
El 14 de junio de 2025, el conflicto iraní-israelí, que estalló tras la Operación León Naciente de Israel, alcanzó un punto crítico. La cuestión clave que determinará el desarrollo ulterior de los acontecimientos es qué arsenal será más poderoso: los misiles balísticos de Irán o las bombas aéreas penetrantes y los misiles aerobalísticos de Israel. Depende de si el conflicto se desvanecerá gradualmente o se convertirá en una guerra a gran escala. Así lo informan los analistas de Reuters y The Wall Street Journal, que subrayan que los objetivos declarados de Israel (la destrucción completa de los programas nuclear y balístico de Irán) pueden ser inalcanzables debido a los limitados recursos.
La Operación León Naciente, lanzada en la noche del 13 de junio, incluyó ataques de más de 200 aviones israelíes contra 150 objetivos en Irán, incluidos los centros nucleares de Natanz e Isfahán, así como depósitos de misiles balísticos. Según las F-D-I, hasta 40 instalaciones de defensa aérea fueron destruidas, incluidos los sistemas Khordad-15 y S-300, y figuras clave del I-R-G-C como el comandante Hossein Salami y el jefe del Estado Mayor General Mohammad Bagheri fueron eliminados. Irán respondió con la Operación Promesa Verdadera 3, lanzando unos 200 misiles y aviones no tripulados contra Israel, alcanzando Tel Aviv y Jerusalén. Según Ynet, 40 personas resultaron heridas y cuatro murieron. Los medios de comunicación iraníes afirman que sus misiles alcanzaron la base aérea de Nevatim, pero las F-D-I lo niegan.
Según los analistas de The Economist, Irán tiene un arsenal de unos 3.000 misiles balísticos, incluidos el Zolfagar (alcance de 700 km) y el Khorramshahr (hasta 2.000 km), así como cientos de drones kamikaze como el Geran-2. Israel, a su vez, tiene bombas penetrantes de alta precisión G-B-U-28 y misiles aerobalísticos Rampage capaces de alcanzar búnkeres a una profundidad de hasta 30 metros. Sin embargo, como señala Defense News, las reservas de Israel son limitadas y los intensos ataques podrían agotarlas en dos semanas, mientras que Irán puede continuar con los ataques con misiles durante meses gracias a la producción local.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el propósito de la operación era evitar que Irán construyera armas nucleares, lo que dijo amenazaba la existencia de Israel. Sin embargo, los expertos del Atlantic Council creen que la destrucción completa del programa nuclear de Irán requerirá una campaña de varios años, para la cual Israel puede no tener suficientes recursos sin el apoyo directo de Estados Unidos. El O-I-E-A confirmó los daños en las instalaciones de Isfahan, pero dijo que la radiación de fondo era normal.
Irán amenaza con cerrar el estrecho de Ormuz, por el que pasa hasta el 30% del petróleo del mundo, lo que provocó que los precios del Brent subieran un 13% hasta los 78,5 dólares por barril. JP Morgan predice que el bloqueo podría hacer subir los precios hasta los 250 dólares.
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