Las autoridades de Noruega publicaron el vídeo del potente impacto del petrolero que acabó con la avanzada fragata Helge Ingstad durante las maniobras militares de la OTAN a finales de 2018.
En las imágenes, grabadas desde el propio petrolero, se ve que la colisión fue de tal magnitud que el contacto entre los dos buques incluso hizo saltar chispas. A pesar de lo fuerte que fue el impacto, nadie resultó herido de gravedad y solo siete marineros a bordo del barco militar sufrieron heridas leves.
El daño ocasionado al petrolero Sola, que navegaba bajo bandera de Malta, no fue grande. Sin embargo, no se pudo decir lo mismo de la Helge Ingstad, uno de los buques más caros de la flota noruega. Costó 1.000 millones de euros. Debido a los daños sufridos, se hundió.
Posteriormente los militares noruegos lograron transportarla hasta la base naval de Haakonsvern, donde se determinó que para su reparación haría falta el mismo tiempo que para construir una nueva y que el coste de la reparación sería más alto. Así que se decidió retirar el buque.
Según un informe preliminar de los organismos encargados de investigar las causas del accidente, una de las principales razones fue la falta de experiencia de la tripulación que estaba al mando de la fragata. Tampoco estaba encendido el transpondedor de identificación automática a bordo de la Helge Ingstad, lo cual dificultaba su identificación en las pantallas de los radares.
A eso se añadió que la tripulación del petrolero dejó encendida la iluminación de cubierta del buque, lo cual hizo que fuera difícil discernir sus luces de navegación y su ubicación. Tampoco ayudó la lenta capacidad de reacción de la tripulación del petrolero, que tardó demasiado tiempo en avisar a la fragata sobre el inminente impacto.
En el informe se indica que los operarios del centro de tráfico marino —encargados de controlar el movimiento de los buques en su zona de responsabilidad— manejaron inadecuadamente la situación y que podrían haber evitado el incidente. El Gobierno de Noruega contempló la posibilidad de que las nefastas consecuencias que acarreó el impacto para la fragata se hubiesen debido a errores en su diseño.
A eso se añadió que la tripulación del petrolero dejó encendida la iluminación de cubierta del buque, lo cual hizo que fuera difícil discernir sus luces de navegación y su ubicación. Tampoco ayudó la lenta capacidad de reacción de la tripulación del petrolero, que tardó demasiado tiempo en avisar a la fragata sobre el inminente impacto.
En el informe se indica que los operarios del centro de tráfico marino —encargados de controlar el movimiento de los buques en su zona de responsabilidad— manejaron inadecuadamente la situación y que podrían haber evitado el incidente. El Gobierno de Noruega contempló la posibilidad de que las nefastas consecuencias que acarreó el impacto para la fragata se hubiesen debido a errores en su diseño.
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