Al imponer a los científicos chinos restricciones a la entrada del país, EEUU se priva de su principal ventaja competitiva: los mejores recursos intelectuales. A esta conclusión llegaron los expertos del centro de investigación estadounidense MacroPolo del Instituto Paulson.
De acuerdo con estos expertos, los científicos chinos hacen una contribución significativa a la ciencia estadounidense, por lo que las restricciones impuestas por la Administración Trump a los ingenieros chinos solo golpeará al liderazgo norteamericano en alta tecnología, incluida la inteligencia artificial.
EEUU trata de limitar los intercambios científicos con China con el pretexto de la seguridad nacional, ya que afirma que el país asiático es capaz de utilizar la tecnología estadounidense en sus propios programas de integración cívico militar.
Estas mismas consideraciones también motivan la prohibición del uso de tecnología norteamericana en la producción de chips para la empresa china de telecomunicaciones Huawei, así como la inclusión en la lista negra de varias empresas e institutos de investigación chinos por parte del Departamento de Comercio de EEUU.
El think tank estadounidense analizó los trabajos más exitosos y citados sobre inteligencia artificial, presentados el año pasado en revistas científicas y en conferencias de alto nivel. Así, descubrió que entre los trabajos presentados en el mayor evento anual de la industria —la conferencia sobre Sistemas de Procesamiento de Información Neural— el 30% fueron escritos por investigadores chinos.
La mayoría de ellos recibieron educación secundaria en China y luego se trasladaron a EEUU para obtener un título universitario. Las estadísticas demuestran que nueve de cada diez científicos chinos educados en el país norteamericano se quedan a trabajar en este país.
El sistema de educación superior estadounidense, así como el entorno de investigación libre en el que trabajan los científicos, ha atraído durante décadas a las mejores mentes de todo el mundo a este país. Esto ha sido motivo de orgullo en Estados Unidos, según los expertos del laboratorio de ideas, ya que las mayores empresas tecnológicas a menudo han sido fundadas por personas que no son estadounidenses. Así, el fundador de Google, Serguéi Brin, es de origen ruso, y el fundador de Nvidia, Jen-Hsun Huang, chino.
Mientras tanto, EEUU sigue ocupando una posición de liderazgo en la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial en el mundo. Aunque China se ha fijado el objetivo de alcanzar el liderazgo mundial en este campo para 2030, el país solo tiene una ventaja indiscutible en este momento: una enorme cantidad de datos.
Al comprender la importancia del desarrollo del capital humano, Pekín gasta mucho dinero para atraer especialistas de alta calidad, además de introducir exenciones de visado para los científicos extranjeros y reducir otras barreras administrativas. Algunas empresas e institutos de investigación en China pueden ofrecerles salarios incluso más altos que los de Silicon Valley.
Sin embargo, la mayoría de los científicos chinos ha preferido hasta ahora quedarse en EEUU, gracias a un ambiente científico favorable, que se ha desarrollado a lo largo de los años, así como un entorno en el que los datos y productos científicos pueden intercambiarse libremente. Ahora, al limitar el acceso de los científicos chinos al país, EEUU ayuda a China a atraer a los mejores especialistas, algo que el país asiático no ha sido capaz de hacer, ni siquiera por mucho dinero, comenta Li Kai, experto de la Universidad Financiera de Shanxi.
"Según las estadísticas, muchos científicos chinos han recibido educación superior, han publicado investigaciones en revistas respetadas y han participado en desarrollos en Estados Unidos. Si EEUU quiere separarse completamente de China en las industrias de alta tecnología, incluyendo la inteligencia artificial, y expulsar a los científicos chinos del país, es probable que frene el desarrollo de la inteligencia artificial dentro de EEUU, y al mismo tiempo ayude a acelerar el desarrollo de estas industrias en China", afirma Li.
El experto se acuerda del dicho: "la sabiduría de EEUU está en las mentes chinas". Después de todo, es como si Washington enviara a científicos de primera clase directamente a China, científicos que ya han aprendido mucho, han estado girando en el entorno de la investigación durante mucho tiempo, ya tienen logros. Ahora, EEUU está presionando incluso a los que no querían volver a China para que lo hagan.
Al final, las restricciones contra China no resultan en el cese de las actividades de sus compañías. Así, los fabricantes de celulares chinos pasaron a usar los chips de producción de otros países, como los de la compañía surcoreana Samsung.
Mientras tanto, las limitaciones que se están contemplando para las compañías chinas en la bolsa del país norteamericano no hará más que hacerles optar por las de otros centros financieros mundiales, como la de Londres o Hong-Kong.
No hay comentarios:
Publicar un comentario