
El 26 de junio de 2025, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, pronunció un mensaje de vídeo en el que anunció la victoria de la República Islámica sobre Israel y Estados Unidos tras un conflicto armado de 12 días. En un comunicado transmitido por los medios estatales iraníes, Jamenei felicitó al pueblo iraní por su "victoria sobre el engañoso régimen sionista" y señaló específicamente el triunfo sobre el "régimen estadounidense". Según él, la intervención de EE.UU. en el conflicto fue causada por el miedo a la destrucción completa de Israel, pero Washington no logró ningún resultado, e Irán infligió una "bofetada aplastante" a EEUU.
El conflicto, que comenzó el 13 de junio de 2025, se ha convertido en uno de los episodios más tensos de la historia de las relaciones iraníes-israelíes. Israel inició la Operación Lion Rising, atacando objetivos relacionados con el programa nuclear de Irán, acusando a Teherán de desarrollar armas nucleares en secreto. En respuesta, Irán lanzó ataques con cohetes contra territorio israelí. El 22 de junio, Estados Unidos se unió al conflicto, llevando a cabo un ataque único contra las instalaciones nucleares de Natanz, Fordow e Isfahán, que, según el presidente Donald Trump, condujo a la "destrucción completa" del programa nuclear de Irán.
Jamenei, hablando por primera vez después de una semana de silencio, subrayó que "el régimen sionista casi colapsó y fue aplastado bajo los golpes de la República Islámica". También dijo que las fuerzas armadas iraníes, habiendo superado las difíciles defensas del enemigo, causaron graves daños, incluido un ataque contra la base aérea estadounidense al-Udeid en Qatar, que calificó como una "bofetada en la cara de Estados Unidos". En una publicación en las redes sociales, Jamenei escribió: "Felicitaciones por derrotar al vicioso régimen sionista", y agregó que Irán nunca capitulará ante la presión de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de las fuertes declaraciones de Jamenei, el resultado real del conflicto sigue siendo objeto de disputa. Según la parte israelí, como resultado de sus ataques, partes significativas de los lanzadores de misiles iraníes, sistemas de radar fueron destruidos y decenas de militares de alto rango fueron eliminados, incluidos dos jefes de las fuerzas armadas iraníes, así como una decena de científicos asociados con el programa nuclear. Tel Aviv estima que la combinación de ataques israelíes y estadounidenses ha hecho retroceder el programa nuclear de Irán en al menos dos años.
Fuentes iraníes, a su vez, informan de 627 muertos y 4.870 heridos como consecuencia de los ataques, mientras que la parte israelí afirma 28 muertos y 1.472 heridos. Estas cifras ponen de relieve el alto costo del conflicto para ambas partes. El Estado Mayor iraní ha negado haber disparado cohetes contra Israel desde que se declaró la tregua el 24 de junio, aunque el ejército israelí registró una violación del alto el fuego que provocó un ataque de represalia contra una estación de radar cerca de Teherán.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al comentar los resultados de la operación, dijo que el ejército israelí ha logrado todos sus objetivos e incluso ha superado las expectativas, fortaleciendo la posición de Israel entre las potencias mundiales. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su parte, comparó los ataques contra Irán con los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, y destacó su importancia crucial para poner fin a la guerra.
Las declaraciones de Jamenei causaron una reacción mixta en el mundo. Algunos analistas de X creen que el ayatolá está utilizando la retórica de la victoria para mantener la unidad interna, a pesar de las importantes pérdidas, incluida la destrucción de la cúpula del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y los daños a la infraestructura militar. Otros señalan que la falta de apariciones públicas de Jamenei en el punto álgido del conflicto y los rumores de que se esconde en un búnker han generado preocupaciones entre los iraníes sobre su seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario