En vísperas de cumplir los primeros y simbólicos 100 días en el poder, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció su primer discurso ante el Congreso.
Alertó que China y otros países están acelerando su desarrollo y acercándose rápidamente al de EEUU, por lo que prometió medidas para impedirlo. Biden alertó que China está resuelta a convertirse en la nación más importante del mundo.Pekín, respondió de inmediato a las declaraciones de Biden, diciendo que China y Estados Unidos deben mejorar sus capacidades en la competición, en lugar de meterse en un juego que no aporta nada.
El portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin, también transmitió el rechazo de Pekín a los intentos de Washington de imponer sus “ideales democráticos” a los demás y alertó de las consecuencias de tal práctica.
Wu Qian, portavoz del Ministerio chino de Defensa, a su vez, se refirió a la promesa de Biden de mantener “una poderosa presencia militar” en la zona del Indo-Pacífico, y anunció que desde la llegada del mandatario demócrata al poder, la frecuencia del envío de buques de guerra ha aumentado un 20% en comparación con el año pasado.
Las relaciones entre Pekín y Washington han alcanzado su nivel más bajo en décadas, por cuestiones como el comercio y el disputado mar de la China Meridional. Distintos analistas coinciden en que las tensiones chino-estadounidenses “nunca terminan de zanjarse”.
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