Situada en el norte de la provincia de Alepo, la base aérea de Sirrin fue una de las instalaciones militares más grandes que el Ejército de EEUU había establecido en el territorio sirio. Hace pocos días los Hummers estadounidenses circularon por sus carreteras, pero ahora los helicópteros de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia están aterrizando en su pista.
En vísperas del desembarco de las fuerzas rusas casi una centena de camiones estadounidenses abandonaron la base. En aquel entonces podían escucharse las explosiones, por lo visto los militares de EEUU trataban de destruir todo lo que no podían llevarse consigo. Los zapadores rusos revisaron el recinto de la base para descartar la presencia de objetos explosivos en su territorio. Sin embargo, son sorpresas lo que ha podido encontrar hasta ahora, el gimnasio se quedó casi intacto.
"(...) Las patrullas de la policía en las carreteras de Siria es la garantía de que estos lugares vuelven a estar seguros y los terroristas nunca regresarán allí", explicó el corresponsal del medio ruso, Pavel Remnev.
Las fuerzas rusas planean crear un centro para entrega de ayuda humanitaria en el territorio de la exbase aérea de EEUU.
"Hoy estamos empezando a desplegar una división del centro de reconciliación (...) que va a implementar tareas destinadas a ayudar a los residentes locales a volver a una vida pacífica. Vamos a transportar la ayuda humanitaria y brindar asistencia médica a los residentes locales (...)", destacó el jefe del Centro Ruso para la Reconciliación, Serguéi Zhmurin.
"Hoy estamos empezando a desplegar una división del centro de reconciliación (...) que va a implementar tareas destinadas a ayudar a los residentes locales a volver a una vida pacífica. Vamos a transportar la ayuda humanitaria y brindar asistencia médica a los residentes locales (...)", destacó el jefe del Centro Ruso para la Reconciliación, Serguéi Zhmurin.
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