El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, acusa a EE.UU. de tratar de separar de Siria sus zonas ricas en petróleo y crear un “semiestado” en el país árabe.
“En la orilla oriental del río Éufrates, [Estados Unidos] construyó estructuras semiestatales y pidieron a los países ribereños del Golfo [Pérsico] que invirtieran dinero para crear una administración local mantenida por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y otros grupos con la clara intención de separar esa parte de Siria y controlar los campos petroleros que hay allí”, ha denunciado el ministro ruso.
Tras indicar que las milicias kurdas deben olvidar ideas separatistas, el jefe de la Diplomacia rusa ha añadido que, cuando Washington se retiró (de la frontera entre Turquía y Siria), los kurdos pidieron ayuda a Moscú para iniciar un diálogo con Damasco, pero cuando los estadounidenses les comunicaron su intención de controlar los campos petroleros del país perdieron interés en el diálogo.
El 13 de octubre, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, informó del comienzo de la retirada de 1000 soldados estadounidenses del norte de Siria. No obstante, el presidente de EEUU, Donald Trump, comunicó poco más tarde su decisión de mantener un número de tropas en el este de Siria cerca de los yacimientos petroleros supuestamente para protegerlos.
En la orilla oriental del río Éufrates, [Estados Unidos] construyó estructuras semiestatales y pidieron a los países ribereños del Golfo [Pérsico] que invirtieran dinero para crear una administración local mantenida por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y otros grupos con la clara intención de separar esa parte de Siria y controlar los campos petroleros que hay allí, denuncia el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov.
En otra parte de sus declaraciones, Lavrov ha subrayado que Washington continúa apoyando en Siria al grupo terrorista Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham) y obstaculiza la reconstrucción del país árabe con el objetivo de prolongar la crisis.
El Ministerio ruso de Defensa ha revelado recientemente por medio de imágenes satelitales la implicación de EE.UU. en el contrabando del petróleo de Siria, y confirma que este trasiego supone para Washington un ingreso de 30 millones de dólares al mes.
Siria sufre desde 2011 un conflicto armado provocado por grupos terroristas y bandas armadas, patrocinados por Arabia Saudí, EE.UU. y algunos países europeos, según denuncia Damasco. Los expertos estiman que la producción petrolera siria ha descendido en la actualidad de 400000 barriles diarios a unos 80000.
Los recursos naturales, sobre todo el petróleo y el gas, serán un medio imprescindible para la recuperación del país levantino tras el demoledor conflicto. En 2018, el presidente sirio, Bashar al-Asad, estimaba que la reconstrucción podría costar a Siria unos 400000 millones de dólares y de entre 10 a 15 años.
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