Hace solo unos días atrás el gobierno estadounidense se dignaba a retirar sus tropas de ocupación del territorio afgano, situación que, si bien puede traer problemas a Rusia y a sus vecinos, también puede traer nuevas oportunidades para el kremlin.
Así es, esta situación representa otra oportunidad para que Rusia amplié su influencia en la región y se elimine la de los estadounidenses.
Recordarán que en los años 80 del siglo pasado la unión soviética, siendo la federación rusa su directa heredera, iniciaba una campaña militar en el país asiático para tratar de combatir a los rebeldes que luchaban contra el entonces gobierno legítimo de Kabul, gobierno de filosofía socialista y amigo de la extinta URSS, razón por la cual se solicitó la presencia del ejército soviético para tratar de aplastar a los rebeldes proyanquis que entonces luchaban contra el gobierno de Kabul de aquella época.
Pero estos rebeldes pro occidentales jamás dejaron de recibir ayuda directa de Washington, es más, tomaron otro nombre a raíz de esta asistencia y se pasaron a llamar muyahidines. Muyahidín es una palabra que designa, en un contexto islámico, a la «persona que hace la yihad», es decir, «alguien que lucha por su fe». No obstante, para la gente común, es decir, para el pueblo, los Muyahidín son sinónimo de criminales, de bandidos.
A raíz de los hechos del 11-S EEUU invadió Afganistán para supuestamente tratar de capturar a los presuntos autores intelectuales de los atentados, pero está claro que eso solo fue el pretexto, pues el mismo Osama Bin Laden había sido aliado de los EEUU, junto a los muyahidines, para expulsar a las tropas soviéticas de Afganistán. Así que, eso de que iban por Osama era mentira, pues el mismo sujeto era su íntimo aliado y su agente.
Osama dirigía a una organización extremista, organización a la que achacaron los atentados en EEUU; fue entonces cuando EEUU trató de aprovechar la situación e invadió al país asiático, luchando precisamente contra estos talibanes, grupo extremista que fue apoyado de manera extensa por los mismos EEUU para realizar acciones subversivas en diferentes países, como fue el caso de siria, sólo que ahí tenían otro nombre, pero son los mismos. Al Qaeda es una creación del mismo gobierno de los EEUU, situación ya reconocida por la ex-secretaría de estado, la señora Hillary Clinton. Al Qaeda es lo mismo que el Talibán, y ambas organizaciones eran dirigidas por Osama Bin Laden. Al Qaeda en Siria se llamaba Frente al Nusra, ahora lleva por nombre Jabhat Fatá al Sham.
Estos Talibanes también son los que finalmente expulsaron a las tropas norteamericanas, ejército que hoy se retira de Afganistán con la cola entre las patas, no sin antes dejar al país hundido en el caos y la anarquía total. Situación que ha denunciado Moscú, recriminando a EEUU su nefasto proceder, así como de dejar un estado caótico en el país asiático, con lo que, asimismo, pone en riesgo la seguridad de los países de la región, pues estos grupos de yihadistas radicales pueden sentirse atraídos por la idea de invadir a los países vecinos, razón por la cual Rusia ha desplazado a su ejército a las fronteras con Afganistán para tratar de prevenir esta eventual situación.
Y el problema es tan serio que aun los mismos EEUU ya han cerrado su embajada en Kabul en previsión de la supuesta caída de la capital afgana en manos de los extremistas. Washington dice que Kabul no resistirá más de 90 días el asedio de los rebeldes. No obstante, los lideres talibanes han prometido a Moscú no atacar a Rusia, ni a los países vecinos, sin embargo, el gobierno ruso ya ha desplegado una importante fuerza militar a las fronteras afganas y a los países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (O-T-S-C, por sus siglas en inglés).
Esta es una situación muy similar a lo que pasó, y sigue pasando, en Siria, país que asediado por los extremistas solicitó la ayuda de Moscú para combatirlos; desde entonces, y pese a todo el apoyo suministrado por los gobiernos occidentales, con EEUU a la cabeza, el ejército sirio, con el apoyo de las fuerzas armadas de Rusia, está por exterminar completamente a los radicales de su territorio, y si no ha pasado hasta el día de hoy, ha sido solo por el constante apoyo que reciben los extremistas de sus patrones occidentales.
Algo similar puede pasar en Afganistán, y entonces el gobierno de Kabul solicitar la asistencia rusa para erradicar a las bandas extremistas de su territorio. Recordemos que tanto siria, como Afganistán, son dos cuestiones estratégicas para el gobierno del Kremlin, pues ambos países constituyen una muralla contra el expansionismo takfiri radicalizado hacia sus fronteras, principalmente en la región del Cáucaso. así que, si Kabul o Damasco caen, los radicales tendrán acceso a la federación rusa a través de su frontera sur; de ahí que Moscú no se puede permitir que tanto Siria, como Afganistán, caigan en manos de los extremistas, extremistas que no son otra cosa más que empleados de los gobiernos occidentales; y este aparente repliegue de las tropas estadounidenses de Afganistán es solo la pantalla para permitir que los extremistas se apoderen totalmente de Afganistán, para de allí tratar de invadir el sur de Rusia. Y no solo Rusia está en peligro, también lo está Irán, razón por la cual ambos países deben unirse, tal como ya lo están haciendo en siria, para combatir a estos extremistas.
Cabe recordar que Después de más de nueve años de guerra los soviéticos se retiraron de Afganistán en 1989 después de la firma de los Acuerdos de Ginebra entre Pakistán y la República Democrática de Afganistán. No obstante, los enfrentamientos entre insurgentes y las tropas del gobierno continuaron hasta abril de 1992, cuando la disolución de la Unión Soviética provocó el colapso económico del país y los fundamentalistas pudieron establecer el Estado islámico.
El Estado Islámico de Afganistán fue el régimen islamita (regido por la sharia) establecido por los muyahidín en Afganistán.
Estos muyahidínes, si bien no son exactamente los talibanes de hoy en día, en realidad son la misma cosa, pues ambos son grupos de islamistas radicalizados, y los dos grupos son, y fueron, creados y financiados por EEUU y sus lacayos. Solo cambian de nombre y de imagen, pero siguen siendo la misma cosa, es decir, extremistas al servicio de Washington; y eso de que los EEUU se retiran de Afganistán es solo la pantalla, porque en realidad, si bien el ejército regular de los EEUU ya no tendrá una presencia significativa, si la tendrán sus empleados extremistas, y estos continuarán una guerra contra Rusia. sí EE.UU. se va de Afganistán es solo porque ya pactaron con los muyahidínes y con los muyahidínes de hoy, es decir, con los talibanes; y estos dos grupos harán como que luchan entre ellos, pero en realidad, al final, serán solo uno. Ya lo dijo Washington, Kabul caerá en 90 días, o, en otras palabras, los muyahidínes viejos y los muyahidínes nuevos formarán un nuevo gobierno; un gobierno lacayo de Washington.
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