China ha publicado el Libro Blanco sobre la defensa nacional, que destaca el papel de Moscú como socio estratégico de Pekín. Los expertos opinan que la alianza político-militar de ambos países debe tomar la iniciativa no solo en Asia-Pacífico, sino en otras regiones del planeta.
El Libro Blanco publicado por el Consejo de Estado de China presenta la estrategia del país asiático para los próximos años. Un papel especial se le asigna a Rusia.
Los acontecimientos que acompañan la publicación del Libro Blanco confirman que la cooperación militar entre Moscú y Pekín está cobrando impulso.
Así, el portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, declaró que las Fuerzas Armadas de China y Rusia siguen fortaleciendo la cooperación mutua y continuarán mejorando las relaciones militares. El primer ministro ruso, Dimitri Medvédev, a su vez, firmó un decreto para mantener negociaciones sobre un nuevo acuerdo para la cooperación militar entre los dos países.
Además, el 23 de julio, Rusia y China realizaron el primer patrullaje aéreo conjunto en la región Asia-Pacífico. El mismo día, los tanques chinos llegaron a la región de Moscú para participar en los Juegos militares internacionales. Al mismo tiempo, Rusia comenzó a suministrar a China el segundo regimiento de S-400. El destructor Xian de la Armada china arribó a San Petersburgo el 24 de julio para participar en el Desfile Naval Principal.
Los expertos están seguros de que la cooperación militar entre Moscú y Pekín garantiza que los países de la OTAN, encabezada por EEUU, no desencadenarán conflictos militares a gran escala.
"Estoy convencido de que solo tres países pueden librar guerras modernas: Estados Unidos, Rusia y China. Y dos de esos tres, al concluir un acuerdo militar, privan a EEUU del dominio en el ámbito técnico-militar", comentó Franz Klintsévich, miembro del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia, consultado por el diario Vzglyad.
Al mismo tiempo, Rusia y China no solo deberían aumentar su influencia y presencia en la región Asia-Pacífico, sino también en otras regiones del planeta, señaló, por su parte, el director general del Consejo ruso de asuntos internacionales, Andréi Kortunov.
"Moscú y Pekín deben anticipar las propuestas de Washington para el patrullaje internacional del estrecho de Ormuz para que no sean los barcos estadounidenses los que controlan la libertad de navegación, sino los de nuestros países", declaró Kortunov y enfatizó la actitud favorable de algunos estados del golfo Pérsico al respecto.
Según el director del Centro de Estudios Estratégicos de China de la Universidad RUDN, Alexéi Máslov, consultado por el diario ruso Vzglyad, en el Libro Blanco Pekín indica por primera vez y de manera clara su posición amistosa hacia Rusia en la política militar.
Aunque antes nuestros países cooperaban estrechamente entre sí, y realizaron cinco ejercicios conjuntos, ningún concepto de China registraba esa cooperación. Ahora lo han hecho, y es obvio que Rusia y China están avanzando hacia una alianza político-militar, y aunque no esté formalizada, estará presente en la estrategia china", explicó Máslov.
Al mismo tiempo, enfatizó que es importante que Rusia no se vea envuelta en los conflictos en los que puede estar involucrada China.
"Por ejemplo, la reciente patrulla conjunta condujo a un empeoramiento de las relaciones con Japón y Corea del Sur. El gigante asiático tiene una relación bastante complicada con estos países, mientras que nosotros tenemos una relación bastante buena", observó.
"Por lo tanto, nuestra tarea es apoyar a China en términos militares y políticos generales, pero no quedarse involucrados en conflictos que dañen nuestros intereses", concluyó Máslov.
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