Las unidades del Ejército sirio se han desplegado, sin demora, en nueve zonas, a partir de la línea fronteriza con Turquía, desde Qamishli hacia Adderbasiya, en el norte del país. El despliegue se produjo sobre una superficie total de 60 kilómetros cuadrados, en una región rica en recursos petroleros.
En la próxima etapa, el Ejército sirio se desplegará, de forma gradual, sobre una superficie de 230 kilómetros cuadrados, en las fronteras del norte de la provincia de Al-Hasaka, adyacentes a Turquía.
Esto en paralelo a las noticias sobre la intención de EE.UU. de construir una nueva base cerca de los yacimientos petroleros, en la ciudad de Al-Shaddadi, situada también en Al-Hasaka.
Los observadores estiman que el despliegue del Ejército se produce en una etapa delicada, y que la gran acogida que recibieron sus soldados en las zonas recién liberadas, demuestra el deseo popular de que Damasco recupere el control de esta estratégica área.
El nuevo despliegue del Ejército de Siria en el noreste del país árabe es un mensaje contundente sobre la determinación del liderazgo sirio de reivindicar la soberanía sobre cada pulgada del territorio nacional, pese a todos los desafíos.
Bashar Barazi, Damasco.
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