China reitera su denuncia a las políticas unilaterales de Estados Unidos y defiende su postura de mantener cooperaciones con la República Islámica de Irán.
“China se opone a cualquier medida unilateral de Estados Unidos”, ha dicho este jueves el nuevo embajador del gigante asiático en Teherán (capital persa), Cheung Hua, en una reunión con el ministro de Energía iraní, Reza Ardakani.
Cheung ha expresado lo “decidido” que está su país para ampliar sus cooperaciones y lazos comerciales y económicos con la República Islámica, “pese a todo los problemas existentes”, en explícita referencia al régimen de sanciones estadounidenses que recae sobre el país persa.
Al respecto, tras hacer referencia a la “muy buena situación de Irán en la industria de generación de energía y electricidad”, el representante chino ha manifestado la disposición de las compañías de su país para mantener cooperaciones con las empresas iraníes en las áreas de agua y energía.
El impulso de los vínculos entre las compañías de los aliados ha sido también enfatizado por el ministro iraní, quien ha destacado las “altas capacidades” en las cooperaciones Teherán-Pekín.
China se opone a cualquier medida unilateral de Estados Unidos”, dice el nuevo embajador del gigante asiático en Teherán (capital persa), Cheung Hua.
“Irán busca acelerar y desarrollar su cooperación con compañías chinas para tener una presencia adecuada en el mercado de los países regionales”, ha indicado.
Irán y China, en el mismo frente ante el unilateralismo de EEUU
El Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, ha tenido una obsesión con Pekín y Teherán, los dos aliados históricos. Ambas naciones han sufrido las medidas restrictivas unilaterales que les impone el país norteamericano como una postura punitiva.
Estados Unidos y China están inmersos en una disputa comercial desatada por Trump bajo diversos pretextos como que las empresas tecnológicas chinas robaban propiedad intelectual de firmas estadounidenses.
Pekín ve en las acciones de Washington intentos de dominación, así como también de reprimir el crecimiento económico, el desarrollo científico y tecnológico del país asiático.
En el caso de Irán, la Administración Trump, después de su salida unilateral del acuerdo nuclear —conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, impuso un régimen de sanciones contra la República Islámica, pretextando lo que llamaba la “amenaza” que supone Irán y la supuesta violación iraní del convenio nuclear.
Esta obsesión de Washington con Teherán, han advertido las autoridades persas, persigue el fin de hacer ceder a Irán ante la hegemonía norteamericana.
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