Así es, el pasado día domingo Venezuela notificaba al mundo que había interceptado un avión espía de EEUU sobre cielo venezolano, razón por la cual despegaron aviones caza del país para interceptar a la aeronave hostil. A raíz de esta interceptación se estuvo a punto de presenciarse el primer derribo de algún avión militar estadounidense sobre suelo venezolano. Claro que los pilotos venezolanos se contuvieron y solo conminaron a los estadounidenses a abandonar el espacio aéreo de Venezuela.
Pero el día de hoy se vuelve a repetir el mismo incidente, pues otro avión estadounidense idéntico al anterior volvió a violar la soberanía de Venezuela y realizó labores de espionaje para las fuerzas armadas de EEUU. Esta vez nuevamente fue interceptado por aviones cazas bolivarianos pero tampoco se procedió al derribo de la aeronave enemiga y solo se le acompañó hasta que abandonó el cielo soberano de Venezuela.
Aquí cabe preguntarse por qué Venezuela no actuó con más firmeza y derribo la aeronave enemiga. La respuesta es simple, de haberlo hecho la opinión pública estadounidense hubiera exigido inmediatamente una acción militar contra Venezuela, lo que desembocaría en una confrontación abierta entre ambos países; pero se entiende que Venezuela a pesar de contar con sofisticadas armas rusas para la defensa del territorio y espacio aéreo venezolanos, no dispone de armas ofensivas tan sofisticadas como las que sí posee EEUU, me explico.
Si bien Venezuela se pude defender eficazmente contra las agresiones estadounidenses, no puede lanzar un ataque de represalia contra territorio estadounidense o contra sus líderes políticos, ¿y eso porque es así?, pues simplemente porque Venezuela no cuenta con misiles balísticos de largo alcance, y tampoco dispone de ojivas atómicas con que amenazar al enemigo, a lo más que podría aspirar es a lanzar un ataque muy puntual con armas convencionales, ataque que tendría un efecto mínimo en el enemigo, pues los aviones caza y cazabombarderos venezolanos no pueden adentrarse muy adentro del territorio estadounidense porque su autonomía de vuelo no se los permite, para eso se tendría que realizar una labor de logística complicada para reabastecer con combustible a los aviones en pleno vuelo utilizando para ello aviones cisterna, operación que sería complicada de realizar pues en esos momentos quedarían a merced de los aviones caza estadounidenses, aunque podrían intentar algo parecido a lo que hicieron los argentinos contra los ingleses en la guerra de las Malvinas, es decir, ocultarse detrás de las cadenas montañosas y ahí reabastecerse de combustible, pero resulta que las cadenas montañosas de Venezuela aún quedan lejos de territorio estadounidense lo que quizá haría imposible esa estrategia, para eso tendrían que utilizar el territorio de algún país amigo para ahí reabastecerse de combustible y así poder alcanzar el corazón de los EEUU. Desafortunadamente Venezuela no cuenta con bombarderos estratégicos de largo alcance, así que para poder atacar territorio enemigo tendría que realizar lo anteriormente explicado.
Aquí el asunto es si Rusia está dispuesta a proporcionar a Venezuela misiles de crucero Kalibr de largo alcance (misiles que pueden ser lanzados desde fragatas, submarinos o aviones cazabombarderos Su-30 como los que posee Venezuela) o, en su defecto, misiles balísticos como el Rubezh, o que algún otro país amigo se los proporcione, por que desafortunadamente Venezuela no posee un programa misilístico propio.
Y es en este punto donde se entiende la gran importancia que tiene para un país que se considere soberano el contar con un programas misilísticos de considerables dimensiones, pues de esa manera se crea un escudo protector alrededor de la nación ante las ambiciones imperialistas estadounidenses y de lacayos, pues se lo piensan dos veces antes de agredir a tal país, tal como lo estamos viendo en el caso de Irán.
Otra forma de atacar territorio estadounidense sería utilizando submarinos, pero Venezuela solo cuenta con una clase de submarino, y es el 209 de origen alemán. Este submarino puede ser armado con hasta 24 torpedos anti buque de la clase A244-S. Este es un torpedo italiano ligero, fuego y olvido empleado para la guerra antisubmarina . Puede lanzarse desde embarcaciones de superficie o desde aviones, y localiza el objetivo por medio de un buscador acústico.
Aunque estos submarinos pueden ser adaptados para poder utilizar misiles anti buque Sub-Harpoon estadounidenses, o misiles anti buque franceses tipo Exxocet, no es el caso de los submarinos con los que cuenta Venezuela; así que, solamente pueden ser utilizados para atacar embarcaciones de superficie, o submarinas, pero no pueden atacar objetivos en tierra, y mucho menos a distancias muy adentro de territorio enemigo, como se requeriría en caso de querer atacar bases militares dentro de territorio estadounidense o a la misma capital norteamericana.
DE esta manera tenemos que Venezuela se ve imposibilitada de realizar un ataque de represalia en territorio estadounidense si es que se ve envuelta en una guerra con aquel país, razón por la cual los aviones caza venezolanos no abrieron fuego contra las aeronaves espía estadounidenses.
Aunque, como ya he comentado, si puede defenderse eficazmente contra las fuerzas armadas de EEUU, pudiendo inclusive hundir a todos sus portaaviones si se acercan a menos de 2000 kilómetros de las costas venezolanas, pero no podría atacar directamente territorio norteamericano, pero lo que sí podría hacer, tal como a declarado Irán que haría en caso de verse agredido por EEUU, sería atacar las bases militares norteamericanas en la región, es decir, atacar las bases estadounidense en Colombia, panamá y puerto rico, así como en Guyana y Belice.
Pero lo que se quiso fue evitar un escenario como este, claro que no hay que interpretar eso como una debilidad de Venezuela, pues en caso de agresión las fuerzas militares de EEUU serán diezmadas fuertemente por las armas venezolanas.
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