en el tercer trimestre de 2021. Pero su cuota ha ido disminuyendo constantemente en las últimas décadas. En el año 2000, por ejemplo, la cuota del dólar estadounidense era superior al 70%.
Tras el dólar estadounidense, la moneda más común es el euro, que actualmente representa aproximadamente una quinta parte de las reservas mundiales. Le siguen el yen japonés y la libra esterlina, que representan el 5,8% y el 4,8%, respectivamente, del importe total de las reservas asignadas, mientras que el yuan tiene una cuota del 2,7%.
Claro, esto es según el FMI, y su canasta de divisas internacionales, pero en la realidad en esos estudios no se toma en cuenta todo el comercio que se hace entre Rusia, China, La India, Irán y los países miembros de la unión económica euroasiática, utilizando sus respectivas monedas nacionales; lo que representa, en la práctica, que estas monedas también son divisas de reserva internacional muy importantes, pues esos países en conjunto representan cerca del 50% de toda la economía mundial, sino que más, y su comercio lo realizan solo en sus respectivas monedas nacionales, dominando el yuan chino y, en segundo lugar, el rublo ruso. Pero ahora con esto de que rusia exigirá a la unión europea el pago de sus mercancías solo en rublos, la moneda rusa tomará mayor protagonismo como divisa de reserva internacional; no por nada el rublo no para de revaluarse con respecto a las principales monedas de reserva del FMI, sobre todo con respecto al dólar estadounidense y al euro europeo.
Pero, así como rusia exige a la unión europea pagos solo en rublos, china también está negociando con arabia saudita el pago del petróleo solo en yuanes, con lo que estas dos monedas (el yuan y el rublo) seguirán aumentando su participación dentro del mercado mundial; esto pese a que EE.UU. y la Unión europea lo traten de ocultar publicando estas cifras emitidas por el FMI y el banco mundial, documentos donde no se toma en cuenta al rublo pese a su mayor protagonismo, protagonismo que va en aumento cada día que pasa; y protagonismo que sin duda la convertirá en la nueva divisa de reserva internacional, aunque no sea reconocida por el FMI y el Banco mundial.
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