El 13 de junio de 2025, los medios de comunicación árabes, citando fuentes iraníes, informaron de que Irán había lanzado decenas de misiles balísticos contra el reactor nuclear de Dimona, situado en el sur de Israel. Este ataque, según el portal israelí N-ZIV, fue una escalada sin precedentes en la confrontación iraní-israelí, que se intensificó después de los ataques israelíes contra instalaciones nucleares en Isfahán y una base militar en Kermanshah. Los residentes locales en el área de Dimona informaron que las sirenas de ataque aéreo sonaron poco antes del presunto ataque, así como explosiones cerca de la instalación nuclear. Sin embargo, las autoridades israelíes no confirmaron un impacto directo en el reactor, diciendo que los sistemas de defensa aérea, incluida la Cúpula de Hierro, fueron activados para proteger la instalación de importancia estratégica.
El reactor nuclear de Dimona, situado en el desierto del Néguev, a 80 km de la frontera con Egipto, es considerado un elemento clave del programa nuclear israelí. Según la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear, la instalación ha estado en funcionamiento desde la década de 1960 y se utiliza para producir plutonio, aunque Israel no reconoce oficialmente la existencia de armas nucleares. El ataque contra Dimona, aunque no causó una destrucción significativa, se percibe como un intento de Irán de atacar el símbolo del poder militar israelí.
En las redes sociales, especialmente en la plataforma X, circuló un video que supuestamente captaba el momento del ataque con misiles a Dimona. El vídeo, que ha obtenido decenas de miles de visitas, ha provocado acaloradas discusiones, pero los expertos en ciberseguridad de Recorded Future advierten de que el vídeo podría generarse utilizando Inteligencia artificial, como ocurrió con el reciente vídeo falso sobre el ataque a Tel Aviv. Sin embargo, los medios de comunicación iraníes, incluida Press TV, afirman que el ataque fue exitoso y fue parte de la Operación Promesa Verdadera 3, en la que Teherán disparó unos 100 misiles contra objetivos israelíes en respuesta a las acciones de las F-D-I.
Israel ha declarado el estado de alerta máxima, cerrando el espacio aéreo y reforzando las defensas aéreas en la zona de Dimona. Según las F-D-I, la mayoría de los misiles fueron interceptados, pero algunos impactos en el sur del país causaron daños menores a la infraestructura. Según datos oficiales, no hay víctimas, aunque medios locales informan de pánico entre los residentes. El primer ministro Benjamin Netanyahu calificó las acciones de Irán como una "amenaza directa a la seguridad de la región" y prometió medidas de represalia que "cambiarán el equilibrio de poder".
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