Distintas investigaciones recientes indican que la industria del esquisto de Estados Unidos, rama prioritaria de la industria petrolera norteamericana, no está pasando por su mejor momento. La industria petrolera atraviesa una etapa de auge, aunque el país podría no ser capaz de satisfacer tan alta demanda en el futuro, opina Nick Cunningham, escritor independiente estadounidense.
El de esquisto es un tipo de petróleo contenido en depósitos de rocas en las que se encuentra en forma sólida, a diferencia del crudo que es fluido.
Como se desprende de un informe de Wood Mackenzie, grupo global de consultoría e investigación en energía, productos químicos, energías renovables, metales y minería, los pozos de la Cuenca Pérmica, el yacimiento petrolífero más activo de EE.UU., situado en Texas y Nuevo México, experimentan una disminución significativadel 15 por ciento de la producción anual, en vez de la tasa inicialmente esperada de entre el 5-10 por ciento.
Otro factor significativo que afectaría a la industria es la relativamente rápida extinción de pozos de esquisto, lo que, en las circunstancias actuales, se convierte en un desafío muy preocupante, sobre todo teniendo en cuenta el auge de su perforación en los últimos años.
El florecimiento industrial de EE.UU., ¿abocado al ocaso?
"Si esperabas que en cinco años un pozo alcanzara el 6 o el 8 por ciento, y comienzas a observar una disminución del 12 por ciento, esto se convierte más en un problema de reservas que en un problema de economía. Tienes que aumentar la actividad año tras año, pues, de lo contrario será cada vez más difícil compensar las caídas", cita el autor al director de la R.T. Dukes, director de investigación de Wood Mackenzie.
En su informe, Cunningham también aborda el curioso fenómeno del así llamado "promedio de vida" entre siete y 15 años de las grandes potencias en el ámbito del suministro mundial de petróleo, citando el ejemplo de la URSS en los años 60 y 70 o de México y el mar del Norte a fines de los 70 y 80, y subrayando que,eventualmente,todos "entraron en un período prolongado de declive". De forma análoga, EE.UU., poco a poco, "se convierte en un impulsor del suministro mundial de petróleo menos significativo", agrega el analista.
¿Y cómo entendemos que se acabó la era boyante?
Según Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión del mundo, existen cinco señales que podrían indicar el fin del período de prosperidad de la industria del esquito estadounidense.
Reducción de inventario, lo que ya está sucediendo en ciertas zonas, como en Eagle Ford.
Estancamiento de la productividad del pozo, una preocupación de medio plazo, ya que, en comparación con el año anterior, las ganancias explosivas de la productividad de 2018 se van desacelerando.
Crecimiento del gasto de suministro por razones estructurales. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, el creciente aumento de los costos tras las altas tasas de perforación puede calificarse de cíclico y en el futuro podrían reducirse.
El desplazamiento de los capitales a otras regiones es el menos amenazador de los cinco indicadores. Las inversiones en otras ramas de la industria se dispararon en 2014, pero actualmente las grandes petroleras han incrementado sus inversiones en esta industria, que sigue siendo prioritaria.
Por último, la disminución de ganancias, si bien, hasta la fecha las ganancias de EE.UU. por la producción de esquisto aún siguen siendo impactantes.
Dado que ya se pueden observar los primeros signos de tensión, los límites de productividad y las crecientes tasas de disminución, todo ello indicaría que "los días de gloria de la industria están contados", concluye Cunningham.
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