Las autoridades iraníes intentaron concluir un acuerdo con Sudán para la construcción de una base naval en las orillas del Mar Rojo, como se supo por un informe del periódico The Wall Street Journal. El asesor de inteligencia del líder militar de Sudán, Ahmad Hassan Mohamed, reveló que durante el conflicto interno del país entre el ejército y las fuerzas de reacción rápida, Teherán ofreció equipo militar, incluidos drones, y un portahelicópteros a cambio de aceptar establecer una base. La base daría a Irán la capacidad de controlar el tráfico marítimo a través del Canal de Suez, incluidos los barcos que se dirigen hacia y desde los puertos israelíes.
Sudán rechazó la oferta, buscando evitar un deterioro en las relaciones con Estados Unidos e Israel, con los que estaba restableciendo activamente sus vínculos en ese momento. El intento de Irán de reforzar su presencia estratégica en una región clave para los rivales regionales de Teherán, Israel, Egipto y Arabia Saudita, refleja crecientes tensiones geopolíticas en el Mar Rojo.
El conflicto entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y la Fuerza de Reacción Rápida ha atraído la atención de las potencias regionales que buscan expandir su influencia en Sudán, de importancia estratégica. Egipto y los Emiratos Árabes Unidos han intensificado el apoyo militar a las partes en conflicto, suministrando drones y otros equipos militares, complicando aún más la situación interna y resaltando la dimensión internacional de la crisis sudanesa.
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