EEUU advirtió a Pakistán sobre los riesgos del corredor económico con China. Los expertos consultados por Sputnik aseguran que esas declaraciones tienen fines propagandísticos y advierten que el potencial del impacto negativo de la campaña antichina de Washington se está agotando.
Presión política
Estados Unidos advirtió que el corredor económico chino-paquistaní podría causar daños a Pakistán: deudas y menos beneficios de los que obtendrá China, declaró Alice Wells, la subsecretaria principal adjunta de Washington para Asia Meridional y Central, en el foro que se celebró en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson el 21 de noviembre.
La diplomática propuso a Pakistán un modelo estadounidense para mejorar su problemática economía.
Pakistán sabe mejor que los estadounidenses si se beneficia o no del corredor económico, aseguró a Sputnik el director del Centro de estudios paquistaníes de la Universidad de Fudan en Shanghái, Du Youkang.
"No tengo información de que Pakistán haya sufrido pérdidas por el corredor económico chino-paquistaní. En Pakistán, muchas empresas chinas están trabajando con las locales para promover conjuntamente la economía paquistaní. ¿Y cuántas compañías estadounidenses hay? Podemos decir que casi no las hay de este tipo", comentó a la agencia.
Desacreditar a las compañías chinas en Pakistán es una necesidad propagandística, opinó el experto, y agregó que Islamabad invita a otros países a invertir y cooperar, pero las firmas estadounidenses no acuden.
"Si EEUU quiere realmente desarrollar las relaciones con Pakistán es mejor que se centre en el trabajo in situ, en lugar de hablar a miles de kilómetros de distancia para difamar a las compañías chinas, que están haciendo todo lo posible por el desarrollo socioeconómico de Pakistán", subrayó.
Presión militar
Al mismo tiempo, los días 20 y 21 de noviembre, EEUU hizo nuevos movimientos de provocación en el mar de China meridional. Sus buques de guerra atravesaron dos veces las aguas de la zona sin previo aviso a las autoridades del gigante asiático.
Estos incidentes vienen justo después de que el ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, exigiera, en negociaciones en Bangkok con el secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, que Estados Unidos dejara de blandir sus armas en el mar de China meridional y no provocara una escalada de la situación.
Con su guerra comercial, el presidente de EEUU, Donald Trump, en realidad "lanzó una campaña contra China", opinó el analista Alexandr Salitski. Y agregó que la presión sobre el gigante asiático proviene de varios organismos estadounidenses.
"La comunidad internacional ve que EEUU no tiene una estrategia coherente, ni tampoco una política razonable en sus relaciones con China", señaló el experto.
Para Salitski, el potencial del impacto negativo de la campaña antichina de EEUU se está agotando. El experto aseguró que la actual política de Estados Unidos no tiene perspectivas de futuro.
"Mostrando sabiduría y moderación, Pekín simplemente está forzando a Washington a reestructurar su política", concluyó el politólogo ruso.
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