Así es, Apple le da la espalda a EE.UU. y traslada su última fábrica a territorio chino, y esto pese a las amenazas de Donald trump de castigar a todos los fabricantes que envíen su producción al extranjero.
Aparentemente a raíz del veto a Huawei los fabricantes estadounidenses empiezan a considerar seriamente dejar territorio norteamericano y trasladar su producción a países emergentes, en este caso, china. Aunque cabe aclarar que China ya no es ningún país emergente; hoy en día es la primera economía del mundo y a todas luces se está convirtiendo en la primera potencia tecnológica del mundo, desplazando a los EEUU a un segundo lugar. Es por eso que las grandes empresas transnacionales, aunque sean de origen estadounidense, prefieren producir en china que en los mismos EEUU, pues las condiciones económicas y fiscales son mejores en el país asiático que en el país norteamericano.
Además, al producir en china tienen asegurado el acceso a los mercados internacionales, mientras que producir en EEUU les puede impedir el acceso a ciertos mercados, en este caso, al chino, pues a raíz de las guerras comerciales de Donald Trump china eventualmente va a cerrar su mercado a los productos estadounidenses, perdiendo con esto el acceso al mercado más grande a nivel mundial.
Además, EEUU con Trump se está convirtiendo en una economía cerrada, proteccionista, lo que los va a aislar eventualmente del resto del mundo, pues los demás países aplicarán medidas reciprocas y cerrarán sus fronteras a los productos estadounidenses, es por eso que los empresarios prefieren producir en china que en EEUU, pues china se ha convertido en el líder del libre mercado y mantiene acuerdos de libre mercado con infinidad de países alrededor del mundo.
Quién diría, mientras los EEUU defendían a capa y espada el libre mercado en años anteriores, hoy se han convertido en el líder del proteccionismo y de los mercados cerrados, pero el mundo ha cambiado y hoy esas prácticas más que benéficas, son perjudiciales para las economías nacionales, como ya lo estamos comprobando con Donald Trump.
Entonces, los fabricantes estadounidenses prefieren perder el mercado norteamericano que a perder el mercado chino y, en general, el mercado internacional, púes china es hoy por hoy la principal economía del planeta y, además, cada vez opaca más a la norteamericana.
De esta manera EEUU pierde a una de sus principales empresas a raíz de la política económica y proteccionista de Donald Trump.
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