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lunes, 25 de noviembre de 2019

Lecciones de Rusia: Japón y China venden los bonos de EEUU



En septiembre de 2019, Japón —hoy en día se posiciona como el acreedor más grande de EEUU— se deshizo de bonos estadounidenses por un valor de casi 29.000 millones de dólares hasta situarlos en más de 1.145 billones de dólares. De esta manera, Tokio se sumó a la tendencia liderada por Moscú y Pekín.

En junio de 2019, Japón adelantó a China como el mayor titular de deuda estadounidense tras haber incrementado sus reservas de bonos del Tesoro de EEUU hasta 1.122 billones de dólares. En aquel momento, China poseía bonos por un valor de 1.112 billones y fue reduciéndolos en los meses venideros.

En septiembre de 2019, China mantenía bonos estadounidense por un valor de 1.102 billones de dólares frente a los 1.145 billones que poseía Japón, informan datos publicados por el Departamento del Tesoro de EEUU. En total, la entidad financiera estimó que los inversores extranjeros se deshicieron de activos por un valor de 37.600 millones de dólares y Japón fue el país que más bonos vendió. Es una fuga de capital récord que no había sido registrada desde diciembre del año pasado, informó Reuters.

"Parece que hubo una decente venta oficial extranjera de los bonos del Tesoro debido a la mayor volatilidad política, lo que reflejaría elementos de la intervención de los bancos centrales para apoyar a sus monedas en debilitamiento", explicó a la agencia el vicepresidente del banco BMO Capital Markets, Jon Hill.

La guerra comercial desatada por Trump contra China añade más leña al fuego, causando preocupaciones acerca de que Pekín podría deshacerse de la mayor parte de sus reservas de bonos estadounidenses. Este paso conduciría a un desplome inevitable de su precio, destaca la periodista Natalia Dembínskaya en su artículo para la versión rusa de Sputnik.

"Según los cálculos de distintos observadores, Pekín podría fácilmente deshacerse de bonos estadounidenses por un valor de hasta 700.000 millones de dólares. Si los mercados ya están acostumbrados a las pequeñas ventas de estos activos, su inesperado y brusco remate provocaría pánico", escribe la autora del artículo.

La opinión de la periodista coincide con la de Jasper Lo, principal estratega de la inversión de la empresa Eddid Securities and Futures.

"Las continuas y masivas ventas de deuda estadounidense levantarían sospechas entre los comerciantes profesionales de que existiese un importante vendedor en el mercado que podría ser China. Este desenlace propagaría preocupaciones sobre el valor de los activos estadounidenses y provocaría una turbulencia en el mercado financiero global", aseveró.

Los intentos del presidente Donald Trump por debilitar el tipo de cambio del dólar para conseguir ventajas comerciales por medio de exigencias a la Reserva Federal de EEUU para que baje la tasa de interés también causan nerviosismo a los economistas, destaca la periodista.

"La Reserva Federal ya empezó a inflar el dinero no sustentado por recursos en la economía, comprando bonos en el mercado. Se espera que Washington gaste 500.000 millones de dólares a finales del segundo trimestre de 2020 con este objetivo", enfatiza Dembínskaya.

Aunque China y Japón redujeron considerablemente sus reservas de bonos estadounidenses, no fueron los países que lideraron la tendencia. En 2018, Rusia vendió estos activos por un valor de casi 100.000 millones de dólares y apostó por invertir más recursos en la compra de oro y bonos nominados en euros y yuanes.

"Esto fue lo que hizo a varios expertos advertir que si Pekín y Tokio siguen el ejemplo de Rusia, la crisis en el mercado de deuda de EEUU será inevitable", resalta Dembínskaya.

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