La “venganza inevitable” del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina se produce después de que un ataque israelí matara la madrugada de este martes a uno de sus comandantes de alto rango, Baha Abu al-Ata, de 42 años, junto con su esposa en la asediada Franja de Gaza.
Las imágenes que circulan hoy martes en los medios de comunicación muestran cómo los colonos israelíes paran sus vehículos en medio de una carretera en la ciudad de Tel Aviv, bajan e intentan refugiarse ante los ataques de represalia del movimiento Yihad Islámica.
Los ataques con cohetes desde la asediada Franja de Gaza, además, han impactado blancos en las adyacentes ciudades de Ashkelon y Ashdod, así como el área metropolitana de Gush Dan, situada en torno a Tel Aviv.
La situación ha paralizado las actividades en los colegios y en las estaciones de trenes, mientras los servicios de emergencia israelíes se mantienen en alerta máxima, de acuerdo con los medios locales.
Al respecto, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha comunicado que “la responsabilidad de todas las consecuencias de esta escalada de tensión recae directamente en Israel” y ha amenazado con “castigar” al régimen de Tel Aviv por el asesinato de Abu al-Ata.
La Franja de Gaza, además de estar bajo asedio israelí desde 2007, ha sido escenario de tres guerras desde 2008. Israel lanza además de vez en cuando ataques aéreos y de artillería contra el enclave costero palestino, alegando que las agresiones responden a los ataques con cohetes de los grupos de Resistencia.
Sin embargo, la muerte del comandante palestino podría ser el preludio del recrudecimiento de los enfrentamientos entre israelíes y palestinos, teniendo en cuenta que la Resistencia palestina ha asegurado que no se quedará de brazos cruzados ante los ataques de Israel.
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