Este lunes, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, insultó a su homólogo estadounidense, Barack Obama, líder del país que apoya a Filipinas en su disputa con Сhina. ¿Cómo y por qué sucedió? ¿Cuáles han sido las reacciones de las partes implicadas? ¿Qué consecuencias tendrá para la relación entre Manila, Washington y Pekín? Se lo explicamos punto por punto a continuación.
¿Qué ha pasado?
Este 5 de septiembre, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, advirtió a Barack Obama que no le preguntara sobre las matanzas extrajudiciales para luchar contra el narcotráfico que se están produciendo en su país y le llamó "hijo de puta".
Duterte indicó a unos periodistas que es el líder de un país soberano y solo debe dar explicaciones al pueblo filipino, con lo cual Obama debía ser respetuoso y no realizar ese tipo de preguntas.
Y Obama, ¿qué?
Desde Hangzhóu (Zhejiang, China), donde participaba en la cumbre del G-20, Obama comentó que el presidente de Filipinas es "un tipo pintoresco" y detalló que había solicitado a su equipo "que hable con la parte filipina" para comprobar si en estos momentos "podemos mantener conversaciones constructivas".
Finalmente, la Casa Blanca anuló la reunión que este martes iban a mantener ambos mandatarios durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) que se celebra en Laos.
Y Duterte, ¿qué?
Duterte lamentó que su declaración ofensiva fuera vista como un ataque personal contra Barack Obama y ha asegurado sentir "profundo aprecio y afinidad" con el líder norteamericano.
Y Obama, ¿qué?
Desde Hangzhóu (Zhejiang, China), donde participaba en la cumbre del G-20, Obama comentó que el presidente de Filipinas es "un tipo pintoresco" y detalló que había solicitado a su equipo "que hable con la parte filipina" para comprobar si en estos momentos "podemos mantener conversaciones constructivas".
Finalmente, la Casa Blanca anuló la reunión que este martes iban a mantener ambos mandatarios durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) que se celebra en Laos.
Y Duterte, ¿qué?
Duterte lamentó que su declaración ofensiva fuera vista como un ataque personal contra Barack Obama y ha asegurado sentir "profundo aprecio y afinidad" con el líder norteamericano.
Y Сhina, ¿qué?
Después de que el presidente de Estados Unidos cancelara el encuentro con su homólogo filipino, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, anunció que su país tiene la mejor disposición para continuar fortaleciendo sus relaciones con Filipinas, país con el que mantiene una disputa territorial en el mar de la China Meridional.
"China y Filipinas son socios a largo plazo" y "esperamos mejorar las relaciones chinofilipinas de acuerdo a las aspiraciones y esperanzas de los pueblos de ambos países", aseveró la diplomática, quien recalcó que su país está dispuesto a "mantener un diálogo constructivo para fortalecer las relaciones bilaterales".
Y ahora, ¿qué?
Los expertos consultados por el periódico ruso 'Vzgliad' opinan que, tras la disculpa del mandatario filipino, el conflicto se resolverá, ya que Filipinas es demasiado dependiente de EE.UU. y a Washinton también le conviene tener una buena relacion con Manila.
Este "interés" es "tan grande" que el orientalista Dmitri Mosiakov no considera que esas palabras malsonantes "afecten durante mucho tiempo y de manera seria a las relaciones" entre Estados Unidos y Filipinas, debido a que Washington considera que ese país "es un bastión en el sudeste de Asia".
Este analista recuerda que Duterte es un líder "sencillo y humilde" procedente de de la clase baja que, a menudo, "no se puede controlar a sí mismo" ni su forma de hablar pero que, a pesar de todo, goza del apoyo de su pueblo.
En cuanto a China, Mosiakov subraya que su diálogo con Filipinas "es constante" y que ambos países ya cooperan, como demuestran las últimas conversaciones informales que han mantenido en Hong Kong.
Por lo tanto, Dmitri Mosiakov opina que Manila tratará de alcanzar "un equilibrio entre EE.UU. y China" e intentará mantener una buena relaciones con los dos países.
En cuanto a China, Mosiakov subraya que su diálogo con Filipinas "es constante" y que ambos países ya cooperan, como demuestran las últimas conversaciones informales que han mantenido en Hong Kong.
Por lo tanto, Dmitri Mosiakov opina que Manila tratará de alcanzar "un equilibrio entre EE.UU. y China" e intentará mantener una buena relaciones con los dos países.
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